Una promesa de amor

Extra: Encuentro de almas

Era un día de celebración para la familia Swan Mills. Henry estaba sacando a la calle una obra más, un trabajo muy especial en la carrera del autor, pues plasmaba de forma peculiar e inusitada una de las vidas de sus madres. Sí, él creía en aquello de muchas vidas.

Subió al escenario tembloroso, ya había hecho muchas presentaciones como esa, pero ni de lejos las otras conllevaban tanta importancia y responsabilidad. Agarraba el ejemplar en las manos como si fuera una preciosa joya. Había escrito ese libro en secreto, era una sorpresa para las mujeres más importantes de su vida.

-¡Buenas noches! Me gustaría agradecer la presencia de todos. ¡Gracias!- reguló el micrófono a la altura adecuada –Esta noche es especial, sobre todo para mis madres que hoy cumplen años de casada. En realidad ya he perdido la cuenta, ¡lo siento!- bromeó y la platea vibró en carcajadas.

Lana y Eva lloraban de la risa escuchando al hermano, habían sido cómplices de aquel extraño libro. Sí, ellas lo adoraron, sin embargo encontraron una locura que el hermano escribiera una historia como aquella.

-Hay una lección que aprendí muy joven y es verdadera- Henry abrió un pequeño papel que tenía en el atril para leer lo que había –Las personas te van a decir quién eres toda tu vida. Tú tienes que luchar contra eso y decir: "No, este es quién soy" ¿Quieres que la gente te mire de forma diferente? ¡Oblígalos! ¿Quieres cambiar las cosas? Vas a tener que dar un paso al frente y cambiarlas- respiró hondo y miró dentro de los ojos verdes de su madre.

Emma no pudo contener las lágrimas, sabía que aquellas palabras eran de ella.

-Mi madre Emma Swan Mills me enseñó que es necesario luchar siempre, correr tras tus objetivos y jamás desistir de tus sueños...- desvió la mirada buscando aquellos ojos castaños, idénticos a los suyos.

-Regina Swan Mills...una de las mujeres más sabías que he conocido, y no lo digo porque sea mi madre...- le guiñó el ojo a la morena –No tener a nadie. Esa es la peor maldición de todas. Ella siempre me ha dicho eso, cuando era pequeño no comprendía, pero hoy veo cuánto esta frase se completa con la de mi madre Emma...Hasta en eso estáis unidas- sonrió mirando a los presentes –No podemos caminar solos, siempre vamos a necesitar a alguien. Si uno cae, el otro puede extender la mano y levantarlo, pero, ¿si estás solo? Morirás...Yo entendí el mensaje, madres, guardé cada enseñanza, cada gesto de cariño y amor que he recibido estos años...- inspiró para poder proseguir -¿Sabes cuál es el problema de este mundo? Todos quieren una solución mágica para sus problemas, pero se niegan a creer en la magia- recitó de manera poética –Aprecio mucho esa frase...¿Saben?- Henry sonrió –August Booth es uno de los mejores escritores que conozco, pero esa frase fue dicha por su compañero Jefferson- hizo una pausa de suspense –El amor sí es la magia más poderosa que existe. ¡Crean!- miró a sus emocionadas madres entre el público.

Emma y Regina tenían sus manos entrelazadas, la energía que compartían parecía fluir en sus cuerpos como un océano revuelto.

-Esta historia trata del amor...La magia...Dos mujeres igualmente fuertes, sin embargo dulces como la misma miel...Es una historia de superación y amor incondicional...Una joven libre, de cabello rubio, en busca de sus sueños montada en un caballo y una mujer centrada, enfocada en un único objetivo, salvarse de una terrible maldición. Aquel corazón ennegrecido revestido de dolor y rencor, desconocía el significado del amor, la joven y rebelde reina solo necesitaba a alguien que la hiciera creer que podía ser amada de cualquier forma, independientemente de las circunstancias. Bastaba con creer que esa persona llegaría dispuesta a amarla con todos sus defectos y cualidades...Estoy seguro de que esas mujeres nacieron ligadas, hay quien cree en ello, predestinadas a encontrarse...o chocar...- miró a sus madres con una divertida sonrisa -¿Quién sabe?- relajó los hombros –El libro que os presento hoy trata de un encuentro de almas. Almas que, estoy seguro, en otras vidas han estado juntas de la misma manera y que en las que vendrán lo seguirán estando...

Un sentimiento va

Más allá de la vida para decir

Que nunca es tarde para intentar

Un gran amor entonces vivir

Ya fui herido

También lloré, puedo entender

Pero ese amor más allá de la vida

Vamos a vivir

Ya fui tu sol, fui tu luna

Di todo de mí para convencerte

De que soy el amor

Y parte de mí

Te pertenece a ti

Mil vidas de amor para continuar

Intentando ser feliz sin hacer sufrir

De vuelta a lo que soy, he renacido

Para merecerte.

-¡Madres!- enfocó su mirada en ambas- Con orgullo y amor saco mi más preciado libro: Encuentro de almas

FIN