la desición de naruto

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El despertar de Jiraiya Namikaze fue completamente diferente al de Sasuke. A pesar de que dentro de su cabeza parecía resonar cientos de tambores africanos, se sentía lleno de confianza y excitación ¡Había encontrado al esposo de Naruto! Monsieur Sasuke Uchiha era todo lo que un hombre podía desear para marido de su nieto. Era atractivo, rico y honorable...Jiraiya no había estado tan ebrio como para no comprender los motivos que le habían llevado a dar por terminado la velada de forma tan violenta. Él era un joven que podía manejar muy bien a una cabeza dura como Naruto. Estaba emocionado. Seguramente habría algunas dificultades, pero él se las arreglaría para superarlas!

Tal como de esperar, Naruto no se alegro en absoluto al recibir la noticia. Solo habían pasado cuatro días desde su llegada a Nueva Orleans y ya debía enfrentarse al infame convenio que su abuelo pretendía con él. Con sus ojos azules brillando de furia, preguntó:

-¿Y ese monsieur Uchiha ha aceptado el matrimonio?

Jiraiya no deseaba que su nieto supiera que ni siquiera habría abordado el tema con el joven en cuestión, y por lo tanto, después de vacilar un momento, respondió:

-¡Mais Oui! aún no hemos terminado con todos los detalles, como pretenderás, pero él está de lo más dispuesto. Esta noche nos encontraremos para discutir tu dote y la fecha de tu boda.

-¿Que dote?-preguntó con asombro

-Los cinco mil doblones de oro que tu padre y yo aportamos el día que naciste-respondió Jiraiya-verás, mà petite, a pesar de todos mis defectos he logrado salvar eso para ti.-agrego con orgullo. Habría continuado hablando, pero se detuvo al ver la expresión atónita de Naruto.

-¡Abuelo!-exclamo éste con alegría-¡Mon Dieu!¡había llegado a preocuparme! Con todo ese dinero podemos comprar tantas cosas para el castillo...ganado, herramientas nuevas...¡e incluso contratar gente para que trabaje en los campos!¡c'est merveilleux!-Naruto abrazó a su abuelo riendo-¡Oh, y yo que pensaba que realmente querías casarme!

Horrorizado por su actitud, Jiraiya la aparto con suavidad y respondió casi con fatiga.

-Pero yo quiero que te cases, ma cherie. El dinero es para tu dote y no la usaré para otra cosa ¡non! Tú te casarás y ese oro comprará un esposo rico y respetable que se hará cargo de ti.

Incapaz de creerle, Naruto lo miró con la boca abierta "esta loco" pensó "¡debe de estarlo! Ese oro podría hacer tanto por el castillo. ¡Y él quiere desperdiciarlo en algo tan inútil como un esposo!" Naruto luchó para controlarse, pero no pudo evitar que su pie golpeara con fuerza en el suelo.

-¿Por que insistes en casarme?¡Me obliga a hacer algo por por lo cual te odiare el resto de mi vida!¿por que me haces esto?

-¡Es por tu propio bien!-replico Jiraiya-¡Necesitas un esposo que te controle!yo ya estoy demasiado viejo par eso y es hora de que te cases.

-¡Ah, yah!-exclamo Naruto-no logro comprenderte...¡eres un imbécil!

Jiraiya sonrío y se dirigió hacia la puerta.

-Tal vez lo sea, ma petite, pero tú te casarás y esta no sé arreglare los detalles con Monsieur Uchiha.

Sabiendo que por el momento ano lograría nada, Naruto cambio de tema.

-¿Cuantos pagarés más firmaste anoche?-pregunto con dureza-¿así fue como conociste a ese hombre...entre los naipes y la bebida?¿él también tomó tus documentos?¿es un hombre con tan poco honor que recibe dinero de un borracho?-terminó con ironía.

Las facciones de Jirsaiya se paralizaron y sus ojos oscuros se volvieron muy duros.

-Cierra la boca, pequeño demonio, y escucha esto...¡no pienso ser interrogado por mi propio nieto!¿comprendido?

-¡Diablos!-exclamo con furia-estas arruinando mi vida...mi futuro...¡y yo no debo decir nada!se trata de mi vida, abuelo, y debo luchar por ello. Tú harías lo mismo en mi lugar, no puedes negarlo.

Jiraiya no tuvo mas remedio que asentir aunque no estaba de acuerdo con la idea de que un doncel controlase su propio futuro.

-Es verdad que fue anoche cuando conocí a monsieur Uchiha, pero se trata de un hombre honorable. Cuando vio que yo estaba...cuando notó que no estaba en condiciones de continuar jugando puso fin a la velada-queriendo impresionar a Naruto, continuo-yo ya había perdido mucho y su intervención logró que no firmara- más pagares. Deberías estarte agradecido.

-¡Lo dudo!-murmuró Naruto-es probable que sea más astuto que Danzo y quiera causarte buena impresión...en especial después que le mencionaste mi dote. Eso tentaría a cualquier hombre.-De pronto, la ira se desvaneció de rostro para dar lugar a una expresión de ansiedad-por favor, abuelo, olvida esa tontería-le rogó casi con desesperación-Invirtamos ese dinero en el castillo. No vuelvas a casa del gobernador esta noche..., solo beberás y perderás más dinero. Tú sabes que algún día tendrás que levantar todos esos pagarés y el estado de nuestras finanzas es desastrosos.

Naruto se veía encantador con sus ojos suaves y luminosos y la curva adorable de sus labios. Llevaba el cabello trenzado y un vestido color damasco que hacía que su piel se viese más dorada que lo normal. Sin embargo, sus palabras fueron como un puñal en el corazón y en el orgullo de Jiraiya.

-¡Si fueras un hombre , te mataría por lo que has dicho!¿como te atreves a hablar sobre las cosas que no sabes nada?-exclamo con voz temblorosa de ira-¡Nadie se atrevería a negarle crédito a los Namikaze! ¡nadie me dirá lo que debo hacer...y desde luego no un doncel de diesciseís años!

Naruto sentía una gran furia hacia el abuelo mientras le veía salir de la habitación. Finalmente suspiro mientras se dejaba caer en un sofá. Deslizó las manos por los brazos del sillón mientras sus pensamientos giraban enloquecidos.

-¡Maldición!-murmuro con la vista fija en un punto. ¡El abuelo era tan obstinado a veces! "Debo pensar en algo pronto", decidió después de varios minutos "y lo primero son esos malditos pagarés que el abuelo ha firmado para el señor Danzo."

Con el rostro sombrío, volvió a reflexionar sobre la situación. La propuesta de matrimonio era lo que menos le preocupaba...por el momento lo más importante era salvar el castillo y recuperar los pagares de alguna manera...lo cual era casi un imposible. Pero si ella pudiera lograr que el abuelo no firmara más documentos o ...¡o si hubiera alguna manera de que estos cayesen en sus manos!

"¡Mon Dieu!'¡si tan solo pudiera!", pensó enloquecida,"¡y si esta noche siguiera al abuelo hasta la casa del gobernador?¡Bah!¿para hacer que, estúpida criatura...rogarle a Danzo que no acepte sus pagarés?"

Se estremeció. No, no podía hacer eso. No solo porque el abuelo jamás le perdonaría sino porque ella tampoco se atrevería a avergonzarle de ese modo. "¡Pero debo hacer algo!", gritó en silencio.

"si el abuelo quisiera olvidar esta estúpida idea de matrimonio...y dejara de jugar. "Si él quisiera permanecer en el castillo y cuidar de sus tierras...entonces lograrían salir adelante. Podrían vender la casa de la ciudad y así ganar un poco de tiempo sin tener que tocar la dote...¿y quien sabía lo que ocurriría en un año o dos? Con una economía juiciosa y buenas cosechas estarían a salvo durante un tiempo."

NO ENGAÑES A MI CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora