Capítulo 36
— Dime dónde estás, Abigail — suplicó Thiago.
— Imbécil... — dijo Renata. — Si te dice dónde está, no sería un secuestro...
— Hija de... — hizo una pausa. — ¡Deja a Abigail en paz! Ella no tiene nada que ver con nuestros asuntos.
— Pero tiene que ver con Oliver, cuando él sepa que Abigail está secuestrada por tu culpa, te odiará.
— ¡Basta, Renata! ¿No te parece suficiente con lo que nos hiciste a Oliver y a mí? — cuestionó. — ¿Qué piensas lograr secuestrando a Abigail?
— De momento, ver lo fácil que es vencerte. Sé que estás en Los Ángeles firmando el contrato de tus sueños, así que quise convertir tus segundos de gloria en una completa pesadilla.
— ¡Cuando te encuentre te arrancaré la cabeza con mis propias manos!
— No me amenaces, porque la amiga de tu querido enemigo puede pagar las consecuencias.
— No le hagas nada, por favor.
— Entonces, sé obediente, Thiago. A partir de ahora vas a hacer todo lo que yo te diga.
— ¿No te parece suficiente con lo que me has hecho a mí? Involucraste a Oliver cuando él no tenía nada que ver en esto, ahora quieres hacer lo mismo con Abigail.
— Tú hiciste sufrir a muchas chicas y ahora vas a pagar por todas.
— A algunas les encantaba que las hiciera sufrir, créeme.
— Te aseguro que a Abigail no... — hizo una pausa. — Y a mí tampoco...
— Necesito una prueba de que Abigail está bien.
— ¿Qué parte de su cuerpo quieres que te envíe a Los Ángeles?
— Solo quiero la certeza de que Abigail está fuera de peligro, ponla al teléfono.
— ¡Thiago! — exclamó la rubia. — ¡Ayúdame!
— Abigail, ¿cómo estás? — preguntó el ojiverde. — Dime algo que recuerdes...
— ¡Te odio, Thiago! ¡Ojalá no te hubiera conocido nunca!
— No tenías que ser tan sincera... — gruñó. — Dame una pista de dónde estás...
— Solo sé que está oscuro y hace mucho frío...
— Voy a colgar... — interrumpió Renata recuperando el teléfono.
— De acuerdo, Renata. Haré lo que me digas, pero por favor, no le hagas daño a Abigail.
— Así es como quería verte, rogándome. No vayas a la policía, ni le digas nada de esto a nadie.
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¡ESTE NO SOY YO!
فكاهةEsta podría ser la historia de una amistad, una amistad preciosa. De hecho, me encantaría poder contarles la historia de dos chicos geniales, que hace años se hicieron grandes amigos y se quieren como hermanos. Me encantaría poder contarles esa hist...