Two-faced guy [Yoonmin] ©

Capítulo 29

Todo era silencio en casa de Yoongi. Él aún seguía apoyando el peso de su cuerpo en la puerta del frente, con miedo a que el atacante pudiera aparecer de nuevo. Luego de haber soltado un largo suspiro, caminó de vuelta hasta su habitación y aseguró de nuevo su arma, para guardarla en donde estaba. Al haberse agachado para agarrar la caja en la que debía ir la misma, que estaba debajo de su cama, vio allí a Jimin, quien se encontraba en la misma posición en la que estaba en el momento en que Yoongi se había ido.

—Ya puedes salir, Jiminnie. No pasa nada.

El menor obedeció, aunque estaba aterrado por salir de nuevo, ya que temía que volviera a repetirse lo de hacía un rato. En silencio y con movimientos temblorosos, volvió a meterse a la cama. Yoongi lo acompañó. Ambos estaban recostados boca arriba, con sus manos sobre sus estómagos.

—¿Qué--? ¿Qué sucedió, hyung?

—Es alguien que parece querer vengarse de mí.

—¿Vengarse?

—No pude ver su cara, pero estoy seguro de quién puede ser. Si es la persona que tengo en mente... tuvimos varios enfrentamientos, mató a muchos de mis compañeros, yo maté a algunos de los suyos al intentar defenderme, robamos de sus galpones lo que ellos habían robado de nuestro cargamento de droga... hay muchas cosas. Además, no es algo que me guste presumir justo ahora, pero yo era uno de los mejores en lo que hacía. Tal vez haya gente que no sepa que estoy retirado de esto, y que aún quiere matarme.

—¿Y qué ganarían con eso?

—El respeto de su banda y de las demás... sin mencionar que sacarían del camino a alguien que siempre supo cómo manejar todo y frustrar los planes que acabarían con los nuestros.

—Si esto fuera más fácil... bastaría con hablarles y contarles que ya no estás metido en esas cosas.

—Pareces mucho más despierto que hace un rato ¿Tan rápido superas los efectos del alcohol?

—Supongo que me asusté demasiado y eso terminó de despertarme. Nunca antes había escuchado disparos a una distancia tan corta.

—Pues... qué suerte que no haya sido a menos distancia —suspiró— ¿Ves a lo que me refería al inicio? Hablo de cuando nos habíamos empezado a conocer, cuando te alejaba.

—Sí, pero esto debe ser un gran malentendido, Yoongi.

—Aún así... es peligroso ¿Y si no te hubiera traído aquí? ¿Qué pasaba si seguías en ese sillón junto a la ventana, Jimin? Jamás me habría perdonado algo como eso.

—No es tu culpa, tranquilo.

Jimin giró su cabeza. Pudo notar el serio semblante del mayor, quien se notaba a kilómetros que estaba más que asustado. El muchacho lo arropó y lo abrazó tiernamente, tapándose él también. Besó con cariño su barbilla.

—Sé que eres un buen chico. Siempre lo fuiste. Que hayas hecho cosas no significa lo contrario. La elección que tomaste años atrás te llevó por un camino que ahora intentas revertir. Y aunque siguieras haciendo lo mismo, tú mismo me dijiste una vez que jamás te habías sentido cómodo con esta vida. Si actuabas con violencia, era porque así te lo ordenaban, o porque era tu única opción para defenderte. No eres malo, nunca lo fuiste.

—A veces me pregunto qué clase de ser extraño eres, Jimin. No pareces una persona. Las personas siempre andan juzgando y evitando a la gente como yo.

—Sólo soy una persona diferente, que te ve de forma diferente.

El pelirrubio levantó su cabeza para ver a Yoongi a la cara. Este sorbió por su nariz, sintiendo cómo un par de lágrimas mojaban sus mejillas. Y es que había estado más que preocupado hacía un rato. Cuando había oído el sonido de las balas, todos los malos pensamientos acerca de su persona habían vuelto... sumado a las ganas de alejar a Jimin por su propio bien.