Había muchas cosas en el mundo que Jimin adoraba. Una de ellas era hacer muchos amigos. Tal vez no tenía demasiados a su alrededor, pero, si había alguno a su lado, él sentía la necesidad de hacerlo feliz. Por esa razón, aquella tarde, había invitado a Jungkook a un café. Sabía que no se quedarían a charlar, y que el menor estaba ansioso por llegar a la casa de los Park para visitar a Taehyung, pero ese instante que compartiría con él hasta llegar podía ser diferente.
Una vez dentro del café, Jimin aguardó pacientemente a que la muchacha que atendía el local preparara su pedido. Antes de que ella pudiera terminar, el pelirrubio notó la presencia de alguien a su lado. Giró su cabeza y se encontró con un chico. Era un poco más alto que él, pero se veía uno o dos años más joven. Estaba íntegramente vestido de negro, y una enorme bufanda cubría su rostro hasta por encima de su nariz.
—Sí que hace frío afuera, ¿eh? —preguntó el sujeto.
—Bastante, sí.
—Tal vez demasiado... tuve que parar aquí porque mi amigo no se sintió bien. No se abrigó lo suficiente esta mañana, y creo que ahora está enfermo. Fue al baño a lavarse la cara, pues creyó tener fiebre.
—Oh... qué mal —negó con la cabeza—. Ojalá se mejore pronto.
—Sí, yo también lo--
El chico frunció el ceño. Se podía escuchar la melodía de su celular, que estaba en uno de los bolsillos de su chaqueta. El chico lo sacó y atendió.
—¿Hol--? —llevó una de sus manos a su cabeza, preocupado—. Dios mío... aguarda ahí, ¿sí? Ya voy contigo.
Cuando cortó la llamada, el joven bufó y miró a Jimin. Sus ojos parecían demostrar que se sentía avergonzado por algo.
—Disculpa... no quisiera molestarte, pero mi amigo me llamó. No se siente nada bien y acaba de caerse en el baño. Mi auto está afuera y tengo que llevarlo al hospital. Es bastante grande, así que necesitaría de tu ayuda. Yo... entenderé si me dices que no.
—Yo... uh...
Jimin miró a su alrededor. Todo parecía en orden. Él sabía que debía tener cuidado, pero ese chico parecía estar diciendo la verdad.
Sabía que si alguien necesitaba ayuda de verdad, él jamás se perdonaría no haber cooperado.
Tras haber aceptado, Jimin siguió al otro muchacho, quien corrió hacia uno de los baños. Una vez adentro, frunció el ceño.
No había nadie desmayado. Solo había un joven con su rostro cubierto, pero con sus ojos a la vista.
Unos ojos que no confundiría jamás.
Después de eso, todo se volvió negro.
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Two-faced guy [Yoonmin] ©
FanfictionJimin era un experto en sospechar que los demás escondían cosas, pero jamás había imaginado que la persona en quien más había aprendido a confiar le ocultaría una vida llena de secretos.