Capítulo 5
Aún en su casa. Oliver, en el cuerpo de Thiago, tomaba su celular de la mesa.
— Thiago, es hora de que bajes, nadie te estará mirando.
— ¡No voy a salir! — exclamó el otro desde el segundo piso. — ¡Parezco un perdedor!
— No importa lo que parezcas. Recuerda que no eres tú, soy yo.
— ¡No quiero que nadie me vea así!
— Thiago, baja ahora mismo. No lo repito más.
— ¡Dije que no!
El escritor respiró profundo.
— ¡Thiago, baja tu trasero ahora mismo hasta aquí y deja de lloriquear como una niña!
En contra de su voluntad, el DJ comenzó a bajar lentamente las escaleras. Llevaba puesto el suéter verde que Oliver había escogido para él. El ahora ojiverde se sentía ridículo, ese no era su estilo en lo absoluto.
— Qué lindo me veo... — sonrió Oliver.
— ¡No te burles! — exigió.
— Concéntrate y respira. Ya practicamos todo lo que tienes que decir. ¿Lo recuerdas?
— Sí...
— Repasémoslo...
El otro bufó en lo alto.
— Hola, soy Oliver Quiroga. Estoy muy feliz de escribir mi segundo libro, del que no revelaré mucho porque quiero que sea sorpresa.
— ¿Ves? Todo va a salir bien. No tienes que inventar nada más. Con que digas eso es suficiente.
— ¿Por qué tengo que hacerte este favor a ti?
— Porque me lo debes — recordó. — Por tu culpa estamos en esta situación. Yo no tengo nada que ver con lo que le hiciste a Renata e igual me involucraron en esto.
El castigo para Thiago era doble, no solo estaba atrapado en el cuerpo de su enemigo número uno, ahora también debía comportarse como él.
El ahora ojigris extendió su mano.
— Dame las llaves de tu auto y tu carnet de conducir.
— ¿De mi convertible rojo? — frunció el ceño. — ¡Jamás! Tú no sabes conducir porque eres gay y los gays no saben conducir.
— Te hace falta tanto por aprender, Thiago. Sí tengo carnet para conducir, pero no tengo auto porque el combustible le hace daño al medio ambiente. Además, tengo tu rostro.
— Eso es ridículo, ¿a quién le importa el medio ambiente? ¡No puedo hacerlo!
— Sí, sí puedes. Esta es una gran oportunidad para mí y no voy a permitir que la eches al vacío por una tontería.
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¡ESTE NO SOY YO!
HumorEsta podría ser la historia de una amistad, una amistad preciosa. De hecho, me encantaría poder contarles la historia de dos chicos geniales, que hace años se hicieron grandes amigos y se quieren como hermanos. Me encantaría poder contarles esa hist...