¡Sábado en la noche!💃🏻

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Capítulo 27


Al día siguiente. Un desesperado Octavio con visibles ojeras tocaba la puerta de su vecino del frente a primera hora de la mañana.


Thiago, un tanto adormecido, le abrió.


— ¿Qué quieres, pap... Octavio? — le preguntó. — Son las 7:00 am y todos están durmiendo...


— Disculpa, Oliver. Estoy preocupado, Thiago no aparece por ninguna parte.


— ¿No pasó la noche en casa? — preguntó fingiendo desconocimiento.


— No, siempre me había amenazado con irse de casa, pero nunca lo había cumplido. Temo que algo malo pueda pasarle.


— Yo creo que va a aparecer en cualquier momento...


— Tú sabes dónde está, ¿cierto?


El pelirrojo asintió lentamente.


— Dile que nunca lo golpearía... — tragó grueso. — Sería incapaz de golpear a mi único hijo...


— Se lo diré, cuando lo vea...


— Díselo... — suplicó. — También dile que a veces me saca de quicio, pero que la mayoría de las veces, me enorgullece. Y que valoro mucho que persiga sus sueños, así tenga que desobedecerme para lograrlos.


El DJ abrió sus ojos en sorpresa.


— ¿De verdad?


— Así es. También quiero que le digas que estas cosas ocurren, que estos desencuentros entre padres e hijos son normales, en menor o mayor medida... — hizo una pausa. — Pero lo más importante de todo, dile que quiero que regrese conmigo a casa.


— Thiago me dijo que podía regresar por un tiempo, mientras consigue otro sitio dónde vivir...


— Convéncelo para que no lo haga... — su voz se quebró. — Prometo ser más comprensivo y menos duro con él...


— Octavio, quiero que sepas que Thiago también siente pena por lo que te dijo delante de tu personal. Él te puso en evidencia, eso no estuvo bien y lo reconoce.


— Gracias por todo, Oliver...


Y en ese momento, Thiago vio a su padre llorar por primera vez mientras se fundían en un abrazo.


Minutos después. El DJ subía emocionado a la casa del árbol. Su felicidad era indescriptible.


— ¡Tenías razón, Oliver! — exclamó. — ¡Mi padre está preocupado por mí y me pidió perdón!


— Te lo dije, solo había que mantenerse firme.


— Supongo que ahora sí vas a regresar a casa...


— Sí... Además, dormir aquí es incómodo...


— Si no hubiese sido por ti, jamás se me habría ocurrido algo así...


¡ESTE NO SOY YO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora