NO ENGAÑES A MI CORAZÓN

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S&N

La tregua comenzó bien. Sin la partida de Sasuke en el horizonte, Naruto descubrió que el día era maravilloso. En cuanto a Sasuke, la oportunidad que el joven doncel le había dado indicaba que tal vez pudiese arriesgarse a hablarle sobre Sai. "Pero aún no", pensó mientras lo observaba beber su café con una sonrisa. "Aún no...no quiero que nada haga cambiar esa dulce expresión que hay en su rostro. No quiero que vuelva a verme con sospecha y desconfianza. No permitiré que eso vuelva a suceder", se prometió con firmeza. "No lo permitiré"

Juntos pasaron un día maravilloso vagando por Nueva Orleans y recorriendo las tiendas en un clima de perfecta armonía, almorzaron a orillas del río mientras observaban las aguas que se desplazaban hacia el mar. Naruto se apoyó contra el tronco de un roble y pensó que nunca había sido tan feliz. Por primer vez, el futuro ya no le parecía incierto y desesperante, sino algo de lo cual podía disfrutar y dejar de preocuparse.

Sasuke no pudo disfrutar tanto ese día. Cada minuto que pasaba se sentía más fascinado con Naruto, pero también era consciente de que no era lo más sensato que había hecho en su vida. No tenía ninguna garantía Naruto sintiese algo profundo por él, y ni de que aceptase su cortejo...en especial cuando supiera lo de Sai. Se recordó con disgusto. La certeza de que al menos en lo legal, Naruto seguía siendo la esposa de Sai, era como una nube negra en su horizonte. Pero a pesar de los obstáculos que podía haber en el futuro, Sasuke halló un gran placer en aquel día. Y para cuando Naruto dio las buenas noches con un ligero beso en los labios, ya aguardaba el día siguiente con optimismo.

Él no había querido irse solo a la cama, pero ahora que conocía su inocencia no deseaba forzarlo a nada Además, se dijo con furia ¡Era el esposo de Sai! El día siguiente amaneció tan hermoso como el anterior y volvieron a desayunar en el pequeño patio. Sin embargo cuando Naruto se reunió con Sasuke esta vez, sus ojos estaban brillantes.

-Bon jour, monsieur-le saludó con alegría.

Sasuke deposito un pequeño beso en su frente, luego de quedarse unos, momentos observando su piel dorada y su rubia cabellera, pareciéndole más fascinante con cada minuto que pasaba a su lado.

-Buenos días, cariño-un brillo travieso apareció en sus ojos-espero que hayas dormido bien en esa cama extraña. Es una pena que no me haya reunido contigo...

Naruto se ruborizó y deseó ser lo suficientemente atrevido como para responder a su desafío. Pero como no lo era, simplemente ignoró su pregunta y le respondió con otra:

-¿Que tiene pensado hacer hoy, monsieur?

Sasuke lo observó con expresión pensativa. Si todo había ido bien, en cuestión de horas debía estar en posesión de la hipoteca del castillo.

-Debo ir a la ciudad-le respondió lentamente-, pero después de eso tengo todo mi tiempo a tu disposición. ¿hay algo que quieras hacer?

-Oui, monsieur-asintió con la cabeza-me gustaría mucho viajar al castillo-y con una expresión algo ansiosa agregó:-Está a casi cuatro horas de aquí, pero si salimos temprano...

-No veo ningún problema-respondió con calma-En cuanto termine mi café iré a la ciudad a concluir mis asuntos. Si le pides a nuestro anfitrión que nos prepare un almuerzo para llevar, podremos partir dentro de una hora.

Veinte minutos después, Sasuke volvía a estar sentado en las oficinas de monsieur Hanzou.

-¿Pudo hablar con Sarutobi?¿ha quedado todo concluido?

-Oui, monsieur. Fue tan simple como pensé-ante la mirada interrogante, agregó:-Sarutobi tiene pasión por el juego, pero lamento decir que es muy mal jugador. Cuando mi mensajero le comunicó que recibiría el pago en efectivo, vino a mi oficina de inmediato.

-¿Y tiene la hipoteca?

-Oui, monsieur. Aquí está. Su esposo estará muy complacido.

-Eso espero-dijo mientras miraba el papel y esbozaba una sonrisa-Debo felicitarlo por la rapidez con que ha concluido este asunto. Espero que tenga la misma suerte con los demás.

-El dinero será transferido a su nombre esta mañana-dijo monsieur Hanzou, quien se veía orgulloso ante las palabras de Sasuke-En cuanto a la otra cuestión , ya he ubicado al dueño de las tierras y está dispuesto a vender...,en especial al precio que usted ha ofrecido.

Pocos minutos después terminaban de conversar y Sasuke abandonó la oficina con la hipoteca en su poder. Entonces volvió a la posada donde Naruto le aguardaba junto a una pequeña canasta de mimbre y lo ayudó a subir al vehículo para encaminarse al castillo Namikaze.

Mientras los caballos trotaban alegremente por el camino que bordeaba el río, Naruto se volvió hacia Sasuke y pregunto con timidez:

-¿Terminó de arreglar sus asuntos, monsieur?

-Así es-dijo sin quitar la mirada del camino-...y creo que te sentirás muy complacido con los resultados.

Considerando el comportamiento pasado de Sasuke, Naruto preguntó con cautela:

-¿Por qué?¿sus asuntos tienen que ver con mi dote?

-Eso también. Para mañana a la mañana podré entregarte el dinero.

-¿De veras?-preguntó con alegría.

-De veras-le aseguró con suavidad-Monsieur Hanzou me aseguró que mañana todo estará concluido.

-¿Monsieur Hanzou?-preguntó con sorpresa.

Sasuke asintió.

-¡Que extraño!¿sabía que también trabajaba para mi abuelo?

-Lo supe anteayer-respondió.

-El mundo es muy pequeño ¿verdad, monsieur?

Durante un buen rato viajaron en silencio mientras Naruto trataba de poner en orden sus emociones.La noticia de que le devolverían su dote la llenaba de alegría y excitación ¡al fin podría pagar la hipoteca!su esperanza de salvar el castillo para Yukito se veía cumplida, pensó con regocijo. Y sin embargo, también sentía grandes dudas. ¿Salvar la plantación sería el camino más sensato? Después de pagar la hipoteca le quedaría muy poco dinero, apenas lo suficiente para mantener a su pequeña familia "Me he estado engañando", decidió finalmente "sería una tontería invertir el dinero en la plantación, y Yukito no me lo agradecerá cuando se convierta en un hombre ¿cómo se podía decidir eso por un niño de cinco años?"

De pronto comprendió que no había considerado otro aspecto de la situación. A pesar de que Sasuke se mostraba encantador, no había garantía de que no volviese a cambiar como tantas veces. Naruto le miró con incertidumbre. "Le amo tanto", pensó con desesperación. "Y sin embargo, no le comprendo, ni puedo confiar en él por completo. Tal vez no necesite tomar una decisión respecto a mi dote...nuestra tregua pude durar..."

La entrega de la dote tampoco lo había alegrado tanto como él había esperado.

-¿No me crees sobre la dote?-preguntó abruptamente-Dios sabe que no te he dado muchos motivos para que confíes en mí, pero te juro que mañana tendrás el dinero.

-¡Oh no, monsieur!-exclamó con sinceridad-¡quiero decir, si...yo le creo-entonces esbozó una sonrisa maliciosa-o al menos...aún no ha considerado la posibilidad de que esté mintiendo...

-.-