un hasta luego, y no un adios

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El cementerio de la familia Namikaze se hallaba ubicado en un pequeño valle sombreado cerca de la casa. Cada vez que Naruto iba allí, se sentía embargado por una sensación de calma y tristeza...como una cierta nostalgia. El sitio parecía detenido en el tiempo, como si hubiera existido desde siempre y sobrevivido a aquellos que habían conocido a sus habitantes.

Naruto dejo vagar la mirada por el camposanto. Allí, bajo el serafín de mármol,con sus grandes alas extendidas, se hallaba enterrado su bisabuelo que había venido de Francia, y junto a él estaba su esposo. A la izquierda estaban las lápidas de tres de sus hijos que no habían sobrepasado los primeros años de su niñez. Sobre la tumba de sus padres había un par de ángeles que lloraban y la de la abuela Tsunade tenia un obelisco de mármol blanco. Todas las tumbas eran viejas, excepto una...la del abuelo, muerto cinco años atrás.

Camino lentamente hacia donde se hallaba enterrado Jiraiya, y dejándose caer de rodillas deposito el ramo de madreselvas que había llevado para su tumba. Iba allí a menudo en los cinco años y medio transcurridos desde su muerte en octubre de 1799. Era algo trágico, pero a Naruto le resultaba más sencillo hablar con él ahora que cuando había estado vivo. Solía ir a sentarse junto a su tumba y relatarle los sucesos que tenían lugar o discutir con él las dificultades a las que tenían que enfrentarse. Ese día no era diferente a los demás.

Con la mirada fija en un punto lejano, Naruto arrancó una florcita silvestre y la hizo girar entre las manos . Mientras hablaba suavemente a la tumba de Jiraiya.

-Yukito cumple cinco años hoy, abuelo-una pequeña sonrisa cruzó su rostro expresivo-¡estarías orgulloso de él! Es un verdadero Namikaze...¡Obstinado y decidido a hacer su voluntad!-su rostro se nublo por un momento al recordar que su abuelo no había vivido para ver su nacimiento en el 1800. Entonces repitió-Estarías orgulloso de él.

Sus pensamientos vagaron por un momento en el pasado. ¡Oh, cuanto había odiado la idea de cargar con el hijo de aquel desconocido ! En las primeras etapas del embarazo, había llegado a golpearse el vientre con furia. Era tan injusto...¡Estaba solo para cargar con el fruto de una noche que solo deseaba olvidar! Naruto llego a pensar que iba a volverse loco. Sin embargo, cuando comenzó a sentir que la criatura se movía en su interior, su furia fue disminuyendo hasta desaparecer por completo. Y cuando finalmente le pusieron al niño en sus brazos, sintió que su corazón se hallaba colmado de amor apara él.

La noticia de la boda de Naruto no había corrido por Nueva Orleans. Solo se habían enterado sus vecinos y amigos más cercanos y con el triste suceso de la muerte de Jiraiya, se terminaron las especulaciones con respecto a la boda secreta y apresurada.

Los meses que pasaron entre la muerte del abuelo y el nacimiento de Yukito no habían sido muy agradables, pero Naruto logró conservar el castillo y unas cuantas hectáreas de la tierra que la rodeaba. Todo lo demás fue vendido para pagar las deudas.

Más no había sido suficiente . Algunos amigos del abuelo habían quemado sus pagarés, pero otras personas no fueron tan generosas. Sin embargo vendiendo la casa de la ciudad y casi toadas las tierras que poseía, logró pagar la mayoría de ellas. Justo cuando comenzaba a pensar que tendría que vender el castillo, uno de los viejos amigos de su abuelo llegó al rescate. Monsieur Sarutobi era su vecino más cercano y se había criado junto con Jiraiya. Tomando como garantía el castillo y las tierras que lo rodeaban, le ofreció pagar las deudas restantes. Naruto se sintió inmensamente agradecido ya que lo que aún le restaba pagar era mucho más de lo que valía el castillo y las pocas hectáreas de tierra. Monsieur Sarutobi era un hombre bondadoso y le entristecía la situación de Naruto.

Yukito, Haku. Naruto y la media docena de esclavos que se aferraban tenazmente a él, vivieron casi en la pobreza durante los años que siguieron, Labrando la tierra para obtener la mayor parte de los alimentos y trabajando todos de la mañana a la noche hasta que sus cuerpos quedaran exhaustos, plantaron caña de azúcar para venderla y así poder comprar sal, especias, telas y zapatos.

Pero habían sobrevivido...hasta ahora. Monsieur Sarutobi había muerto un mes antes, y su heredero, Asuma, exigía el pago de la deuda de la confiscación de las tierras del castillo.

Suspiró con la mirada fija en el cielo. Mon Dieu, que difícil era la vida. Era imposible pagar la deuda, así que junto con los demás habitantes de la casa debían partir antes del 15 de mayo.

Nunca había estado en una situación desesperada. El castillo Namikaze siempre fue su hogar, su fortaleza contra el mundo, y ahora, en cuestión de semanas, iba a serle arrebatado

Naruto estrujó la florecilla en su mano "si al menos Monsieur Uchiha me hubiese devuelto la dote tal como prometió, ahora no tendría este problema¿¡es un maldito tramposo!"

Se suponía que agradecer que al menos cumplió parte de su contrato al no entrometerse en su vida, y agradecía que hubiese un contrato matrimonial, para que nadie calificarse de bastardo a Yukito.

Alguna vez considero la posibilidad de buscarlo y pedirle ayuda, pero la sola idea de volverlo a ver a ese hombre odioso le resultaba insoportable. Sin embargo, él le debía la dote y las circunstancias lo forzaban a ir tras ella-.

Volvió a suspirar deseando que hubiese alguna otra forma para mantener a su familia...que no sea la que le propuso monsieur Asuma , de considerar la situación si él "se mostraba mas complaciente". Por supuesto que Naruto lo rechazo con desprecio. No, irían a Natchez y exigiría su dote.

-Abuelo, hoy no he venido a aquí a solo para decirte que es el cumpleaños de Yukito...pronto partiremos a Natchez y no se cuando volveremos... si es que lo hacemos algunas vez-sintió sus ojos llenarse de lágrimas-debo lograr que Monsieur Uchiha me devuelva la dote, y no se si recibiré mi dinero a tiempo para evitar la hipoteca de Asuma . he hablado con él y me ha dado tiempo hasta el primero de julio antes de aceptar ofertas por la casa. Pero Monsieur Uchiha ha demostrado ser un hombre sin honor y es probable que tengo a que llevarle a los magistrados para recuperar mi dinero. Eso llevará tiempo...me temo que demasiado.

Sus palabras fueron recibidas por el silencio hasta que se oyó el canto cristalino de un pájaro en el cálido aire de abril. Sus trinos eran alegres., y Naruto se sintió mas animado al al escucharlo ¡lograría lo que se proponía! no había esperado señal de la tumba pero de alguna manera, ese alegre gorjeo aprecia un buen presagio. Tal vez el futuro no fuese tan negro después de todo.

Se puso de pie y sacudió su vestimenta desteñida. Echo una última mirada a su alrededor y entonces susurro:

-Adieu a todos los que duermen aquí...tal vez regrese algún día.

Sin una mirada atrás abandonó el cementerio y recorrió el sendero bordeado de robles que conducía hasta el castillo. Al llegar a el, cerro los ojos para imaginarlo como debía haberse visto cuando Naruto naciera...sus columnas y barandillas color blanco brillante contra el azul de las paredes, el jardín del frente como un manto de terciopelo verde...durante un minuto, dejo que la imagen se formara en su mente y lo poseyera. Entonces abrió los ojos y enfrento la realidad. "¡Ah, yah, soy un tonto sentimental!", se regañó con energía mientras continuaba su camino.

NO ENGAÑES A MI CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora