Two-faced guy [Yoonmin] ©

Capítulo 15

Los segundos pasaban. Estos parecían ser horas por el ambiente tenso que se había creado. Kang Joo Seung miraba serio a Yoongi, quien se encontraba del otro lado de su escritorio, con la cabeza gacha. Juntó sus manos frente a él sobre la superficie de madera y suspiró.

—Así que... vienes aquí por tu respuesta.

—Así es, señor.

—Lo habías escuchado bien, ¿No es así? Tú y Jeon debían atacar a los autos. Me enteré de que no fueron sólo ustedes.

—Eso fue algo que no pudimos controlar. Seokjin y Hoseok justo pasaban por allí con su auto y quisieron ayudarnos. Pensaban que nos habían atacado a nosotros. No tenían idea de que se había reprogramado lo que usted había planeado, o que no los iba a incluir a ellos. Nosotros lo hicimos —dijo, mintiéndole por primera vez—. Cumplimos con nuestra parte.

—Me temo que sí, si es que me estás diciendo la verdad.

—Lo hago.

—Desde que comenzaste con nosotros no has sido más que una máquina de crear mentiras a la gente para no ser atrapado, ¿Por qué habría de creerte, siendo tú tan hábil para eso?

—Porque pude haber ocultado cosas, pero jamás lo hice con usted... y porque realmente quiero mi libertad.

—Eso suena como si fueras un prisionero.

—Puede que lo sea. Ya no quiero esto para mí.

—De acuerdo. Bien. Te concederé eso que quieres, pero no quiero que vuelvas aquí. No quiero que vuelvas a poner un pie en mi casa. Si todo esto que construiste durante años te impide formar una vida allí afuera, no vuelvas rogando por ayuda, porque no te la daré. Mientras estuviste aquí, siempre tuviste mi apoyo, pero no quiero que confundas nada. Tú trabajabas para mí, y yo era tu jefe. Era sólo por el trabajo. 

Yoongi fingió no haberse sentido afectado por eso, ya que él siempre había pensado que el señor Jang era como un padre para él, aquel que le brindaba la protección que le estaba faltando de su verdadera familia.

—Descuide, no lo hago.

—Cuando veas a Jeon, dile lo mismo.

—Lo haré.

Yoongi tomó el arma que aún portaba en su cintura y la puso sobre el escritorio.

—¿Qué es esto?

—Bueno, ya sabe, ya no--

—No eres un maldito policía retirado, quédatela. La vas a necesitar.

—Lo dudo.

—Créeme.

—Pensé que no le importaba.

—Y es así, pero no voy a ocultarte la verdad. Llévatela y retírate. Es todo.

—Adiós, señor Kang.

Luego de haber estrechado su mano, se marchó del lugar. Miró la hora y mordió su labio inferior. No quería tardar demasiado. Jungkook aún estaba en el hospital, y no quería dejarlo solo.