Capítulo 27

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La reunión en la casa de Yoongi aún seguía su curso. Ya habían cenado todos y se encontraban sentados en la sala. A pesar de que estuvieran pasando un buen rato, había una persona que, tal vez, se estaba aburriendo un poco. Jungkook, quien no se encontraba tan entretenido como el resto, soltó un bufido y dio una rápida mirada a todos.

Por un lado, en uno de los sillones, Yoongi hablaba animadamente con Jimin, quien seguía sentado sobre sus piernas. Ninguno podía decir una palabra sin tomar las manos del otro o hacer algún mimo. Y de un momento a otro, se sonrieron y comenzaron a besarse. Luego de haber arrugado su nariz ante lo que estaba viendo, Jungkook miró hacia otro lado.

Hoseok y Seokjin se encontraban hablando con Namjoon. Si bien no se habían conocido tan bien, habían llegado a hacerse amigos en el tiempo en el que habían trabajado juntos. Tenían mucho de qué hablar. De alguna forma, el menor de los siete no se sentía muy cómodo metiéndose en su conversación.

Por último, le dio una mirada a Taehyung, quien estaba a su lado leyendo algo en la pantalla de su celular. Sabía que, de todos ellos, probablemente era el que estaba más aburrido.



—Oye, Tae...

—¿Qué pasa? —guardó su teléfono.

—¿Quieres ir a dar una vuelta?

—¿A estas horas de la noche?

—No pasará nada, lo prometo. Además, cualquier cosa sería mejor que estar aquí... ¿O quieres que vayamos con Jimin?

—Por favor, no —rió suavemente—. Me convenciste.



Después de haberse carcajeado, sin siquiera haber dado un aviso de su partida, los dos chicos se marcharon por la puerta de la cocina, pasando desapercibidos. No querían que nadie les hiciera preguntas.

Cuando ambos llegaron al frente de la casa, Taehyung dejó salir un largo suspiro y miró a su alrededor.



—¿Y ahora qué?

—No sé —se encogió de hombros—. Vamos por ahí.

—¿A hacer qué?

—Lo que sea. Tú elige.

—No lo sé. Tengo muchas cosas dando vueltas por mi cabeza últimamente... creo que cualquier cosa que me ayude a despejarme sería genial.

—¿Y qué haces cuando necesitas relajarte?

—Pintar.



Jungkook sonrió de costado. Él no lo admitía muy seguido, pero pintar también hacía que se tranquilizara. Y a decir verdad, él también lo necesitaba.



—Algo me dice que necesitas esto por lo que me contaste de tus padres, ¿Verdad?

—Sí, así es.

—Y también mencionaste que se fueron de viaje, ¿No?

—Exacto... ¿Pero qué tiene que ver?

—Tiene mucho que ver.



Jungkook sacó del bolsillo de sus pantalones un juego de llaves. Luego, señaló con su cabeza la motocicleta de Yoongi.



—¿Subes?

—No puedes conducir, todavía.

—¿Quién eres? ¿Mi doctor? Me siento bien.

—No soy tu doctor, pero sé que él está dentro de esa casa, así que si no quieres que vaya y le diga lo que estás a punto de hacer, no manejes esa cosa.

Two-faced guy [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora