El viaje a nueva orleans

2.5K 230 31
                                    

Sasuke y Obito se hallaban en el dormitorio del primero, y este se estaba cambiando su elegante traje matinal por la levita color café y el pantalón de Badana que solía usar para montar.

-Obito-dijo con paciencia-No necesito tu generosa oferta de que me ayudes con Sai. Lo aprecio pero nuestro primo no tiene nada que ver con mi viaje a Nueva Orleans y tu lo sabes. Es solo una a coincidencia que llegue allí al mismo tiempo que él.

-Pero pretendes darle una lección antes de embarcarlo de vuelta hacia Inglaterra, ¿verdad?-insistió Obito.

Sasuke le dirigió una mirada.

-Sin duda. Pero de todos modos no necesito que vengas pasara asegurarte de que lo hago bien.

-¡Ya lo se-replico Obito de manera acalorada-¡pero quiero verte cuando lo hagas!

-¡No sabia que eras tan sanguinario!

-Mañana dice que soy igual que tú-respondió Obito-¡por favor, Sasuke, déjame ir! Prometo portarme bien. Tu sabes que soy muy maduro para mi edad...¡hasta papá dice que tengo modales!¡Déjame ir!

Sasuke vacilo. Era muy difícil resistirse a Obito cuando deseaba algo pero pensando en los peligros que presentaba la ciudad para un jovencíto, Sasuke sacudió cabeza y agrego'antes de que su hermano pudiera protestar:

-La próxima vez, te lo prometo. Esta vez me quedare varios meses y tu sabes que no es un viaje de placer, la mitad del tiempo la pasaras encerrado con varios funcionarios españoles para discutir convenios comerciales. Tu te aburrirás mucho. Además -concluyo Sasuke alegremente -mi asunto con Sai durará unos minutos...¿y que harás el resto del tiempo, eh?

Obito se alzó de hombros.

-¡Ya encontraré algo que hacer!

-¡Es precisamente por eso que prefiero que permanezcas aquí!dijo Sasuke mientras terminaba de colocarse las botas-Ahora, ven conmigo y muéstrame ese semental gris que según dices nuestro vecino quiere vender.

Y como los caballos eran la principal pasión de Obito, el viaje a Nueva Orleans se desvaneció de su mente de inmediato. Juntos pasaron una mañana agradable y para alegría de Obito, Sasuke decidió comprar el semental.

-¡Te dije que era un caballo excelente!-dijo Obito mientras cabalgaban de vuelta a Barbizon.

-Así fue, jovencito-respondió Sasuke con una sonrisa. El resto del día transcurrió de forma apacible y el viaje de Sasuke no volvió a mencionarse hasta la noche.

-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s-n-s

Ya era tarde y el resto de la familia se había retirado a descansar. Sasuke y su padre se hallaban sentado en la galería , disfrutando del último cigarro de la velada.

-He sabido que pretendes realizar algún tipo de acuerdo comercial con los españoles-dijo Fugaku de pronto-¿Eso significa que veras a nuestro ex-gobernador Danzo?

Sasuke asintió con la cabeza.

-¿No te parece buen sitio para comenzar?. El conoce nuestra familia y sabe que nominalmente , soy un súbdito de España mientras posea Mil Sauces.

-Ahora que es gobernador de Nueva Orleans, ¿no crees que tratará de sobornarte para que te conviertas en una espía de España ¿?

-Probablemente si yo sugiero que estoy dispuesto...¡pero no lo estoy!¡yo no soy el general Orochimaru!

-¡Por amor de Dios, no digas esas cosas!-exclamo Fugaku-admito que hay muchos rumores respecto a los tratos de Orochimaru con los españoles, pero nadie puede probar nada. Te conviene cuidar esa lengua o el general puede verse obligado a defender el honor del cual siempre se ufana.

NO ENGAÑES A MI CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora