Aprendizaje

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Aviso: Escenas fuertes a mitad del capítulo. Rating M.


Aquel lugar estaba demasiado lleno. ¿Tenía Mérida tantos conocidos? Ese era exactamente el pensamiento de Emma cuando entró en la enorme sala de estar de la casa nueva de la pelirroja y de la oriental. ¿Aquello no era un baby shower? La verdad es que parecía más una fiesta de compromiso. Mulan exhibía el anillo con una sonrisa que podría rasgarle el rostro, todos la saludaban y le daban las felicidades, los más íntimos golpeaban el hombro de la oriental y les decían que ya se le estaba pasando el arroz.

-¡Lily!- Swan divisó a su amiga en una esquina de la sala -¿Qué haces aquí?

-¡Barriguita!- abrazó a la rubia en un gesto caluroso –Ruby y Mulan se conocían desde hace años...- explicó

-Ah, es verdad, lo había olvidado...¿Qué encuentras de todo esto?- hizo un gesto con la mano abarcando todo el local.

-Una exageración sin fin...- susurró al oído de la amiga y estallaron en una carcajada acto seguido.

-¿Cuál es la gracia? ¿Puedo saber?- Regina llegó sonriendo agarrando la mano del hijo.

Ella había saludado a las dueñas de la casa y dejado los regalos a Mérida.

-Hola amor, nada- Emma le dio un piquito a la esposa -¡Hey, hijo! ¿Aún no has encontrado a Herc?- acarició cariñosamente al niño

-No, ma Em, ¿vienes a buscarlo conmigo? ¡Hay una cama elástica en el jardín! ¡Y una piscina de bolas!- contó dando saltitos.

-¡Es verdad, chico! ¡Vi un tobogán gigante afuera, de aquellos hinchables!- dijo entusiasmada agarrando ya las manos del niño caminando hacia la puerta.

-Emma...- Regina la llamó en tono de reprensión –Nuestra hija, amor, cuidado que estamos al final del embarazo, nada de esfuerzo, ¿ok?- pidió suplicante

-Lo sé. No voy a tirarme con él...- reviró los ojos saliendo con el hijo

-No crece...- Lily comentó sonriendo

-No...- Regina suspiró apasionada –Amo esas maneras infantiles, esa petulancia...- se pasaba la mano por la barriga, sus ojos brillaban mientras miraba la figura de la rubia alejarse.

Amaba a Emma con sus cualidades y defectos, no cambiaría aquel espíritu libre y juguetón.

Emma encontró a Ruby y al hijo cerca de los columpios del jardín, Henry enseguida se las apañó parta despistar a las madres e ir al tobogán gigante con Herc. Había muchos niños, probablemente parientes o hijos de los amigos de las dueñas de la casa. Swan le contaba a la amiga de mechas rojas las sensaciones de tener un bebé moviéndose dentro cuando Elsa llegó acompañada de su esposa Ariel.

-¡Wow prima! ¡Qué linda estás, Ems!- abrazó y palpó la barriga de la rubia –Nunca imaginé verte tan...tan...- buscaba la palabra adecuada

-¿Gorda?- Emma miró divertida a la prima

-¡No iba a decir eso, Emma! ¡Estás bellísima!- agarró las manos de la rubia para que diera media vuelta y mirar todo su cuerpo.

-Dices eso porque no has visto a Regina...- Swan sintió sus mejillas sonrojarse, no estaba acostumbrada a ser el centro de atención.

-Ah, ¿competencias de embarazadas por aquí?-Ariel entró en la conversación –¡Mi prima es sin duda la embarazada más hermosa del mundo!- hinchó pecho

-Mira gente, este asunto de vosotras...- Ruby señaló a Mulan y Mérida que se acercaban a ellas –Solo quería resaltar que las embarazadas son extremadamente sensibles a cualquier cosa...

Una promesa de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora