NO ENGAÑES A MI CORAZÓN

el viaje de naruto

Acababa de llegar Naruto a la casa cuando un pequeño tornado vino corriendo hasta donde estaba gritando con excitación:

-¡Maman, Maman!(1)¡ven rápido, la gata ha tenido a sus bebes!!¡son cuatro y yo los he encontrado!

-¡Bon!-respondió con una amplia sonrisa en su rostro encantador-los llevaremos con nosotros cuando nos vayamos ¿oui?

Yukito era un niño hermoso y a pensar de sus cinco años de edad, ya daba señales de que algún día sería un hombre alto. Tenía el cabello negro como la noche y su dulce rostro infantil ya revelaba los comienzos de un mentón firme y una nariz masculina. Naruto solía observar sus facciones preguntándose que aspecto habría tenido su padre. ¿Habría sido atractivo?¡alto? se inclinaba a pensar que si, ya que los Namikaze nunca se destacaban por su altura. Su mentón, nariz y altura no eran rasgos de su familia.

Nunca pensaba en la concepción de Yukito, pero muchas veces se preguntaba como sería el padre ¿sería bondadoso o cruel?¿tan sin escrúpulos como monsieur Uchiha o gentil como monsieur Sarutobi?¿De haberse conocido en otras circunstancias se hubiera sentido atraído hacia él? Naruto? Si tan solo no hubiera ido a la casa del gobernador esa noche...tal vez se habrían conocido en otro sitio y quien sabe...quizás se hubiesen enamorado y entonces Yukito hubiese tenido un verdadero padre. Al notar que el niño lo miraba , apartó sus tontos pensamientos y le sonrió. Viendo su amado rostro no podía lamentarse por aquella noche en la casa de Danzo. Pero no podía pensar en ello. Lo sucedido entonces estaba tan oculto en las profundidades de su mente que era casi como si Naruto sólo hubiese creado a Yukito. ¡El era solamente suyo!

Su niño tiró de su mano con impaciencia y la sonrisa de Naruto se hizo más amplia ¡que parecido era a él!¡tan impaciente y en acción! Riendo junto a él, ambos corrieron tomados de la mano hasta donde se hallaba la gata con sus gatitos recién nacidos. Viéndolos correr a los dos juntos bajo el sol., podían pensarse que eran hermanos. El cabello de Naruto caía en dorada cascada por su espalda, y con su cuerpo delgado y los pies descalzos no parecía tener veintidos años. Solo al mirarlo con más atención uno notaba la diferencia entre este y el de 1799.

Ya no era un chiquillo. El embarazo le había otorgado a su cuerpo caderas mas redondeadas y pequeños senos. su andar era ligeramente provocativo aunque él no lo sabía y su rostro era tan hermoso que los hombres difícilmente lo olvidaban después de verlo.

A los veintidos años, Naruto era una extraña mezcla de inocencia y madurez. Había conocido la pasión de un hombre y dado a luz un hijo, y sin embargo,su vida fue austera, casi monacal. No tenia un concepto muy elevado de los hombres, desde luego...su abuelo había sido un holgazán egoísta; había sido violada por un desconocido y su esposo probó ser un hombre sin honor. No era de extrañarse que sintiera desconfianza y recelo hacia los hombres en general.

Al morir Jiraiya, había liberado a los esclavos resignándose a verlos partir, Pero a pesar de que los esclavos habían aceptado emocionados los papeles que le ofrecían la libertad, ninguno de ellos parecía inclinado a abandonar el castillo Namikaze-.

-¿De que nos serviría ir a alguna parte?¡este es nuestro hogar!- había dicho la abuela Chiyo con energía.

Naruto necesitaba de su ayuda desesperadamente, y no se había esforzado para persuadirlos de lo contrario. Incluso ahora, abuela Chiyo y el resto estaban decididos a ir con él a Natchez.

-No sería propio que te fueses hasta allí tu solo- le dijo abuela Chiyo con indignación-tu abuelo nos arrancaría la piel si supiera que te permitimos cometer esta tontería¡somos una familia, y la familia permanece unida!

Sintiendo que se le formaba un nudo en la garganta, Naruto no tuvo más remedio que aceptar. Por lo tanto, un hermoso día de mayo, todos partieron hacia Natchez en dos viejas carretas arrastradas por cuatro mulas de aspecto fatigado. La gata y sus cuatro gatitos descansaban en una canasta de mimbre junto a Yukito. No se atrevió a mirar atrás. En silencio, se hizo la promesa de que Sasuke Uchiha le devolviera la dote o le haria la vida tan imposible que lamentaría haber nacido...

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Esa noche, tal como había ocurrido muchas veces desde su regreso, la familia Yamanaka estaba invitada a cenar. Sentado frente a su única hija, una adorable criatura de ojos azules llamada Ino, Sasuke no tenia dudas respecto a la razón de que estuvieran tan a menudo en Barbizon. El nombre de la muchacha se mencionaba con mas frecuencia cuando su madre tocaba el tema del matrimonio. Considerando que la propiedad de los Yamanaka lindaba con Barbizon e Ino era la única heredera de todo, no cabía dudas de que la alianza era muy buena.

Sasuke observó a la muchacha sentada frente a él. Tenia que admitir que era muy guapa con esos grandes ojos azules y esos suaves rizos dorados. Pero no había un cerebro dentro de esa adorable cabeza. A algunos hombres les gustaba aún más una mujer que les mirase con admiración cada vez que abrían la boca para hablar, pero a él le resultaba de lo más aburrido. Sin embargo...una de las cosas que le habían atraído de Sakura había sido su conversación inteligente y esto adonde le había conducido?

Ino le dirigió una sonrisa recatada y Sasuke se la devolvió con ironía. Cuando giro notó la mirada complacida de sus padres. "Ah, pero realmente están pensando en el matrimonio¿verdad?" sus ojos volvieron a ponerse sobre los hombros suaves de Ino. "Y bueno ¿por que no?" decidió repentinamente mientras sus ojos negros se llenaban de ironía "¿por que diablos no?".

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(1)Estuve pensando un montón de tiempo(diez segundos), y no sabia que poner aquí, ya que vi en muchos fics que es papa y papi, pero la verdad yo no se como decirle "papi" en francés, a Sasuke le dirá "Papa" podría decirle papi, pero los dos personajes usan palabras francesas para palabras como: señor, hijo, mamá, etc. y no quería quitarlo. Si alguien sabe un apelativo cariñoso para "papi" en francés, ¿me lo dice por favor? así lo arreglo, sino, sigo así.