NO ENGAÑES A MI CORAZÓN

mi corazon encontro su lugar

S&N

-¡Oh, no, monsieur!-exclamó con sinceridad-¡quiero decir, sí...yo le creo!-entonces esbozó un a sonrisa maliciosa-o al menos...aún no he considerado la posibilidad de que esté mintiendo.

-No estoy mintiendo,-dijo con tristeza Sasuke-Pero si me crees ¿por que pareces tan desdichado? Pensé que ese dinero era lo que más deseabas.

-¡Oh, si!-comenzo con vehemencia, para luego detenerse un momento y continuar con voz mas suave-antes de viajar a Natchez, todo me parecía tan simple...necesitaba la dote para salvar el castillo e iba a obtenerlo a toda costas. Entonces le pagaría a Asuma Sarutobi y luego continuaría mi vida como antes...¡pero nada resultó como había planeado!

-¿Y eso es tan malo?-preguntó Sasuke con suavidad.

-No lo sé -admitió lentamente.

-supón que no te preocupas por ello en este día ¿eh?-sugirió-dejaremos de lado nuestros problemas y disfrutaremos de nuestra mutua compañia.

Naruto asintió con la cabeza de forma imperceptible. Sasuke tenía razón:no tenia que decidir ese mismo día...iba en camino a su amado castillo con el hombre que adoraba y no pensaría en otra cosa, con excepción de a la felicidad que sentía en ese momento.

Eran casi las dos de la tarde cuando finalmente salieron del camino principal y tomaron por el sendero angosto y lleno de maleza que conducía al castillo. Se sentía cada vez más impaciente por volver a ver su hogar. Con una alegría infantil, señaló a Sasuke los sitios que ele eran familiares tales como las casa de sus vecinos y la pequeña laguna donde solía pescar.

Naruto no hizo ningún comentario sobre el aspecto desastroso del camino y Sasuke no era tan tonto como para hacer alguna observación. Por otra parte, se sentía invadido por una enorme ternura al ver el placer y el orgullo conque Naruto le señalaba la plantación.

"Mañana por la mañana", se prometió Sasuke, "mañana por la mañana haré que venga una escuadrilla y comience con las reparaciones necesarias".

Solo cuando se acercaron a la casa Naruto comenzó a mostrarse un poco nervioso.

-No se la ha reparado en los últimos veinte años, monsieur-dijo de forma algo abrupta-Por favor, recuerde eso cuando la vea.

Al final del camino y como amodorrada bajo el sol, se alaba el castillo Namikaze. Naruto sintió que se le comprimía el corazón y sus ojos se llenaron de lágrimas al verlo. A pesar de su marchita elegancia, para él era la casa más hermosa del mundo. No importaba que la pintura estuviese descascarada, ni que la maleza lo cubriese todo...era su hogar y él había luchado demasiado por el como para detenerse en esas nimiedades. ¿como pudo haber pensado, tan siquiera un momento, en la posibilidad de no conservarlo? Entonces trago saliva compulsivamente. Si debía escoger entre la casa y Sasuke sabía que en realidad no tendría opción: amaba el castillo pero Sasuke era su vida; sin él nada tenía sentido.

Sasuke detuvo los callos y observo la casa con expresión pensativa. Al ver la pintura descascarada, la escalera hundida y todo el aspecto deteriorado en general, estuvo a punto de volverse a Nueva Orleans a todo galope.

Pero comprendiendo que eso comprometería seriamente su posición frente a la orgullosa criatura que se hallaba a su lado, Sasuke volvió a mirar, pero esta vez con más atención...y fue entonces que la casa comenzó a ejercer su encanto sobre el. Por primera vez, vió la belleza del edificio, la elegancia de la escalera en forma de herradura y la gracia de su construcción. Debía haber sido una casa fascinante en otras épocas, admitió, y era una pena que hubiese llegado a tal estado de deterioro.

Mientras observaba detenidamente el edificio, Sasuke experimento la extraña sensación de regresar al hogar...como si todos sus vagabundeos hubiesen estado conduciéndolo a este solo lugar...y a esta sola persona. La sensación fue tan poderosa que Sasuke se alarmó con intensidad. La casa parecía llamar una parte oculta de su interior, despertando sueños que él creía muertos hacía tiempo...tal vez, incluso, la felicidad...

El silencio pareció prolongarse eternamente y al fín, incapaz de soportar el silencio mucho más, Naruto se arriesgo a mirarle y preguntar:

-¿Y bien?¿que le parece?

Sasuke tardó un momento en reaccionar, y dijo con voz ronca.

-Creo que es perfecta. O más bien...lo será.

Una sonrisa de felicidad surcó el rostro de Naruto.

-¿De veras, monsieur?-insistió con ansiedad.

Con un brillo irónico en los ojos y mirando fijamente su boca, Sasuke murmuró:

-¿No habíamos decidido que mi nombre era Sasuke?

Naruto se ruborizó, pero no permitiría que cambiase de tema.

-Es bellísima ¿no es verdad?

Sin apartar la mirada de su rostro, Sasuke susurro:

-Bellisimo...

Naruto apartó la vista avergonzado y bajo del vehículo.

-Venga, le enseñaré todo.

Después de asegurar los caballos, Sasuke lo siguió mientras el joven iba de un lado hacia el otro con excitación.

-¡Aquí está el granero!-y entonces corrió en otra dirección y exclamó-Y esta era la caballeriza. Y por allá estaba nuestro jardín. Y por aquí está...

Lo último que Naruto le mostró fue la casa misma. Mientras subía la crujiente escalinata, tuvo el mal tino de observar:

-Es un milagro que no te hayas roto el cuello en esta maldita casa.

Al oirlo, Naruto se volvió hacia él de inmediato:.

-¡No permitiré que critique mi casa! Si usted me hubiera devuelto la dote cuando correspondía, jamas habría llegado a este estado-entonces agregó con ojos brillantes-¡Todo es culpa suya!

-Pero tu vas a perdonarme ¿no es verdad?-preguntó con una leve sonrisa en los labios.

-Tal vez-respondió, echándose atrás el cabello con expresión insolente.

Había un clima armonioso entre ellos, y Naruto tenía una gran alegría que parecía burbujear en su pecho. Nunca había pensado que llegaría el día en que Sasuke Uchiha pusiera un pie en el castillo, ni que tampoco que el estaría tan feliz de tenerlo a su lado...y lo más sorprendente de todo era que hasta se atrevia a bromear con el. Pero ese día nada le parecía imposible...ni siquiera su amor.

*-*