La "rival" de Yui || Diabólik lovers X Oc

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Sakura

Malditos hijos de puta.

Suspiré agotada. Me habian dejado sin energías.

Traté  de levantarme ya que me habian dejado allí, inconsciente  en el suelo de la cocina.

Me levanté  como pude y me dirigí  a la heladera en busca  de algo para comer y recuperar  mis energias.

¡Bingo!

Mientras comia el pedazo de pastel recordé  las miradas de los Sakamaki en mi cuerpo al verme con sus cosas.

Miré  a todos lados en busca de algo en donde se pueda ver mi reflejo y encontré  una ventana.
Tenia el pelo alborotado y marcas de ellos por mi cuerpo, aun conservaba el sombrero de Laito, los auriculares  de Shuu, los guantes de Reiji, la corbata de Subaru y la chaqueta  de Kanato. Que por cierto todo estaba algo desarreglado provocando una versión  de mi algo sexy ya que llevaba poca ropa y el pijama no cubria mucho.
Sonreí  con arrogancia  al ver mi cuerpo y tener cosas de ellos en mí y al imaginarme las cosas que provoco en sus frios corazones.

Volví  a mi lugar, devorando el pequeño pastel, mierda que estaba agotada.

Terminé  y empecé  a camibar saliendo  de la cocina al encontrarme  a Shuu en el sillón  con los ojos cerrados escuchando tranquilamente lo que sea.

Mi sonrisa en mi rostro no demostraba  nada de inocencia.

Me acerqué  a él con cuidado, tratando de no hacer ruido y cuando estuve cerca lentamente me posicioné sobre el quedando a cuatro patas.

Este abrió  un ojo para mirarme y luego volver a cerrarlo.

¿Es en serio? Estaba encima de el a cuatro patas mirándolo  juguetona y con una vestimenta totalmente  provocativa.

Me acerqué  a su rostro y le lamí la mejilla.

Shuu: Tsk. ¿Qué  quieres zorrita? -soltó  por fin sin abrir sus ojos-.

Yo llevé  uno de sus auriculares a mí  oído  oara poder escuchar y quedé  sorprendida.

Me acerqué  a su oído  y le susurré suave.

Sakura:¿Por que escuchar gemidos cuando puedas escucharlos en vivo y en persona? -lamí su lóbulo y luego lo mordí.  Levanté  mi rostro para mirar el suyo-.

Este me miraba serio, no podia descifrar nada.

Shuu: Sabes que no podemos tener relaciones, ¿Verdad? Solo Adán  y Eva pueden.

Me senté  en su sus partes suavemente  y me removí sintiendo su miembro.

Sakura: Oh... que lástima.  ¡Me habia olvidado! -solté  inocente y me paré  para alejarme- ¡Hasta la próxima, Shu-

El se encontraba  arriba mio mirandome  fijo y luego sonrió.

Shuu: ¿Crees que puedas jugar conmigo asi como así y luego marcharte? -yo opté  por mirarlo  inocente- , Y encima de todo juegas a la inocente. Déjame  decirte que ese jueguito tuyo -se acercó  a mi oído- no lo cree nadie.

Mi mirada cambió  totalmente  su voz en mi oído  hizo que me diera un escalofrío en todo mi cuerpo y el sonrió  satisfecho al ver el poder que tuvo en mi.

Dirigió su mirada a mi cuello para luego dirigir tambien su mano.

Shuu: Creo que... Esto me pertenece -quitó  sus auriculares-, Y deberíamos  quitarte esta rooa molesta de encima. Al solo ver ropa de mis hermanos en ti me provoca repulsión. Deberias  llevar solo mí  ropa.

Sakura: Deberia... Pero no quiero -lami su cuello que lo tenia descubierto y luego le guiñé  un ojo-.

Agarró  mis muñecas  y las posicionó  sobre mi cabeza. Su rostro bajó.

Sentí  su lengua lamer todo mi cuello y un suspiró  se escapó de mis labios. Escuché  como largó  un sonido de victoria.

Sus labios hicieron contacto conmigo pero cuando quise corresponder este mordió  mi labio con sus colmillos, pude sentie un fuerte ardor y luego la sangre  salir por este.  Shuu lamió  la herida que el provocó.

Shuu: La sangre de Yui era un espectáculo  pero al mezclarse con tu sangre... -mordió  mi cuello sin cuidado  alguno- Me estoy volviendo adicto. Es tan adicta esta sangre, no tienes idea de él sabor que tiene, hace que necesites más y más.

Volvió  a morder y beber de este. ¡Acababa de recomponerme de lo de hace unas horas!

Una de sus manos fue bajando hasta quedar  en mi cintura y luego caderas.

Sakura: Con que eres un chico suci-

Shuu: Cállate y déjame hacerte  sentir solo mis colmillos, joder.

Reí  suave. Su agarré  en mis caderas aumentó.  Era como si tomara posesión  de mí.  Y eso me encantaba.

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Hola y adiós
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