NO ENGAÑES A MI CORAZÓN

SEGUNDO RAUND, PUNTO PARA SASUKE PARTE 2

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S&N

Entonces Sasuke le explicó toda la situación y cuando Obito volvió, entre los tres discutieron las medidas que habían de tomar para proteger a Naruto y a Yukito. Después de vacilar un buen rato, Sasuke finalmente había aceptado informar a los criados sobre la presencia de Sai. Después de reunirlos a todos, les explicó que durante los días siguientes, debían estar en guardia contra un impostor...alguien que para vengarse de él, podría intentar dañar a Naruto o a Yukito.

Sasuke no deseaba asustar al niño, pero era necesario que éste estuviese preparado en caso de que debiera volver a enfrentarse a Sai. Por lo tanto y utilizando todo el tacto posible, Sasuke y Naruto le explicaron que jamás debía acercarse al "hombre malo" que había golpeado a maman esa mañana.

De algún modo, Sasuke estaba satisfecho con los resultados de ese día. Había tomado las precauciones para proteger a su familia y él y Sai habían puesto las cartas sobre las mesa. Sabía que a su primo no le gustaba arriesgar el pellejo y una amenaza de muerte era suficiente incentivo como para que decidiese abandonar Nueva Orleans.

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Sai reservó pasaje para Francia a la mañana siguiente, e hizo los arreglos necesarios para partir en el barco que zarparía al final de la semana. Tal como Sasuke había dicho, él no era ningún tonto y la actitud de su primo era suficiente para acobardar a cualquiera. Sai permaneció todo el día en su habitación, tratando desesperadamente de pensar en algo. La idea de ser vencido nuevamente por su primo y volver a Francia con las manos vacías era intolerable. Ni siquiera el dinero que Sasuke le había prometido lograba alegrarlo...éste no era nada comparado con lo que hubiera podido obtener por intermedio de Naruto ¡Desgraciado! si tan solo pudiera atraparlo a solas...pero era demasiado listo para él. ¿Y no habría alguna manera de forzarlo?

Se sentó en la cama violentamente ¡el niño! por supuesto ¿como no lo había pensado antes?El niño lo llevaría corriendo hacia él, dispuesto a aceptar cualquier cosa. Con una sonrisa en los labios, Sai se sirvió una copa de whisky. Ya tenía el pasaje reservado y no resultaría ningún problema sacar otro para el niño. Después de la partida del barco, enviaría una nota explicándole lo que debería hacer si deseaba volver a ver a su bastardo.

El barco zarparía tres días más tarde, el jueves con la marea de la noche. Por lo tanto, debía consumir el rapto el jueves por la tarde, dejando el tiempo justo como para llegar a Nueva Orleans.

El jueves, Sai volvió a ocultarse entre las malezas que rodeaban al castillo y vigiló todos los movimientos del niño. Una y otra vez repasó lentamente su plan hasta asegurarse de que no tenía ningún fallo. "Quien sabe" pensó con generosidad "tal vez deje que ese desgraciado y su crío conserven la vida...siempre y cuando no me ocasionen ningún problema, por supuesto" Y si lo hacían...bueno, a él no le molestaría ser un viudo rico.

El sonido de la risa de Yukito interrumpió sus pensamientos, y Sai permaneció inmóvil, como una serpiente lista para saltar sobre su presa. El niño solo se hallaba a menos de cinco metros de él...y estaba solo. Yukito se había despertado temprano de su siesta, y sin llamar a nadie, había corrido al jardín para jugar bajo el sol.

Sai miró a su alrededor. Bien. No había nadie a la vista. Ya había visto partir a Sasuke y a Obito, con lo cual en la casa solo quedaban Itachi, los donceles y los criados. Lleno de confianza, Sai montó su caballo y salió al claro donde se hallaba Yukito. Al oír que se acercaba un jinete, éste se volvió hacia él con curiosidad, y en el primer momento, cometió el error de creer que era Sasuke el que se acercaba. Pero solo fue en el primer momento, ya que en seguida reconoció esa sonrisa cruel y entonces echó a correr lo más rápido que pudo.

-¡El hombre malo!-gritó.

Izumi, la criada, apareció en esos momentos y no vió a Sai ya que sus ojos estaban fijos en Yukito. La muchacha echó a correr hacia él con la intención de llevarlo de vuelta hacia la casa.

Sai clavó las espuelas en su caballo y atrapó a Yukito de inmediato elevándolo por el aire . Entonces lo colocó delante de él sobre la silla sosteniéndole con firmeza, y al pasar junto a la criada que le observaba atónita, le dió una fuerte patada en la cabeza. La muchacha cayó al suelo con un pequeño gemido. Caballo, jinete y cautivo desaparecieron de la vista en la espesura del bosque.

Izumi solo estaba un poco aturdida y después de un segundo sacudió la cabeza y se puso de pie con movimientos vacilantes. Con los ojos llenos de temor, se dirigió hacia la casa gritando con todas sus fuerzas. La gente llegó corriendo de todas partes y cuando Naruto e Itachi volaron escaleras abajo, ya había una pequeña multitud alrededor de la muchacha.

-¡Era el amo malo!-sollozaba Izumi-me golpeó y luego se llevó a nuestro niñito.

Itachi se paralizó y Naruto sintió un vuelco en su corazón "¡Mon Dieu!" las palabras de Izumi solo podían significar una cosa ¡Sai había raptado a Yukito!

s-n