Capítulo 8
— Espe... Espera... — balbuceaba el DJ. — ¿Estás diciendo que esta bebé es mi hi... hija de Thiago?
— No lo estoy diciendo, estoy segura. Esta bebé es de Thiago.
— Es imposible... Yo... Thiago siempre ha usado protección...
— Pues no usó protección hace un año y medio en la disco Cristi's.
— ¿Qué estás buscando? — cuestionó. — ¿Dinero?
— No, no quiero dinero.
— ¿Eres rica?
— Tampoco, soy modelo. Trabajo para una agencia.
— No lo entiendo. Si no quieres dinero, ¿qué vienes a hacer acá?
— Vine para que Thiago conozca a su hija y recupere el tiempo perdido.
— ¿Tiempo? — cuestionó incrédulo. — ¡Solo tiene seis meses! Además, yo soy... Quiero decir... Thiago es un DJ muy ocupado y precisamente tiempo es lo que no tiene.
— Pero veo que tiene una buena casa... — dijo mirando de reojo el lugar.
— Sin ofender, pero Thiago me dijo que tú eras muy... eh... alegre... Ese verano fue muy largo y ahí había mucha gente, ¿por qué el padre tiene que ser precisamente él?
— ¿Crees que soy de esas que se va acostando con cualquiera?
— ¿Qué huele así? — preguntó el otro haciendo un gesto desagradable con la cara.
— ¡Oh! Me temo que la bebé se hizo de nuevo... — lamentó. — Es una máquina de hacer popó. ¿Dónde puedo cambiarla?
— Sígueme.
El ojiverde la llevó a su habitación. Allí, Pamela comenzó a cambiarla. Sacó de su bolso, pañales y pomadas.
— ¿Se hizo mucho? — preguntó Thiago.
— Sí... — dijo ella totalmente concentrada en la bebé. — Añuñuñú...
— ¿Cómo se llama?
— Evelyn.
— Qué lindo nombre... ¿Cada cuánto tiempo le cambias el pañal?
— Las veces que sea necesario...
— Entonces tiene seis meses...
— Así es... ¿Cuándo va a regresar Thiago?
— No lo sé, pero puedo llamarlo y le pregunto... Y te llamo... — suspiró. — No lo va a creer...
— Oliver, estoy dispuesta a hacer lo necesario para que Thiago la reconozca — indicó la chica. — Abogados, juicios, una prueba de ADN o lo que sea. No me importa, es por el bien de mi hija.
— Tranquila, podemos llegar a un acuerdo.
Los ojos de Pamela comenzaron a humedecerse.
— No te pongas así. Vamos a llegar a una solución.
— Disculpa, tengo un poco de sed. Quisiera un vaso de agua.
ESTÁS LEYENDO
¡ESTE NO SOY YO!
HumorEsta podría ser la historia de una amistad, una amistad preciosa. De hecho, me encantaría poder contarles la historia de dos chicos geniales, que hace años se hicieron grandes amigos y se quieren como hermanos. Me encantaría poder contarles esa hist...