la hipoteca y las tierras del castillo

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S&N

Sasuke se apartó de Naruto de forma abrupta y replicó con tono hostil:


-¡Yo no necesito tu gratitud, maldición!


-Pero estoy agradecido...-le dijo asombrado por su actitud.


-Muy bien, me doy por enterado-le contestó con tono desagradable-Así que ahora olvidémoslo ¿te parece?-él no quería ser brusco, pero lo último que deseaba de Naruto era su gratitud ¿no había sido ese el único motivo para que permaneciera a su lado? Entonces Sasuke recordó la hipoteca y se preguntó si habría hecho lo correcto ¿Eso le haría sentirse más en deuda con él? ¡Él quería su amor y no su maldita gratitud!-creo que ya hemos hablado suficiente sobre la cuestión-dijo de forma abrupta-¿quieres mostrarme la plantación?-sugirió.


Confundido por su actitud, Naruto lo llevó a dar un paseo por las tierras que le habían quedado.


Después de andar un rato, Sasuke decidió que era hora de decirle lo de la hipoteca. Después de todo, se recordó, de la gratitud podía nacer el amor. Además, él ya había sufrido suficiente por culpa de Sai. Ahora tenía derecho de usar su dote para las pequeñas frivolidades que pudiera desear, para las cosas que gustaban a los donceles...¡Y no para proporcionarle un techo a su familia! ¡Para eso estaba él! Sabiendo que no podía aplazar el momento indefinidamente, extrajo la hipoteca firmada del bolsillo de su chaqueta.


-Tengo algo para tí-le anunció-considéralo una muestra de mi estima-agregó con una leve sonrisa.


Intrigada por la tensión que emanaba de de él, Naruto tomó el papel de entre sus manos. Entonces abrió sus ojos de par en par y murmuró con expresión confundida:


-¿Pero como es esto? Mon Dieu, ¿como ha obtenido esto?


-Creo que es obvio-contestó Sasuke con rostro inexpresivo-Vi a monsieur Hanzou e hice los arreglos para que la hipoteca fuese pagada.


Naruto frunció el ceño y volvió a mirar el papel.


-¿Quiere decir que en lugar de devolverme la dote ha pagado la hipoteca?-preguntó finalmente.


Consciente que entraba en un terreno peligroso, respondió con sumo cuidado.


-No, no es así. El castillo está libre de deudas y la dote también es tuya.


Naruto lo miró con expresión pensativa. Se sentía muy feliz de volver a poseer el castillo, pero no estaba dispuesto a recibir caridad.


-Una vez pagada la deuda, no necesito la dote-dijo con rigidez-excepto lo poco que pudo haber quedado.


-¡Tonterías!-replico con dureza-Si S...si yo no me hubiera llevado tu dote, no no habría habido ninguna deuda. Además, te corresponde algún interés por el dinero que yo he utilizado durante estos años.


A Naruto no le gustó que lo llamasen necio y sus ojos azules brillaron con ira.


-Nunca hablamos con respecto a los intereses-respondió enojado-y no veo razón para que usted los mencione ahora.


-¡Pero yo sí los veo!-exclamó Sasuke con furia. Entonces hizo un esfuerzo para controlarse y continuó con tono más calmado-Es probable que no esté manejando bien esta situación tan delicada, cariño. Lo que ocurre es que como esposo tuyo, quiero pagar la hipoteca y quiero que tengas tu dote ¿lo comprendes? acéptalo como una señal de que he reformado mi carácter...tómalo como la prueba de que no soy el canalla que tú pensabas.


La indecisión de Naruto era evidente. Deseaba tomar sus palabras al pie de la letra, pero le costaba mucho desembarazarse de su orgullo. No era correcto que él se hiciese cargo de sus deudas, pero sin embargo, sentía un gran placer ante la idea de aceptar su obsequio. Finalmente esbozó una sonrisa y dijo con suavidad:


-Monsieur, no quisiera parecer grosera, pero no puedo aceptar un obsequio tan generoso de su parte-poniendo los ojos suplicantes, agregó-Por favor, compréndalo, no sería correcto.


Sasuke lo observó con expresión pensativa. Deseaba tomarlo por los hombros y sacudirlo hasta que se rindiera, pero finalmente respondió con voz serena.


-Muy bien, mi querido, si no lo deseas, no lo tendrás. Pero es una verdadera pena.


-¿Por qué?-preguntó con prudencia.


Sasuke exhaló un suspiro profundo y melodramático.


-Bueno, verás...había esperado que formaramos una...sociedad. Ocurre que he comprado todas las tierras que originalmente pertenecían al castillo-entonces agrego fingiendo indiferencia-Hubiera sido una situación ideal...
toda la propiedad volvería a pertenecer a un solo dueño. Bueno, supongo que no podrá ser.


Naruto lo miró con la boca abierta. Entonces, con el rostro iluminado por la felicidad, lo tomó por las solapas de la chaqueta y exclamó:


-¿Todas las tierras?¿Ha comprado todas las tierras?


-Todas-dijo sonriendo y con calma.


Con los pensamientos en un caos total, Naruto lo miro por un momento interminable. Su sueño más secreto, su fantasía más alocada, había sido la de que algún día lograría recuperar toda la propiedad. De pronto, y de un modo completamente inesperado, su deseo se había convertido en realidad. Tragó saliva y entonces se horrorizó al notar que no podía controlar las lágrimas. Algo se había abierto en su interior y todo su cuerpo se sacudía con la fuerza de los sollozos que lo desgarraban.


Casi tan horrorizado como él, Sasuke lo observó con impotencia durante un segundo, y luego lo tomó entre sus brazos.


-Cariño, no llores. Por favor, no llores, pensé que estarías feliz.


-¡Estoy feliz!-exclamó Naruto mientras se limpiaba las lágrimas-Es solo que...que nunca pensé que...que ocurriría algo tan maravilloso...


-Nos ocurrirán muchas cosas maravillosas-murmuró Sasuke con voz ronca mientras posaba la mirada sobre su boca. Incapaz de contenerse, inclinó la cabeza y capturó sus labios en un beso largo y ardiente.


El beso fue dulce y apasionado a la vez. Permanecieron estrechamente abrazados mientras el deseo iba creciendo en ellos hasta que finalmente se apartaron. Si continúo besándote-dijo Sasuke con voz algo temblorosa-no seré responsable de mis actos.


Naruto lo miró a los ojos y de pronto se sintió atrevido.


-¿Pero por que debe serlo? soy su esposo.


-Creo que ya es hora de volver a la posada-dijo de forma brusca mientras su semblante se oscurecía-Se está haciendo tarde y aún nos queda algunas horas de viaje.


En un extraño ambiente de tensión, Sasuke lo ayudó a subir a la calesa y pocos minutos después, se alejaban rápidamente de la plantación.


Sasuke no estaba disgustado con los resultados obtenidos esa tarde, pero aquella última observación de Naruto lo llenó de dolor...¡deseaba tanto que hubiese sido verdad! Sin embargo, aunque aún no se había atrevido a explicarle lo de Sai, ahora él sabía que el castillo estaba a salvo y que él había comprado las tierras circundantes.


Para Naruto había sido un día muy largo y emocionante, y cuando llegaron a la posada se dio cuenta de que se sentía exhausto. Aún no era muy tarde, pero lo que más deseaba era irse a la cama. Necesitaba la paz de su habitación para soñar con un futuro que se volvía cada vez más prometedor. Por lo tanto, cuando Sasuke le sugirió que se retirase a sus habitaciones, Naruto no se hizo de rogar y ni siquiera se percató de que él le había dado un beso de buenas noches. Quince minutos después estaba profundamente dormido y soñaba con la vida feliz que compartiría con su esposo...¡en cuanto él dejase de ser obstinado con respecto a ciertas cosas!

NO ENGAÑES A MI CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora