NO ENGAÑES A MI CORAZÓN

sasuke ¿esta casado o no?

Hubo una exclamación por parte de los invitados y Sasuke sintió que aquello ya habia ido demasiado lejos.

-Creo que es suficiente, joven. Puedo sentir simpatía por su corazón herido, pero eso no es disculpa para sus ctitudes ofensivas. Tome a su pequeño amigo de la mano y vaya a otro lugar donde interpretar sus bufonadas.

Ino lo miro con admiración.

-¡Ooooh, adoro a los hombres dominantes!

Una expresión de disgusto apareció en su rostro, pero desapareció con tanta rapidez que nadie lo vio...excepto Naruto. Le había estado mirando con asombro todo el tiempo. Había estado preparado para que intentase no devolverle la dote, pero no había contado con la posibilidad de que fingiese no reconocerlo.

Cada vez estaba más furioso de lo que habría creído posible, y hurgo en su bolso con violencia hasta encontrar los papeles del matrimonio.

-¡A ver, monsieur!¡Atrévase a negar esto!

Con impaciencia, Sasuke tomó los papeles, frunciendo el ceño al mirar la firma. Furioso se volvió hacia Chouji.

-Así que se consiguió un falsificador, mi joven amigo. Pero esto no cambia nada, ¡Quiero que ustedes se larguen de aquí!

Fugaku, que no había dicho nada hasta ese momento, le habló a su hijo.

-¿Me permites ver esos papeles?

Se los cedió sin quitarle los ojos de encima a Naruto. Este estaba disgustado ante su mirada insolente, pero no cedió. De él dependía mucha gente y tenía que hacer frente a este canalla. Se volvió hacia el hombre mayor que leía los documentos.

-Créame, monsieur, yo no soy un mentiroso ¡Estoy diciendo la verdad!

Fugaku no sabía que creer. La firma parecía verdadera, además de que ya no podía decir que conocía bien a Sasuke. ¡Había cambiado tanto!

-Me casé con este hombre hace seis años en Nueva Orleans ¡Créame!

Se le quedo mirando. No podía creer que su hijo hiciera un acto tan ruin, pero al mismo tiempo dudaba que el muchacho mintiese. Suspiró.

-Creo que deberíamos discutir esto en un sitio más privado. Lamento esto pero creo que debemos cancelar la celebración.

Renuentes algunos, todos asintieron. Mientras se despedian a los invitados, quienes tendrían chismes jugosos para comentar a la mañana siguiente, la señora Uchiha y la señora Yamanaka acompañaban a Ino, a quien trataban de calmar de su ataque de histeria. Entraron en un elegante saloncito, y Chouji, vacilante comenzó a hablar.

-Este...creo que debería de explicar como llegué a conocer al jov...

-No hace falta-interrumpió Sasuke- acá él mismo nos lo va a decir ¡ya nos demostró que tiene lengua para ello!¡Ah! tampoco espere para acompañarlo, yo lo llevaré-decía mientras lo empujaba sin mucha ceremonia.(1) El ambiente era hostil y desagradable para Naruto, quien tenía ganas de salir corriendo, pero se mantuvo firme. ¡Él decía la verdad, no lo iban a tratar de mentiroso!su hijo y los demás dependían de él...

A Sasuke le había dejado de parece divertido el que se lo acusara de un crimen que no había cometido. En esa elegante habitación, Naruto comenzó a hablar en forma titubiante.

-Señores, lamento haber venido en un momento tan inoportuno, pero eso no cambia los hechos. Este hombre se casó conmigo hace seis años en Nueva Orleans, y en esos documentos esta la prueba de lo que digo.

-Si todo esto esto es verdad ¿Porque no te recuerdo?

Era un momento muy difícil para Naruto, por que si él insistía en no reconocerlo ante su familia ¿Que iba a hacer para lograr convencer a los demás?¿Cómo iba a recuperar su dote? Se volvió hacia Fugaku.