que oportuno eres, obito

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S&N

Sasuke se hallaba trabajando en unos libros que Fugaku le había pedido que revisase, en el escritorio de su estudio. Pero su cerebro se negaba a concentrarse en los números, con Naruto ocupando su mente. Al oír que golpeaban la puerta, levanto la mirada y se sintió sorprendido cuando vio al objeto de sus pensamientos entrar en el estudio con expresión vacilante. Durante unos segundos se miraron sin hablar. Ahora que se hallaba a solas con Sasuke, Naruto no podía evitar verlo como al hombre que le había hecho descubrir tantas sensaciones nuevas.

Un silencio tenso se extendió por la habitación y asaltada por una extraña cobardía, Naruto deseó no haber venido a buscarlo a un sitio tan privado. Hubiera sido mejor hablar con él en la casa. Una vez más volvía a percibir que Sasuke había cambiado con él, aparentemente parecía el mismo, pero hacía varios días que ella no veía esa mirada dura ni esa expresión desagradable en su boca. Sasuke cerró el libro de cuentas con violencia y le preguntó:

-¿Deseabas verme?

-Oui, monsieur, hay algunos...algunas cosas que deseaba discutir con usted-respondió Naruto con más confianza de loa que sentía en ese momento hubiera dado cualquier cosa con tal de no que él no hubiera sido tan atractivo. "Mon Dieu, pero si estoy actuando como un niño pequeño". Entonces agrego con más energía-no podemos continuar como hasta ahora.

El rostro de Sasuke se mantuvo impasible. Debía admitir que parecía absolutamente encantador aunque hubiera una cierta obstinación en su expresión. En un principio la llegada de Naruto le había tomado por sorpresa, pero ahora este había sido reemplazado por la cautela... y un gran deseo de atraparla junto al hombre oculto que él sabía que existía. Bajo su calma aparente estaba furioso, furioso por haberse dejado dominar por la pasión. También había otra razón para su ira: esta era la segunda vez en su vida que se dejaba seducir por una mujer traicionera. Había estado a punto de olvidar la lección que Sakura le enseñará con tanto brutalidad, pero afortunadamente había recuperado sus defensas a tiempo.

El hecho de que Naruto le hubiese buscado a sola le proporcionó una curiosa sensación de satisfacción. Sus palabras de introducción parecían indicar que finalmente se había decidido a hablar claro y Sasuke se sentía desgarrado entre el deseo de hacerlo y la certeza de que aún no se hallaba preparado para perderlo. Sus ojos lo recorrieron con insolencia. No, aún no. Le debía algo por todos los problemas que le había causado y él se encargaría de que le pagase. Considerando que el silencio ya había durado lo suficiente, Sasuke esbozo una sonrisa irónica y murmuró:

-¿oh? me temo que no comprendo. Pensé que todo iba bien...en especial ayer al mediodía.

Naruto se ruborizó intensamente.

-No he venido aquí a discutir sobre lo ocurrido ayer. Ahora comprendo que fue un error. Un error que volverá repetirse ¡se lo aseguro, monsieur!

-Pero no pretenderas negarme mis derechos de esposo?-dijo Sasuke con suavidad-Después de todo, soy tu marido ¿no es verdad?

-Y es sobre eso que debemos hablar, monsieur-exclamó. Había sido un tonto al pensar que podría permanecer allí como su esposo y amarle. "Él es tan detestable como lo era hace seis años", pensó-¡nunca he pretendido permanecer aquí como su esposo!¡solo he venido a Natchez para recibir el dinero que usted me debe...y para nada más!

-Ah...por supuesto, el dinero-murmuró Sasuke con tono seco-me preguntaba cuando lo traerías a colación.

sintiéndose que se moría, Naruto habló con toda la calma que pudo reunir.

-Lamento si usted cree que he abusado de su hospitalidad antes de abordar el tema, pero usted recordará que se lo mencioné la primera noche de mi llegada a Natchez.

NO ENGAÑES A MI CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora