Nuestro año

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"Te deseo", Regina siempre la deseaba, y en aquel momento ella lo deseaba más que otras veces, lo deseaba con pasión, ternura y amor. Y así sería.

-Pero...- Emma aún intentaba convencerse de que era real. Lo deseaba tanto, desde hacía tanto tiempo.

-Shhh- Regina tomó los labios de su novia de nuevo.

Se acostó al lado de su enamorada, el beso no cesó, ni para tomar aliento, hambre, era eso lo que sentían, una corriente de electricidad parecía correr de un cuerpo al otro, estaban conectadas, una conexión solo de ellas, una conexión jamás sentida las otras veces que habían hecho el amor, aquello era algo nuevo, era entrega de almas, y lo sabían, sería como la primera vez, solo que ahora era diferente, más intenso, pues ambas eran una sola, dos cuerpos unidos por un sentimiento. Amor.

Ambas manos paseaban por los cuerpos con añoranza, caricias intensas, rápidamente sus ropas se encontraron en el suelo, estaban desnudas, la respiración ya no era regular, era visible y audible la excitación de las dos mujeres.

Emma puso a Regina de lado, sus senos endurecidos se pegaban a la blanca espalda de la morena, apartó los cabellos negros a un lado y la besó suavemente, arrancando gemidos ahogados por parte de la morena, mordisqueó y le proporcionó ligeras succiones, probablemente dejarían marca. Desplazó las manos hacia los deseosos pechos de la morena, ella gemía, había echado tanto de menos los toques de Emma, sus manos acariciaron la barriga ya voluminosa, la agarraba firmemente, sin embargo, de manera delicada. Regina estaba más sensible de lo normal, se dio cuenta por la gran humedad que encontró al llegar a la intimidad de la morena.

-Oh, Em...- gimió extasiada.

Emma apartó la pierna de su amada para que sus dedos pudieran rodear el encharcado clítoris, mientras seguía besando y succionando su cuello, Regina se retorcía en la mano de la rubia, no pasó mucho tiempo para que se entregara al clímax en cuanto Emma la invadió con dos dedos, sus gritos salieron altos. Se giró para tomar los labios de su amada, sus lenguas danzaban, era impresionante lo placentero que podía ser eso. Regina se sentó encima de su novia para tocarle los pechos, sus intimidades se rozaban, la una contra la otra, Emma gemía alto, la añoranza había sido mucha, la morena llevó sus labios con el fin de saborear aquellos atrayentes pezones rosados, pasaba la lengua por toda la extensión de la aureola rosada, ora lamía, ora succionaba con más fuerza.

-Regina...¡Ah!- Agarró la mano que estaba en su otro pecho –No me tortures más...Tengo tantas ganas...¡hace días!- gimió ronroneando

-¿La señorita está pidiendo algo? No entendí...-se hizo la desentendida, tenía una sonrisa lasciva en su rostro

-Necesito que me...penetres...- gimió más al sentir a Regina moverse sinuosamente sobre su intimidad -¡Arrhhh!

-Sh, sh...- Puso cara de decepción –No eras así, señorita Swan...¿Qué ha pasado?- la provocó descendiendo los labios hasta el punto caliente de la rubia

-¡Urhhh!- gimió mucho más al sentir la lengua de su amada, que lamió y succionó con deseo, hacía días que quería probar ese sabor. Emma arqueó la espalda al notar los dedos penetrarla, se agarró a las sábanas, se retorcía de placer, era insoportable, Regina seguía succionando su intimidad vorazmente, sus dedos ganaron agilidad, se mordía su propia labio cuando miraba a su mujer gritar de placer, Regina podría jurar que se iba a correr junto con ella, su deseo ardía como brasa.

-¡Ahhh! ¡Reginaaa!- Emma gritó más alto de lo habitual, agarrada a la sábana de la cama, que tiraba hacia ella, su cuerpo entero temblaba, podía sentir su vagina palpitar. La morena retiró los dedos de dentro de su novia, y después se los llevó a la boca. Emma tiró de ella y los lamió lentamente, mientras miraba fijamente a los ojos almendra, aquellos ojos eran fuego puro, y la rubia sabía, Regina necesitaba más, siempre necesitaba. Emma lanzó una mirada maliciosa y volvieron a amarse locamente. Aquello se extendió toda la madrugada, solo que se habían olvidado de que no estaban solas.

Una promesa de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora