NO ENGAÑES A MI CORAZÓN

el impostor (tercera parte)

-¿Y usted me encuentra adecuado?-preguntó Naruto con tono seco.

-¿Por que no?-respondió Sai-tiene una muy buena dote , y...-sus ojos lo recorrieron con un brillo de deseo-Lo encuentro muy bello. Debo admitir que lo primero que me interesó fue la dote y el hecho de que estuviera disponible, pero cuando lo conocí descubrí que...

-¡Bah!-exclamó Naruto de forma despectiva- me gustaba más cuando era honesto¡le ruego que no diga tonterías!

Sai contuvo el impulso de abofetearlo¡pequeño desgraciado!¿quien se creía que era para tratarlo de esa manera?

-¿Entonces que sugiere?-pregunto furioso ante la idea de que el oro pudiera escaparsele de las manos.

Naruto vaciló un momento mientras una idea comenzaba a formarse en su mente. Podía funcionar...además, él ya no tenía nada que perder.

-Ninguno de los dos desea casarse-dijo finalmente-pero por diferentes razones nos resultará ventajoso ¿Oui?

Sai asintió.

-Entonces, monsieur, le propongo un trato. Nos casaremos tal como lo desea mi abuelo, pero será un verdadero matrimonio de conveniencia-su rostro de se volvió serio-Debe prometerme que no tendrá ningún tipo de exigencia sobre mi, y que cumplirá con la promesa de que vivamos separados.

Sai se alzo de hombros ¿por que no?¿a él que le importaba?Para la semana siguiente estaría en un barco hacia Inglaterra...si lograba apoderarse del oro.

-Pero por supuesto, mi querido-aceptó-en cuanto estemos casados, viajaré a Natchez para informarle a mi padre. Le diremos a su abuelo que yo voy primero para así preparar su llegada y que volveré a buscarlo lo antes posible ¿le parece bien?

Naruto sonrió mostrando su aprobación-¡Bon! creo que funcionaría bien-entonces continuo con cierta incertidumbre en la mirada-monsieur, hay una cuestión que me resulta difícil, pero siento que debo conversarlo con usted-al ver la mirada alentadora de Sai, inspiró profundamente y continúo-Es probable que yo necesite mi dote, y no me parece justo que usted lo conserve por el solo hecho de darme dado su nombre. Después de todo, usted es un hombre rico, y tiene tanta necesidad de mi como yo de usted ¿por que quedarse con el dinero también?

A Sai no le agradó el giro de que habían tomado los acontecimientos.

-¿Y que sugiere exactamente?

Naruto frunció el ceño tratando de encontrar un trato justo.

-Sugiero que considere la dote como un préstamo. Puede conservarla durante un tiempo, pero luego me lo devolverá ¿oui? es lo justo...yo no le exigiré nada y usted podrá utilizar el dinero durante el plazo estipulado-Naruto consideraba que le estaba ofreciendo un trato más que justo...en realidad él no tenía por que recibir ese dinero. Pero considerando que él le proporcionaba una forma de escaparle a las ordenes del abuelo, estaba dispuesto a pagarle las molestias. Después de todo era un joven apuesto y habría muchas mujeres y donceles interesados en casarse con él.

Sai asintió. ¡Estúpido muchacho!¿realmente pensaba que iba a devolverle el dinero?.

Pero Naruto no era ningún estúpido y después de mirarlo de forma pensativa durante un momento, dijo con engañosa dulzura:

-Y supongo que no tendrá inconveniente en firmar un documento done quede establecido todo esto ¿verdad?

Sai casi se ahoga por la sorpresa ¡Este...si que tenia cerebro! Si no hubiera sido porque deseaba tanto ese oro...

-Naturalmente-murmuró-es lo que haría cualquier hombre honorable.

-¡Bien! Está decidido. Cuando vuelva mi abuelo podemos decirle que estamos de acuerdo con el casamiento-le dirigió una mirada penetrante y agregó-:dejo en sus manos al tarea de buscar un abogado y hacerle redactar el acuerdo entre nosotros y le prevengo que no me casaré si todo lo que hablamos no está perfectamente detallado allí.

Sai sintió que le ardía la mano por el deseo de abofetear ese rostro suave, pero sólo asintió con la cabeza.

-Por supuesto. Veré a un abogado mañana mismo.

A Naruto no le gusto el tono de su voz, y se sintió muy feliz por no tener que compartir un matrimonio normal con monsieur Sasuke.

Cuando Jiraiya entró en la habitación unos momentos después, descubrió sorprendido que Naruto y monsieur Uchiha conversaban amablemente. Sintiéndose liberado de un enorme peso, sugirió que los tres brindaran por el compromiso.

Al abandonar la casa momentos después, Sai se sentía enormemente satisfecho consigo mismo ¿que importaba lo que iba a firmar?sería el nombre de Sasuke el que estuviese en esos documentos. Para cuando comenzaran a sospechar o el pequeño doncel reclamara su dote, él estaría muy lejos...

A pesar de todo, sabía que había algunos peligros. Debía asegurarse que la presencia de Sasuke en Nueva Orleans no lo estropeara todo. No tendría más remedio que correr el riesgo aunque no era muy probable que volviera a encontrarse con Namikaze considerando que había partido sin avisarle.

El siguiente obstáculo era la ceremonia . Debía realizarse antes del jueves y él tenía que convencer a Namikaze para que aprobase tanta prisa.

Los documentos no le preocupaban en absoluto. él hubiera aceptado cualquier cosa que Naruto le hubiese exigido, simplemente por que no tenía la intención de cumplir su palabra. Al día siguiente dedicaría algunas horas a perfeccionar su excelente imitación de la firma de Sasuke.

La noche de bodas era un problema aún no resuelto. Naruto debía saber que su abuelo insistiría en que pasase la noche juntos. Ni siquiera podía pensarse en la posibilidad de que partiera inmediatamente después de la ceremonia.

Eso también se le había ocurrido a Naruto, y por lo tanto cuando monsieur Uchiha fue a cenar con ellos el domingo por la noche, el doncel buscó la oportunidad de quedarse a solas con Sai un momento. Entonces le sugirió que dijera a su abuelo que deseaban pasar la noche de bodas en uno de los mejores hoteles de Nueva Orleans ¡En habitaciones separadas, por supuesto!. Sai aceptó sin inconvenientes.

La suerte estaba de su lado, por que fue Jiraiya Namikaze mismo quien insistió para que la boda tuviese lugar de inmediato.

A la mañana siguiente del compromiso, Jiraiya había sentido una punzada agonizante en el corazón...de pronto le costaba respirar y los objetos en su habitación se movían a su alrededor. Este terror mortal le impulso a rogarle a Sai que el matrimonio tuviese lugar lo antes posible.

Este no podía sentirse más complacido y sugirió el jueves para realizar la ceremonia. Jiraiya estaba inmensamente agradecido y le consideró el más comprensivo de los hombres.

Cuando tuvo los documentos firmados, Naruto se sintió muy aliviado ya que hasta ese momento no había estado seguro de que monsieur cumpliese con su palabra. Sin embargo, se enfureció al leer el texto del documento ya que había pensado que el conservaría el dinero durante un año...¡no cinco como decía allí!

Ese hombre es muy astuto, decidió tendido en su cama con la vista en el cielorraso. No podía confiar en él ya que era capaz de cualquier cosa y con eso en la mente, bajo de la cama y fue hacia el estudio del abuelo.

La habitación se utilizaba poco y la mayoría de los muebles habían sido vendidos, pero el gran escritorio de roble aún se hallaba allí. En el segundo cajón a s e hallaba el estuche que contenía las pistolas de duelo del abuelo. No tenía ni idea de como de disparaba un arma , pero eso no lo sabía monsieur, así que si a éste se le ocurría reclamar sus derechos maritales, se iba a encontrar con una sorpresa. Sintiéndose un poco más seguro con la pistola en el nuevo bolso que le regalo el abuelo, volvió a la cama. El bolso no fue lo único que le obsequio. haciendo un esfuerzo supremo, vendió dos magníficos sementales que habían logrado conservar a pesar de las deudas, y con esto, le compró tres vestidos y otras prendas.

Las ropas no significaban nada para Naruto pero Jiraiya estaba decidido a causar buena impresión en Monsieur Uchiha.

El día de la boda amaneció caluroso y húmedo. El 26 de julio de 1799, Naruto Namikaze fue unido en matrimonio con un hombre al que tanto él cómo su abuelo conocían como Sasuke Uchiha, mientras este estaba pescando alegremente con su amigo Neji Hyuga sin acordarse de su primo Sai ni del viejo Namikaze.