NO ENGAÑES A MI CORAZÓN

Una boda impuesta:chantaje (tercera parte)

Dos meses después cuando volvió monsieur Jiraiya, Naruto estaba tan feliz de por tener un amigo de su misma edad que solo un asesinato hubiera podido separarlos.

Al principio, Jiraiya se había sentido complacido de ver que Naruto había encontrado un joven doncel tan educado que le hiciese compañía..¡él mismo debió de pensarlo! pero la verdad había salido a la luz cuando comenzó a interrogarlo sobre la familia de Haku. ¿Como era posible que sus padres la permitieron abandonar el hogar a tan tierna edad?

Naruto había considerado la posibilidad de mentir. Solo Haku y él sabían la verdad y ambos estaban de acuerdo de que no había ninguna necesidad para revelarlo. Sin embargo la mentira no formaba parte de la naturaleza de Naruto y este termino contándole todo a su abuelo. Él se había quedado pasmado un momento y luego estalló:

-Ma petite, ¿como has podido?¿una bastarda? ¿no tienes pudor ni vergüenza? ni siquiera deberías saber respecto a esas cosas ¡mucho menos juntarte con semejante criatura!

Las facciones de Naruto se habían petrificado. Entonces pregunto con glacial arrogancia:

-¿Debo negar a mi propio hermano? ¿tú me lo pides? ¡Ya! ¡creo que eres un tonto, abuelo!

El rostro moreno de Jiraiya se ruborizó de furia.

-¿Como te atreves a hablarme de ese modo? ¡debería azotarte!

Naruto alzo el mentón en forma desafiante y le advirtió con voz peligrosa:

-Yo no lo haría si fuera tú , abuelo.

Jiraiya lo observo con expresión sorprendida ¡ese Naruto! y como Jiraiya era un hombre débil que prefería la paz a a cualquier precio, se alzo de hombros y dijo:

-Haz lo que quieras. Pero no me pidas que reconozca a esa criatura, tolerare su presencia y nada mas. ¿lo comprendes?

-Oui, abuelo- dijo naruto con una sonrisa. Entonces, para sorpresa de Jiraiya, se arrojo a sus brazos y le beso en las mejillas con calidez-merci beaucoup, abuelo-agrego suavemente.

Jiraiya sintió que se le comprimía el corazón y con un gran remordimiento extendió la mano para acariciarla el cabello.

-Eres una descarada, ma petite, y yo soy un malvado. formamos una buena pareja ¿no te aparece?

Naruto sonrió mientras asentía. Durante el resto de aquella visita, no hubo mucho mas choques entre ellos. Naruto se alegraba de que el abuelo se hubiese mostrado razonable y por primera vez, Jiraiya era consciente de que debía comenzar a pensar en el futuro de Naruto. Pero entonces , había vuelto a caer tentado por las mesas de juego y la bebida y una vez más había abandonado sus responsabilidades para viajar a Nueva Orleans, dejando a Naruto a cargo de la plantación.

Volviendo al presente, Naruto pensó, mientras se dirigía al dormitorio de su abuelo, que el futuro se veía muy negro. Lo único que le quedaba por vender era una parte de sus tierras...y Naruto estaba seguro de que ese seria el final del castillo Namikaze.

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Jiraiya estaba pensando exactamente loa mismo. Se hallaba sentado en medio de una inmensa cama rodeada de cortinajes rojos y bebía una taza de café muy cargado mientras pensaba en el futuro...más bien en el futuro de Naruto...Jiraiya tenía los días contados: el doctor se lo había dicho en este último viaje a Nueva Orleans. Su corazón ya no funcionaba bien y debía enfrentarse a una muerte cercana.

Jiraiya había vuelto al castillo la noche anterior, y mientras se bamboleaba en el carruaje había tenido que admitir que había sido su propio egoísmo quien le llevara a la ruina. Ahora observaba la alfombra gastada y las viejas cortinas de seda y se preguntaba como salvar algo para Naruto.