Capítulo 6
— Te hice una pregunta... — insistió Abigail. — ¿Por qué tienes el celular de Oliver, Thiago?
— Yo... Eh... — tragó grueso. — Me equivoqué de teléfono... Sí, eso... Y entonces él tiene mi teléfono y yo tengo su teléfono...
Abigail arqueó una ceja incrédula.
— Si quieres puedo enviarle una nota de voz a mi teléfono para que él lo escuche... — sugirió el castaño. — ¿Qué quieres que le diga?
— ¡Por supuesto que no voy a decirte a ti lo que quiero preguntarle a Oliver, cavernícola!
Oliver respiró aliviado cuando por fin la vio alejarse. La situación era bastante tensa y él se sentía atado de pies y manos al no poder explicarle a su amiga lo que estaba pasando.
No le iba a creer, él mismo no lo creería de no encontrarse en esa situación.
Si así había reaccionado Abigail por un simple celular, Oliver no quería ni imaginarse lo que podría pasar de llegar a contarle a su amiga la verdad y ella pensara que le estaba jugando una broma.
Como mínimo lo dejaría en el hospital, eso seguro.
Con mil cosas en la cabeza, el escritor regresó a casa de Thiago, donde debía mantenerse hasta que esta situación pasara.
Mientras tanto. Thiago caminaba por el centro de la ciudad deseando que todo formara parte de una pesadilla.
Esta situación también era bastante difícil para Thiago. Él, que siempre había sido un chico atlético, conquistador y sin límites, ahora estaba atrapado en el cuerpo de un chico frágil y normal, que para su mayor desgracia, siempre había odiado.
Oliver había sido capaz de terminar con Carolina, con su novia. Es complicado imaginar que alguien tan adicto a las mujeres como Thiago podría siquiera sentir algo por alguien, pero al menos su relación con Carolina había sido la que más había durado en el tiempo.
Ellos también estudiaron juntos, Carolina era la típica chica popular y él el típico chico popular. Digamos que eran el uno para el otro y estaban destinados a estar juntos.
Pero Carolina se fue a vivir a Italia después de la graduación y tuvieron que darse un tiempo. Por suerte, ella regresó años después y volvieron a retomar su relación.
Carolina solía ser celosa y dramática, pero así la quería. Él le juró fidelidad y ella le creyó, pero eso no se ha cumplido, porque por las manos de Thiago han pasado muchas, pero muchas mujeres.
Otra cosa que lo atormentaba era ver como Oliver había cambiado su aspecto. Él, que siempre había sido alguien con estilo, lucía ahora un perdedor que usaba camisa abotonadas y suéteres.
Pero eso no podía quedar así. Thiago tenía que vengarse, claro que tenía que vengarse.
Fue entonces cuando, entre recuerdos y pensamientos, el DJ quedó justo frente a una barbería.
Y el ahora pelirrojo sonrió levemente.
En casa de Thiago. Oliver escuchó algunos ruidos que provenían de la cocina, pero se acercó a mirar y no encontró nada.
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¡ESTE NO SOY YO!
MizahEsta podría ser la historia de una amistad, una amistad preciosa. De hecho, me encantaría poder contarles la historia de dos chicos geniales, que hace años se hicieron grandes amigos y se quieren como hermanos. Me encantaría poder contarles esa hist...