La "rival" de Yui || Diabólik lovers X Oc

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Sakura

Me tiré en la cama cerrando los ojos y descansando... esto sería cansador. Tougo me ha pedido que le devuelva el favor que hacía ya hace mucho tiempo le debía.

Me pidió que "adelantara" las cosas por aquí, ya que Eva no parecía tener intención alguna de elegir a Adán para así casarse y completar lo que quería este.

Claro está que me dijo que apure las cosas y las haga entretenidas sin revelar mi secretito y por ninguna circunstancia que yo enamore a alguno de sus hijos; Ellos debían estar conscientes y con deseos de Yui, no mía.

Eso me quedó bastante claro, suspiré de nuevo estirándome en la cama con frustración, mis sentidos se activaron, alguien está en la habitación.

Abrí un ojo y no era ni más ni menos que Ayato alias Ore-sama, o así quiere que le diga, ja.

Ayato: Oe, parece que no podre decirte Chichinashi. -este rio con arrogancia-.

Me molestó un poco pero me halago al mismo tiempo su comentario. Sonreí de lado y me senté en el medio de la cama mirándolo.

Sakura: ¿Ah si? Parece que te percataste de lo que es ser una mujer desarrollada y no una niñata.

Esta vez, fui yo la que sonreí con arrogancia y él seguía mirándome.

Sakura: pero bueno, no todos tienen buen gusto, -salté de la cama yendo hacia Ayato acariciando su mentón para luego irme- ¿Eh? Te gustan las niñatas, se nota a leguas. Lástima O-re- sa-ma.

Solté una risita y desaparecí de su vista. No tuve tiempo de ver su reacción, una lástima. Pero bueno, hora de actuar.

Olfatee algo dulce pero delicado, seguí el olor hasta llegar afuera. Un enorme rosal me esperaba a que yo fuera y lo oliera.

Corrí acercándome al rosal, era hermoso. Agarré una rosa, no sin antes de percatarme para no pinchar mi dedo y que tenga una horda de malditos chupa sangre detrás mío. Oh no, yo sí sabia pensar y usar la cabeza.

La acerqué a mi nariz, olía tan bien... era un aroma embriagador. Giré a mi derecha y vi una fuente la cual se encontraba el menor de los hermanos. ¿Este me estuvo mirando todo el tiempo?

Sakura: ¿Tenemos un pequeño pervertido aquí?

Subaru: tsk. ¿Qué haces con las rosas?

Sakura: Pues... -me acerqué a él sentándome a su lado- olí algo en la mansión. Era un aroma dulce, suave y embriagador, lo seguí y aquí me tienes. Presa de su aroma. Son muy hermosas.

Subaru me miraba lo vi por el rabillo del ojo, sonreí de costado.
Giré mi cabeza bruscamente mirando ahora al Subaru confundido.

Sakura: ¿Tú las cuidas?

El asintió.

Sakura: Podrías cuidarme a mí sabes... podrías tocarme con delicadeza y cuidarme, tal como las rosas -sonreí con perversión-.

Subaru: Tsk. No jodas, maldita loca. -pude ver un delicado, pero visible sonrojo-.

Vaya, los Sakamaki si que caen rápido si sabes usar palabras y acciones.

Miré al cielo. Estaba nublado, no se podía ver ni una estrella. Apenas se podía ver la luz de la luna, ya que esta estaba opacada por las nubes.

Era una noche hermosa a mi parecer, miré a Subaru una vez más y me apoyé en su hombro cerrando los ojos. Estaba exhausta.

Sentí unos brazos rodearme y luego no sentía nada más salvo los brazos del albino; Caí en los brazos de morfeo tranquilamente.

Subaru

Tsk. Se quedó dormida en mi hombro, que molestia.

La envolví en mis brazos  llevándola entre estos.

Cuando entré a la mansión Yui me miró fijamente.

Yui: ¿Que le pasó? -se acercó a mi mirando a Sakura-.

Subaru: Se quedó dormida.

Yui asintió y bajó la cabeza al ver como la cargaba en mis brazos.

¿Y ahora está que le pasa?

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