A pesar de todos los pensamientos que habían inundado su mente aquella noche, más allá de sus preocupaciones y sus deseos de ser libre de un mundo que lo había encarcelado en un lugar que no le gustaba, sólo había podido asentir ante las palabras de su jefe... por más que no haya escuchado ninguna de ellas.
Y eso realmente le daba miedo. Por suerte, tenía a sus tres compañeros de siempre, quienes lo mantendrían al tanto del procedimiento que tenía que seguir para llevar a cabo los planes del señor Kang, pero sabía que estaría muerto si ellos no tenían idea alguna de los planes del hombre.
Literalmente, muerto.
Se encontraba en un pequeño y poco concurrido bar a las afueras de la ciudad. Luego de que una camarera le haya llevado su quinta y sexta botella de alcohol en la noche, abrió una y le dio un largo sorbo, sintiendo cómo el líquido quemaba su garganta, aunque después de haber tomado tanto, ya no era tan fuerte la sensación.
Ya habían pasado dos días de la última charla con el señor Kang, y todo ese tema seguía dando vueltas por su cabeza. No le quedaba mucho tiempo, pues al día siguiente debía hacer lo que se le había pedido y no quería. Y si así lo quisiera, no podría.
Gruñó y bebió un poco más.
—Disculpa, amigo —dijo uno de los empleados del bar en la parte de atrás, afuera—, si te vas a sentar aquí, debes pedir algo.
—Lo siento, es que estoy esperando a alguien.
Yoongi frunció sus cejas, prestando atención.
—No me interesa, ya has estado aquí por más de una hora. Pide algo, o voy a tener que pedirte que te vayas.
—Yo, uhm...
El pelinegro se paró inmediatamente, guardó su celular en su bolsillo, agarró tanto la botella de la cual estaba bebiendo, como la que estaba aún sin abrir y fue hasta la parte de atrás, al pequeño patio que ese bar tenía y en donde había unas mesas que jamás se usaban, pero que curiosamente estaban siendo ocupadas por alguien. Una vez que llegó allí, soltó un largo suspiro y se paró junto a las dos personas que estaban discutiendo.
—Hola, Park, lamento haber tardado, no sabía que irías a sentarte por aquí atrás.
El muchacho lo miró por varios segundos, casi sin parpadear.
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Two-faced guy [Yoonmin] ©
FanfictionJimin era un experto en sospechar que los demás escondían cosas, pero jamás había imaginado que la persona en quien más había aprendido a confiar le ocultaría una vida llena de secretos.