Capítulo 23

1.1K 202 27
                                    

El único sonido que se podía escuchar en el patio de los Park era el de las cálidas y divertidas conversaciones en el interior del hogar. Quienes estaban festejando dentro, poco sabían lo que estaba sucediendo afuera.

Yoongi clavó su mirada en un punto fijo del suelo mientras fruncía sus cejas. No podía creer que todo ese tiempo había estado más cerca de su enemigo de lo que pensaba ¿Y por qué no? Tal vez Jimin había sido el traidor más grande de todos al haber fingido ser inocente y no saber nada con el fin de acercarlo a Jay.







—No sé qué estés intentando —dijo el otro chico, dando una calada a su cigarrillo—, pero sea lo que sea no me gusta para nada ¿Venir a mi casa? Eso ya es demasiado.

—Vine aquí por Jimin, pero ahora me temo que me iré. No sé qué tenían pensado ustedes o qué plan hayan armado para traerme hasta aquí, pero--

—Ah, no... Jimin, mi familia... no saben nada de esto ¿Crees que sería uno de sus familiares favoritos si lo supiera? Todos se tragaron el cuento del gran puesto en una empresa cuyo nombre ya no recuerdo desde hace mucho tiempo, y funcionó. Y si tú llegas a decir una palabra--







La puerta que daba al patio trasero se abrió, revelando a Jimin. Este, al haber visto al otro par allí afuera, sonrió ampliamente.







—¡Los estaba buscando!

—Sólo salimos a fumar un rato.

—Ya veo... es bueno ver que se llevan bien. A decir verdad, hacía un tiempo que tenía ganas de que se conocieran.

—Bueno... ya lo hicimos, ¿Verdad, Yoongi?







El pelinegro asintió. Su semblante se encontraba serio y su mirada aún seguía fija en el piso.







—¿Estás bien, hyung?

—¿Qué? —lo miró— Ah, sí. Lo siento.

—Jimin, está muy frío aquí afuera ¿Por qué no entras? En un rato iremos contigo.

—Bien, estaré con Namjoon.

—¿¡Qué!? —preguntó Yoongi, recordando la gran confesión de su amigo, y luego carraspeó— Digo... ve, no importa. Ten cuidado.

—¿Por qué? Es Namjoon hyung.

—Sólo ve, Jimin, ¿Sí?







Confundido, el muchacho dio media vuelta y volvió a ingresar a su casa. Cuando los otros dos quedaron a solas nuevamente, Ji Hyun soltó un largo suspiro.







—Ya es un hecho que a donde sea que te vea intentaré matarte —fijó su mirada en el cigarrillo entre sus dedos, como si el mismo fuera lo más importante—, pero definitivamente te destruiré si le haces daño a Jimin.

—Yo no haría tal cosa. Además, por más que hayan pasado cosas entre nosotros, ya dejé el tráfico. No hay necesidad de que peleemos en el futuro.

—¿Acaso piensas que voy a caer en ese viejo truco? ¿Que creeré tus palabras para no atacarte y que así tú puedas moverte primero?

—Piensa lo que quieras —se encogió de hombros, restándole importancia a las palabras del otro muchacho.

—Escucha una cosa... vamos a dejar esto de lado aquí. Entraremos a la casa y volveremos a ser dos hombres que se acabaron de conocer y que se llevan bien. Lo demás lo dejaremos para después.

—No hay nada que dejar para después. Todo se terminó.







Ji Hyun frunció el ceño, sintiendo que las palabras del pelinegro eran una especie de burla para él, como si lo que Yoongi le había dicho fuera la mentira que él creía; como si el hecho de que se lo siguiera reiterando fuera nada más y nada menos que para dar a entender que era lo suficientemente ingenuo como para que cayera hasta en la más simple de las trampas. Con eso en mente, caminó hacia la puerta que daba al interior de su hogar y entró, chocando el hombro de Yoongi en el camino. Este tardó unos segundos en haberlo seguido. Cuando lo hizo, suspiró pesadamente y buscó con su mirada al responsable de su presencia en aquella fiesta. Como era de esperarse, Jimin estaba pendiente de la puerta. No tardó casi nada en haberse levantado para ir a buscarlo. Una vez que estuvo frente a él, le sonrió.







Two-faced guy [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora