NO ENGAÑES A MI CORAZÓN

el impostor (primera parte)

S&N

A Jiraiya no se le ocurrió ni por un momento pensar que no estaba hablando con Sasuke Uchiha. Sai podía haber pasado por el gemelo de su primo, sino conocía bien a los dos hombres. Él solo lo había visto dos veces y en ambas oportunidades estando bajo los efectos del alcohol.

Sai decidió ocultar su identidad hasta saber sí podría sacar alguna ventaja del error. Las correrías de Sai por el nuevo mundo no habían sido de lo más agradables. El dinero era difícil de conseguir a menos que se estuviese dispuesto a trabajar lo cual era algo impensable para él. Ahora estaba dispuesto a volver a Inglaterra, suponiendo que la ira de su padre ya se hubiera calmado. Con esa intención había llegado a Nueva Orleans después de recorrer todo el golfo de México y esperaba obtener el dinero del pasaje para así escapar de una situación bastante peligrosa.

No había ido a Natchez ya que Sasuke no caería en ninguna de sus trampas para obtener dinero; también sabía que sería bien recibido por sus tíos y primos. Había pasado varios meses en una pequeña ciudad llamada Baton Rouge donde había conseguido ganarse el afecto de una viuda adinerada que estaba dispuesta a mantenerlo. Podía haber permanecido aquí infinitamente de no haber sido por los parientes decidieron poner fin a la relación. Con la intención de proteger su fuente de ingresos, se había batido a duelo con uno de los sobrinos de la viuda matando al desafortunado joven.

Como era de suponer, el resto de la familia pedía venganza y Sai partió rápidamente no sin antes robar varias joyas de la mujer. El dinero de las alhajas le había dado cierta tregua pero ya se estaba acabando y sus andanzas por la ciudad pronto sería descubierto por algún familiar del joven asesinado.

Siempre listo para sacar ventajas, cuando el anciano francés se acerco a él llamándolo por el nombre de su primo, Sai decidió ver si podría beneficiarse con el error.

Los dos hombres se sentaron frente a la mesa de un café y conversaron con cautela mientras bebían un buen brandy. Jiraiya pensaba en una forma diplomática para hablar el tema que más le interés mientras Sai trataba de ocultar su verdadera identidad.

Hablaron sobre la repentina muerte del gobernador y mediante varias preguntas astutas, pudo averiguar que el anciano sólo había visto a Sasuke dos veces. Esto hizo que se relajara un poco aunque la noticia de este se hallaba en al ciudad era de lo más importante.

Después de varios minutos de conversación, Jiraiya ya se encontró con muy poco que decir con excepción del tema que más se preocupaba.

-Monsieur Uchiha-dijo abruptamente-yo tengo que hacerle una proposición.

El interés de Sai aumentó. Sí, había dinero con ello, él estaría de lo más interesado!

-¿Sí?-dijo con languidez-¿y cuál puede ser?

Jiraiya vaciló. Ya no estaba tan seguro de su primera impresión sobre Sasuke Uchiha hubiese sido la correcta. Había algo respecto a este hombre...sus ojos parecián tanfríos y calculadores...pero debía tratarse de su imaginación. Finalmente tomó coraje.

-Tengo un nieto doncel a quien quisiera ver casado y me gustaría que usted fuese su esposo.

Sai estuvo a punto de lanzar una maldición ¿para que le serviría un matrimonio? Ya había tenido varias oportunidades de casamiento en el pasado...incluso con donceles y hasta herederos!¿así que por que considerarlo ahora?

Jiraiya le proporcionó la respuesta.

-Tiene una dote. Mi médico me ha dicho que no me queda mucho tiempo de vida. Cuando yo muera él heredará cientos de hectáreas de tierra fértil río arriba. Yo sé que usted es un joven adinerado, pero la dote de mi nieto no es despreciable-Jiraiya alzó la vista y preguntó con voz fatigada-¿cinco mil doblones en oro español le parezca suficiente?

Sai inspiró profundamente"¡Jesús!¡ya lo creo que es suficiente!¡es una fortuna!¿pero como podría apoderarme de ella...sin que un esposo se me cuelgue del cuello?¿o más bien como podría hacerlo Sasuke?

Para ganar tiempo mientras que su cerebro corría enloquecido, tomó un cigarrillo, lo encendió y fumó unos minutos con la vista fija en el espacio. No debía mostrarse muy ansioso pero tampoco podía dejar pasar la oportunidad que se presentaba de forma tan inesperada.

-Tal vez lo considere- dijo finalmente-por supuesto que depende de su nieto. Creo que debería saber algo respecto al doncel con el que tal vez me case.

Jiraiya se sintió aliviado, pero al mismo tiempo descubrió que le disgustaba le conversación. Entonces procedió ha hablarle de los atributos de Naruto: su juventud, su belleza y sus modales dóciles...,esto ultimo una descarada mentira, por supuesto.

-Si usted y yo llegamos a un acuerdo-preguntó Sai-¿cuando desea que se realice el matrimonio?¿Desea un noviazgo largo o hay alguna razón para la urgencia?¿y y cuando será entregada la dote?

Jiraiya sentía que algo le molestaba en este asunto. Pero no atinaba a descubrir que era. En sus encuentros anteriores, Sasuke Uchiha no había parecido un mercenario, y se preguntaba si había cometido un error al juzgarlo. Pero Sai percibió que no estaba imitando bien a su primo y esbozó una sonrisa encantadora.

-Debo de parecerle muy calculador. muy calculador. Créame, no suelo ser tan brusco, pero...,nunca nadie me había ofrecido a su nieto en matrimonio.

Algunos de los reparos de Jiraiya desaparecieron.

-Y yo nunca había actuado como casamentero, así que estamos mano a mano ¿no cree?-dijo con una sonrisa cálida.-seré sincero con usted monsieur...si pudiera arreglar el casamiento para mañana, lo haría y el oro le será entregado el día en que se case con mi nieto.

Sai lanzó un silbido de sorpresa.-¿Y por que tanta prisa?.

La expresión de Jiraiya se volvió tensa.

Mis días están contados-dijo con rigidez- cuando yo muera, Naruto quedará solo en este mundo. Quisiera ir a la tumba sabiendo que su futuro este asegurado.

-Ya veo-respondió Sai mientras su cerebro estudiaba la forma de hacer buen uso de esa información. Bien podía apoderarse del oro y deshacerse del muchacho, pensó con creciente confianza. Entonces esbozó una amplia sonrisa y dijo afablemente...yo e que usted quisiera una respuesta inmediata, pero necesito un poco de tiempo para considerar su proposición...¿le parece bien que le responda esta noche?

Jiraiya asintió, aunque no estaba tan entusiasmado como ses suponía que debía. Sasuke Uchiha no había reaccionado cómo él esperaba y ya no le parecía un hombre tan encantador. !"Debo de estar volviéndome viejo", se dijo. Finalmente suspiro y preguntó:

-¿Le parece bien, eh...digamos a la nueve? si su respuesta es afirmativa le presentaré a mi nieto de inmediato.

Sai asintió sintiéndose muy satisfecho. "por Dios, si todo sale bien, ese oro caerá en mis manos antes del fin de semana...¡ y entonces estaré en un barco rumbo a Inglaterra!

Los dos hombres abandonaron el café. Jiraiya se dirigió hacia su casa de la calle Toulouse y Sai fue a hacer algunas discretas averiguaciones sobre Jiraiya Namikaze. Lo que oyó le hizo comprender la razón de que el anciano hubiese buscado a un extraño. Nadie deseaba respaldar sus deudas de juego y parecía que nadie había oído hablar de los cinco mil doblones.