Capítulo 23
Como de costumbre, el volkswagen amarillo de Abigail volvió a averiarse, por lo que la rubia quedó varada en medio de la nada y tuvo que comenzar a caminar en dirección a la estación de autobús más cercana para no llegar tarde a su trabajo.
De pronto, Kike miró desde su ventana del autobús a la presentadora en plena vía y no dudó en pedirle al conductor que se detuviera de inmediato.
— ¡Abigail! — exclamó desde la puerta. — ¿Qué le pasó a tu auto?
— Me dejó varada.
— Yo no tengo un auto, pero te invito a subir a este autobús. Al menos tendremos chofer.
La rubia subió y ambos se tomaron de la mano durante todo el trayecto.
— ¿Qué te parece? — preguntó el de anteojos. — Subir a un autobús no es tan malo después de todo, ¿cierto?
— Este es el mejor paseo que he tenido en mi vida...
— Eso es lo único que quiero, hacerte feliz... — sonrió el otro. — Te amo, Abigail...
La presentadora abrió sus ojos en sorpresa.
— ¿De verdad?
— ¿Te puedo dar un beso?
Con algo de timidez, la chica asintió.
Pero nuevamente, Kike fue directo a su mejilla...
— ¡Un momento! — protestó la otra. — ¡Tú no puedes dejarme otra vez con ganas de más!
— ¿Perdón?
— ¡Yo quiero un beso de verdad!
Entonces, la chica tomó la iniciativa y atrayendo al operador hacia ella, le estampó un beso.
Mientras tanto. El agua caliente caía en el rostro de Thiago y pronto comenzó a acariciar sus abdominales con el jabón.
Un momento... ¿Sus abdominales?
Confundido, se colocó una toalla alrededor de la cintura y al salir de la ducha pudo notar que estaba en el baño de su casa.
Y al mirarse en el espejo... ¡Era él otra vez!
¡Sí¡ ¡Thiago había regresado a su cuerpo, con sus músculos, sus ojos grises y su desarreglado cabello castaño!
En ese momento, Oliver entró al lugar con una sonrisa pícara en su rostro.
— ¡Oliver, regresamos a nuestros cuerpos! — exclamó con alegría.
— Eso no es lo importante ahora... — se acercó a él. — Thiago, ¿cuándo vas a dejar de fingir?
— ¿Fingir? — preguntó confundido. — ¿De qué estás hablando?
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¡ESTE NO SOY YO!
HumorEsta podría ser la historia de una amistad, una amistad preciosa. De hecho, me encantaría poder contarles la historia de dos chicos geniales, que hace años se hicieron grandes amigos y se quieren como hermanos. Me encantaría poder contarles esa hist...