La bruja vio todo... y más 🔮

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Capítulo 9


— ¡Que un tuerto y una araña coja me protejan! — suplicaba Socorro. — ¡Tú estás embrujado!


— ¿Cómo lo sabe? — preguntó ansioso. — ¿Puedo deshacerme de este asqueroso cuerpo?


— ¡Eres un ladrón de cuerpos! — acusó la mujer. — ¡Aléjate de mí!


La adivina salió despavorida del lugar ante la mirada confusa de Thiago.


Ir de shopping. Esa era la actividad favorita de Abigail, en especial en un momento así.


Por alguna razón, la rubia no podía dejar de pensar en lo que Socorro le había dicho.


¿Sería cierto que Ramiro era el amor de su vida, a pesar de todo?


Mmmmm... No sería descabellado... Eso explicaría por qué no ha tenido suerte con ninguna de las citas por las que pasó desde que terminó con él.


Todo lo que la bruja le había dicho acerca de sus temores coincidió con cómo se sentía.


Pero no, no era posible. Ramiro le había dado buenos años, pero echó todo por la borda al salir al mismo tiempo... ¡Con su prima!


Aún recordaba cuando entró a aquel restaurante por casualidad y encontró a su prima, que era como una hermana para ella, en los labios de su novio.


¿Cómo podía ser ese infiel y engreído, el amor de su vida?


¡Era insólito!


Definitivamente esa bruja estaba loca, seguramente era una charlatana a la que el mismo Ramiro le pagó para que le dijera todas esas cosas.


Otro asunto que le preocupaba eran los cambios que su mejor amigo estaba teniendo.


En cuestión de días, Oliver tenía nuevos gustos y su comportamiento era totalmente diferente.


Parecía otra persona.


De tienda en tienda, Abigail encontró a Carolina, que también estaba de compras intentando superar su ruptura amorosa.


No era la primera vez que Carolina y Thiago terminaban, pero sí era la primera vez que su, ahora ex, la trataba así.


Digamos que la relación entre Carolina y Abigail no llegaba al odio que se tenían Oliver y Thiago, pero nunca fueron las mejores amigas.


En especial, cuando Abigail salió con Thiago en medio de uno de esos tantos rompimientos que el ojigris tuvo con Carolina.


Carolina siempre fue la típica chica popular, mientras Abigail era la de mejores calificaciones de la clase.


— Vaya... — suspiró la castaña de cabello corto. — Tantos lugares que hay para ir de shopping y coincidimos en el mismo.


— Pienso igual... Hay que tener poca vergüenza para estar aquí mientras dejas a tu hija en manos de Thiago...


¡ESTE NO SOY YO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora