Two-faced guy [Yoonmin] ©

Capítulo 34

La mañana había llegado. Tanto el sol, como el ruido de alguien preparando el desayuno en la cocina habían logrado despertar a Yoongi. Este arrugó su nariz y abrió sus ojos, sobresaltándose un poco ante la imagen de Jimin, quien se encontraba sobre su pecho, mirándolo con una amplia sonrisa.

—Buenos días, Yoongi.

—Hola... veo que dormiste bien.

—Bastante, sí. Veo que eres todo un dormilón... y que no dejaste de abrazarme en toda la noche.

—Tenía frío.

—Fingiré que dijiste que me abrazaste porque querías hacerlo.

—Jamás te cansas de rogar indirectamente para que te diga lo que quieres escuchar, ¿Verdad? —apretujó sus mejillas con una de sus manos y besó sus labios sonoramente— Eres terrible, Jiminnie.

—¿Está mal querer que me quieras? —alzó una ceja.

—Ya lo sabes...

—¿Qué cosa? No voy a saber nada hasta que no me lo digas.

—Pues te quedarás con la duda.

—¡No seas malo!

De pronto, se oyeron sonidos de platos siendo apoyados sobre la mesa. Jimin se paralizó y tapó su boca con ambas manos.

—¡No estamos solos! —dijo en un susurro.

—Ya lo sabías —se encogió de hombros.

Sonidos de pasos se oyeron cada vez más cercanos al cuarto en donde los dos se encontraban, y Jimin, tras haber chillado, se escondió bajo las sábanas. Segundos después, la puerta de la habitación se abrió, dejando ver a Jungkook, quien se metió a ella y miró a su amigo, cruzado de brazos.

—El desayuno ya está listo.

—¿Qué es eso de entrar de esa forma a mi cuarto? Qué mocoso irrespetuoso...

—Lo siento.

Jungkook volvió a salir y cerró la puerta. Luego, procedió a golpearla y a entrar nuevamente.

—Buenos días, hyung. Buenos días, extraño bulto en la cama de Yoongi que hizo mucho ruido, anoche ¿Gustan desayunar? He preparado todo para ustedes.

Lentamente, Jimin sacó la cabeza de abajo de las sábanas y miró a Jungkook —aunque no a los ojos—, más que sonrojado.

—Ho--hola, Jungkook, buenos días. Lo siento mucho.

—No es nada. La próxima, deben avisarme. No soy un niño chiquito, pero aún puedo sufrir traumas, ¿Saben?

—Eres un exagerado.

—¿Vienen o no?

—Ahora vamos.

—Genial. Los dejo solos.