Capítulo 31
Thiago chocaba torpemente con los labios de Oliver, pero logró tomar el control del beso hasta que el escritor reaccionó y tomo distancia del otro.
— Espera... Espera... — arqueó una ceja. — ¿Qué significa esto, Thiago?
— Oliver... — tragó grueso. — Perdóname... Yo... No sé...
— Eso está bastante claro, tú no sabes nada.
— Creo que fue un impulso... — intentó excusarse. — Yo solo quería ofrecerte disculpas, nada más...
— Y lo hiciste. Me ofreciste disculpas por haber sido tan cruel conmigo, yo las acepto y ahora debemos regresar a la fiesta, ¿está bien?
— Pero no he terminado, lamento mucho haberte empujado al agua.
— Tranquilo, hagamos como que no me empujaste y que yo me caí porque siempre he sido torpe.
— Es que tú logras descolocarme siempre, Oliver. Me molesta que siempre me subestimes. Cada vez que estoy contigo siento que tengo que demostrarle algo al planeta.
— Deja el drama. Mejor regresemos a la fiesta.
— Pero es que yo necesito...
— ¡Basta! — demandó el ojigris. — ¡Vámonos de aquí!
— ¡No nos vamos! — lo sujetó del brazo. — Quiero aprovechar que estamos solos para...
El otro se zafó de su agarre.
— Si tú no te vas, me iré sin ti.
El escritor comenzó a bajar las escaleras, pero Thiago fue tras él.
— ¡Oliver, espera! — lo detuvo.
— ¿No entiendes español? — inquirió. — Quiero pasar la página y regresar a la fiesta.
— A quien no entiendo es a ti — indicó. — ¿No puedes hacer un esfuerzo y escucharme? Para mí sí fue muy difícil buscar el valor para hablarte.
— ¿Qué más me tienes que decir? Ya te disculpé por haber sido cruel conmigo.
— ¿Y por el beso? — indagó. — ¿También tengo que pedirte disculpas por el beso?
— Te conozco, sé que estás jugando conmigo.
Aquel tono de desconfianza enfureció por completo al DJ, que atrajo el cuerpo que anteriormente le pertenecía hacia él, quedando a milímetros de distancia.
— ¿De verdad crees que estoy jugando contigo, Oliver Quiroga?
— Creo que... estás confundido... Estos días han sido difíciles... para ambos... — tragó grueso. — Además... en teoría... acabas de besarte a ti mismo... Eso es raro...
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¡ESTE NO SOY YO!
HumorEsta podría ser la historia de una amistad, una amistad preciosa. De hecho, me encantaría poder contarles la historia de dos chicos geniales, que hace años se hicieron grandes amigos y se quieren como hermanos. Me encantaría poder contarles esa hist...