Capítulo 6

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Yoongi se removió en su cama. Frunció sus cejas al sentir que había algo extraño, y luego recordó a aquel ser extraño y adorable que lo perseguía y que se había quedado junto a él para cuidarlo. Bufó pesadamente y despeinó sus cabellos.

Tras haber abierto sus ojos, miró hacia su izquierda. Jimin se había quedado dormido junto a él. Su pecho subía y bajaba con respiraciones lentas, y se veía tranquilo, en paz.

Yoongi lo observó con lujo de detalle. Admiró desde el largo de sus pestañas, hasta la forma de sus labios. No recordaba haber visto a una persona tan bella anteriormente en su vida. Lentamente, acercó su mano y acarició su mejilla. Era más suave de lo que parecía.

En ese momento, comenzó a preguntarse qué demonios estaba haciendo.







—¿Tanto te gusta mi rostro, hyung? —preguntó con una voz ligeramente ronca por haberse despertado hacía unos instantes.

—¿Qué dices? Tenías un insecto.

—Eres un mentiroso.

—¿Qué es lo que sigues haciendo aquí? ¿No tienes que ir a casa con tus papis o algo?

—Como te he dicho anteriormente, soy un adulto.

—Interesante...







Jimin alzó una ceja.







—¿Por qué es interesante?

—No lo es. Es lo que la gente suele decir cuando algo le importa una mierda.

—Eres grosero, ¿Sabías?

—También tú. Te invitaste solo a mi casa. Me has conocido apenas, pero no sabes si en secreto soy un asesino o algo así.

—Ay, Yoongi, por favor —rió—. Sé que no lo eres.

—¿Por qué?

—Debes creer que estoy loco, pero confío en ti ciegamente. De alguna manera, haces que quiera acercarme más y más.

—Me das miedo.







Yoongi lo miró durante varios segundos y suspiró. Si bien le alegraba tener a alguien que confiara en él, se sentía incómodo, porque jamás le había mostrado su verdadero rostro, aquel que escapaba de la policía, que usaba armas, que vendía sustancias ilegales, que más de una vez había matado gente para defenderse.

A los ojos de Jimin, él sólo era un estudiante con una mente complicada.

Él quería serlo. De esa forma, no le estaría mintiendo.

Porque él podía ser muchas cosas, pero no le gustaba fingir, no le gustaba mentir. Mucho menos con alguien como el joven pelirrubio, quien era capaz de ver una versión de él que no creía que existía, pero que ahora se sentía tentado a hacer real.







—Lo siento, no quise sonar como un psicópata asfixiante... no crees que lo sea, ¿Verdad?

—¿Tú? Nah. Estás muy lejos de ser un psicópata. Eres la persona más cuerda y buena que conozco... aunque de una manera bastante extraña.

—Uhm... ¿Gracias? —frunció sus cejas— De todas formas, yo hablaba de ser asfixiante. Sé que puedo ser bastante insistente, o que no sé medir bien cuándo es que a una persona le molesta mi presencia.

—Ay, cállate.







Yoongi cubrió su cara con su almohada. Jimin se sentó, pero quedó en silencio, mirando a la nada tras haber tomado esas palabras tal y como habían sido dichas, creyendo que debía callarse. El mayor volvió a mirarlo y suspiró.







Two-faced guy [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora