NO ENGAÑES A MI CORAZÓN

visitas en la noche y la llegada de la familia

S&N

Los pensamientos de Sasuke no eran tan agradables y decidió salir a la galería a fumar un cigarro y pensar en lo cruel que había sido el destino con él. No le gustaba tener que mentirle a Naruto y sin embargo, no se atrevía a decirle la verdad. "Con el tiempo", pensó tristemente "con el tiempo podré decírselo...cuando haya aprendido a confiar en mí. Sí es que alguna vez lo hace."

La noche no le brindaba ninguna paz y Sasuke decidió dirigirse a la habitación. Apenas hubo entrado percibió la presencia de otra persona en la alcoba. Deteniéndose al instante junto a la puerta, Sasuke permaneció con la vista fija en la oscuridad mientras buscaba la causa de esa curiosa sensación...sensación que no había vuelto a experimentar desde que abandonara Francia y los peligros del espionaje.

Desde un rincón de la habitación se vio una pequeña llama y entonces se oyó una voz muy familiar que exclamaba:

-¡Entra, Sasuke!¡Y si estás armado no dispares!¡No quisiera ser asesinado a sangre fría por uno de mis más queridos amigos!!

Sasuke se echó a reír y atravesó rápidamente la habitación para encender una lámpara. Entonces se volvió hacia el hombre que se hallaba recostado sobre uno de los sillones.

-¡Suigetsu!.-exclamó con tono entre ruiseño y enojado-¡Puedes dar gracias a Dios de que yo no esté armado!¿Y que diablos estás haciendo aquí?

-Buscando aventuras.-fue la respuesta de Suigetsu mientras continuaba encendiendo su cigarro. Entonces observó a Sasuke con expresión divertida y agregó:-¿que otra razón podría haber?

-Contigo nunca se sabe-respondió Sasuke con una sonrisa.

-Veo que el matrimonio no te ha endulzado el carácter-dijo con voz alegre mientras se alzaba de hombros.

-Así que estás informado respecto a eso.

-Mmmm, sí. No puedo evitar enterarme ya que todo el distrito de Natchez hablaba de ello...y antes de venir a Nueva Orleans pasé por Barbizón. Obito me explicó que habías partido.

-¿También te explicó lo del matrimonio?

-Me dijo lo suficiente como para que yo me preguntara si no habías perdido la cabeza-respondió, luego de mirarlo pensativamente durante unos momentos.

Sasuke sonrió. Él y Suigetsu habían crecido juntos y los sabían casi todo el uno del otro. Durante años habían compartido la misma actitud amarga hacia el matrimonio, y aunque la aparición de Naruto había cambiado a Sasuke, Suigetsu seguía siendo un misógino declarado . Y conociendo ciertas cosas desagradables en la vida de su amigo, no podía decir que lo culpaba por ello.

-Naruto no es la mala persona que imaginé-le explicó entonces a su amigo-Sai fingió ser yo y se casó con él utilizando mi nombre. Le he escrito a Obito pero seguramente aún no había recibido la carta cuando habló contigo.

Suigetsu emitió un pequeño silbido de sorpresa. Y durante la siguiente hora, los dos bebieron brandy mientras se ponían al día con la novedades. Al ver las expresión adolorida de Sasuke cuando le confió que era Sai quien estaba casado legalmente con Naruto, Suigetsu le preguntó con falsa indiferencia:

-¿quieres que lo encuentre...y lo mate?

Sasuke se puso tenso sabiendo que su amigo no hablaba por hablar. Era una solución, pero él la encontraba muy desagradable.

-No-respondió con firmeza-y hablo en serio.

El otro hombre se alzó de hombros.

-Si insistes...y agregó con tono amenazante-pero...amigo, si llego a encontrar a Sai en mi camino., no esperes que lo ignore.