Capítulo 22

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Era ya tarde en la noche. Jungkook seguía a Yoongi con la mirada. Este estaba terminando de acomodar las últimas cosas en el cuarto del más chico. Le había llevado toda la tarde, ya que los muebles y las pertenencias del joven no estaban en sus respectivos lugares. Cuando terminó, el pelinegro se dejó caer en la cama junto a su amigo.






—¿Cómo quedó?

—Muy bien, gracias —suspiró—. Lo siento, hyung. Debes estar cansado, y no puedo ayudarte en nada.

—No tienes que disculparte. En lugar de eso, a ver si te recuperas de una vez y me ayudas con todo.

—Es gracioso que digas eso con la intención de ser el malo, pero suenas más dulce de lo que crees.

—Yo no soy dulce.

—Que no lo quieras admitir es otra cosa.

—Mira, no quería llegar a esto, pero podría simplemente echarte a la calle, y--

—Estaba jugando. Eres el tipo más malvado de todo el mundo ¡Por favor, no me haga daño, oh, poderoso señor Min! —gritoneó exageradamente mientras cerraba sus ojos y apretaba sus puños.

—No seas imbécil.






Jungkook rió suavemente, y miró a Yoongi, curioso. Este alzó una ceja.






—¿Qué?

—¿Irás al cumpleaños de Jimin?

—No lo sé... —se sentó, rascó su cabeza.

—¿Le dijiste que no estás seguro?

—No puedo decirle eso. Ya hice que pasara bastantes malos ratos como para que ahora tuviera que agregarle que podría ausentarme a un evento tan importante para él. Es lo mínimo que puedo hacer.

—¿Y por qué no vas?

—Tú no lo entiendes... has estado trabajando para Kang sólo por unos meses. La vida que llevabas antes de que eso pasara no está tan lejos de la que tienes ahora. Sólo entregabas pedidos en lugares pequeños y fuera de peligro, y venías a misiones con nosotros muy de vez en cuando. No es para ti un problema volver a lo que era habitual en tu vida. Sin embargo, yo pasé casi diez años con él. Me metí en lugares peligrosos, fui atrapado por la policía en otras ciudades, la gente sabía a qué me dedicaba y se alejaba de mí, maté personas, vi morir otras... pasar de eso a una vida normal en donde tengo que hacer de cuenta que nada pasó, que cuando la policía me vea no va a querer atraparme, que la gente no me va a señalar y a mirar con mala cara por mi pasado o que no hice nada para lastimar a otra persona es demasiado complicado.






Jungkook intentó sentarse con mucho esfuerzo, pero lo logró. Miró seriamente a Yoongi, prestando atención a lo que estaba contando.






—Todavía tengo una vaga idea de lo que es una reunión en familia —siguió contando, y su voz sonó triste—. Aunque seas un desconocido, siempre se te acerca alguien a preguntarte quién eres, qué haces, a qué te dedicas... eso va a suceder en la reunión.

—Puedes simplemente inventar algo.

—Pero no lo entiendes —negó con la cabeza—. Lo que tú dices puede ser lo más simple del mundo, pero estoy harto de fingir ser alguien que no soy. Quiero... empezar a ser una persona nueva. 

—No tienes por qué ser una nueva. Basta con que seas quien siempre fuiste, pero que nunca te dejaron ser. Finge sólo si alguien te pregunta algo de tu pasado, pero no frente a Jimin. Los demás pueden olvidarlo, tal vez no los vuelvas a ver en mucho tiempo, pero sí a él, y es a quien tienes que decirle la verdad. Además, te entenderá si inventas algunos hechos de tu vida. Después de todo, ya sabe la verdad.

Two-faced guy [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora