la familia de sasuke

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Hasta para el observador mas distraído, de hacia evidente que Barbizon era propiedad de un caballero acaudalado. El camino arbolado que conducía a la residencia era en verdad imponente y a ambos lados de este se extendía un parque perfectamente cuidado, con majestuosos robles y magnolias.

El camino terminaba en un calzado para carruajes y un poco más allá se encontraba la residencia. La casa era de tres pisos con galerías amplias y frescas en la parte superior. Tenía altas columnas de estuco y sus paredes color verde claro contrastaban con las persianas oscuras. Desde el piso superior de la mansión, una enredadera color purpura caía como una cascada hasta el suelo y una escalinata blanca cubría toda la fachada del edificio. Barbizón parecía irradiar gracia y elegancia.

En el interior ocurría lo mismo , cada habitación evidenciaban abundancia y buen gusto. El salón principal estaba decorado con alfombras orientales y muebles tapizados en gobelinos mientras que el comedor se hallaba equipado con muebles de exquisita caoba. Sin embargo, el heredero de todo aquello, Sasuke Uchiha, le prestaba poca atención...después de todo había nacido en Barbizon y vivido allí sus veintisiete años de existencia.

En esta soleada mañana de junio de 1779, Sasuke bebía una taza de café mientras leía una carta de su tío que vivía en Inglaterra. Sentado frente a él se hallaba Obito, su hermano menor, quien notando el ceño fruncido de Sasuke preguntó:

-¿Algún problema? ¿Inglaterra está perdiendo la guerra contra Francia?

Sasuke esbozo una sonrisa y murmuro:

-No más de lo esperado . El Almirante Nelson les está ganado en el mar, pero en tierra las cosas no van bien. Desde luego, ¡Napoleón sabe como sorprender a los ingleses! Sin embargo el tío tiene la esperanza de que no todo salga mal para Inglaterra y escribe que ya no temen una invasión inmediata de Francia.

-¿Entonces porque frunces el ceño?

Sasuke suspiro sabiendo que Obito no se rendiría hasta ver satisfecha su curiosidad.

-Parece que nuestro estimado primo Sai le está causando algunos problemas a su padre, como de costumbre.

Itachi, el hermano dos años menor que Sasuke, alzó la vista rápidamente. Al igual que Sasuke, él había sido educado en Inglaterra, y sabía por experiencia propia cuales podrían ser esos problemas.

-¿Mujeres, bebidas, dinero...o los tres?-pregunto con su habitual calma.

Sasuke rió y sus ojos negros brillaron.

-¡Las tres!Y lo que es peor, parece que nuestro primo se dirige hasta nuestras costas.

-¡Dios mio!¿viene hacia aquí?-preguntó Itachi sobresaltado ya que recordaba muy bien los escándalos y disgustos que acompañaban a Sai-Pensaba que después de haber falsificado tu firma para sus deudas de juego tendría la cordura suficiente como para mantenerse a distancia. Me parece recordar que le amenazaste con volarle la cabeza si volvía a cruzarse en tu camino. Un hombre prudente hubiera tenido en cuenta la advertencia.

Sasuke se alzó de hombros.

-¡La prudencia es lo último que Sai posee. Pero no te preocupes, Itachi...eso precisamente es lo que nuestro tío me ha pedido que haga. Parece que volvieron a discutir por la vida disipada que lleva Sai y el tío le ha desheredado...nuevamente. Ahora tiene la cabeza más fría y me ha escrito pidiéndome que le convenza para volver a casa.

Los tres jóvenes intercambiaron una mirada pensando con cariño en su tío. Al observar al trío sentado alrededor de la mesa , se hacía evidente que eran hermanos. Los tres tenían el cabello y los ojos negros, y las mismas facciones y altura que su padre.

Sasuke era el más llamativo, sus ojos parecían mas brillantes y vividos que los de sus hermanos menores. Itachi era era el más atractivo, pero también el mas tímido y retraído de los tres. Obito era tan bien parecido como sus hermanos , pero su rostro era aun adolescente y nunca seria tan atractivo como el de
Itachi. Sin embargo, el brillo travieso de sus ojos hacía que tuviese mucho éxito entre las muchachas.

Mikoto su madre, entro en la habitación y los tres se pusieron de pie para saludarla. A los cuarenta y cinco años, Mikoto Uchiha era una mujer hermosa. Su rostro tenía siempre una expresión sonriente y tenía una piel muy blanca, cabello negro y ojos brillantes. Para ella , no existía nada mas importante que su familia, y hubiese degollado a cualquiera que causara algún dolor a su esposo o a alguno de sus hijos.

Un criado acababa de servirle el café a Mikoto cuando el jefe de familia entró al comedor. Fugaku Uchiha era un hombre imponente de cincuenta y cuatro años de edad. Era muy alto y todos sus hijos, Sasuke en particular habían heredado su cuerpo esbelto y flexible.

Volvieron a intercambiar saludos y conversaron sobre temas generales durante unos momentos,. mientras Fugaku recibía su desayuno y añadía crema a su café. Fue Obito, siempre ansioso por ser el primero en comunicar novedades, quien trajo a colación el tema de Sai.

-¡Sai está en América, papa! ¡y Sasuke va a enviarlo de vuelta a Inglaterra después de volarle la cabeza!...¡El tío le escribió a Sasuke para pedirle que lo hiciera!-Obito se detuvo abruptamente y entonces agrego:-me refiero a que el tío quiere que lo embarque de vuelta. ¡Es Sasuke quien desea volarle la cabeza!

Ante la mención del nombre de Sai, los ojos oscuros de Mikoto brillaron con violencia.

-¡Ese puerco! Casi sería mejor si alguien le volara la cabeza...¡al menos así su hermano podría heredar!

Sasuke esbozó una sonrisa.

-Si tu lo deseas, estoy a tu servicio.

Mikoto lo miró con incertidumbre.

-Déjalo-dijo. finalmente más calmada.

Sasuke le mostró una sonrisa burlona.

-Por supuesto, si eso es lo que deseas.-Al escuchar su tono de voz, Mikoto le dirigió una mirada penetrante,. Desde niño, Sasuke siempre había sido muy independiente y testarudo, pero había una diferencia con aquellos días. En aquel entonces, ella conocía cada uno de sus pensamientos y compartidos sus sueños de juventud. A pesar de su fuerte personalidad, había dulzura en él , especialmente hacia las mujeres...pero ya no. No desde el terrible final de su matrimonio dos años atrás...

NO ENGAÑES A MI CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora