La "rival" de Yui || Diabólik lovers X Oc

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Sakura

Caminé por los pasillos de la mansión con un vaso de agua tomando de este despreocupadamente.

Cuando llegué a la puerta suspiré y tomé un último sorbo del vaso tocando la puerta. Mientras esperaba un "Adelante" o a que me abran la puerta. Miré al techo esperando.

Nada.

Volví a tocar está vez un poco más fuerte.

Nada.

Abrí la puerta lentamente asomando mi cabeza por esta, inspeccione el "laboratorio" "despacho", o lo que fuese de Reiji. Dirigiendo mi mirada a cada rincón hasta encontrar a ese en un sillón algo agitado por lo que se veía, tenia el ceño fruncido.

Preocupada entré por completo a la habitación dejando el vaso en una mesa que encontré y corrí a este quedando arrodillada ante el mirando su cara y luego cuerpo.

Acerqué mi mano a su mejilla para tocarla y y luego moví si hombro bruscamente.

Al no tener reacción lo agarré por los hombros con la intención de sacudirlo pero eso nunca llegó.

Reiji había abierto los ojos bruscamente mirándome para luego tirarme al suelo con sus manos al lado de mi cabeza. Lo miraba sorprendida desde abajo ante su reacción.

El peli-negro sonrió con maldad para luego hablar.

Reiji: ¿Creías que no te castigaría? -sonrió cínico- No tienes modales, me provocas, y eres irrespetuosa. -escupió con arrogancia y disfrutó de cada una de mis reacciones de temor- No tienes derecho a decir nada.

Tenia razón.

Toda la maldita razón.

Me maldije por mis actos, me encantaba jugar, pero también me encantaban las consecuencias y no hacer nada disfrutándolas.

No al borde de Yui, pero... Por alguna razón está vez no quería serlo. Algo me impedía a escapar.

Era un sentimiento que nunca antes he tenido, esa mirada nunca la vi en Reiji ni en ninguno de los Sakamaki. Me sentía paralizada, como si el me controlara. Me sentía en su poder. Absolutamente a merced ante él.

Tragué en seco sin despegar mi mirada algo asustadiza de la mirada e intenciones del segundo hijo.

Este no quitaba su mirada fría de mí.

Reiji: Recuerda -se acercó a mí oído para susurrar algo que me congeló por completo mi sangre.- somos vampiros. Los sádicos de la noche y tú, una pequeña zorrita. No por tener esa actitud eres alguien especial, solo eres un animal; Nosotros nos alimentamos de las presas, somos los depredadores y tú... nuestro alimento favorito.

Abrí mis ojos a más no poder, estaba realmente congelada ante sus palabras, volví a tragar en seco y luego solté un quejido al sentir sus colmillos penetrar mi piel sin ningún cuidado.

Si bien yo era un depredador, ellos eran la cabeza.

Yui será como el conejo; Indefenso, lindo y tonto.

Yo era el depredador de este.

Pero ellos, eran mi depredador al mismo tiempo. El depredador de ambas chicas.

¿Cuando fui tan ignorante? ¿Cuando fui tan descuidada?

¡¿Cuándo accedí a concederle el favor a Tougo?!

Maldecia el día que lo conocí.

Maldecia el día que me metí con los Sakamaki.

Maldigo el día que entré en esta mansión.

Reiji: Jamás olvides que estas a merced de los reyes de la noche. -Volvió a morder más abajo de mi cuello. Para luego volver a hablar- Pero recuerda que eres de mi propiedad. Yo soy tu único depredador.

¿Eh?

Sus palabras eran tan frías al hablarme. Era como si me estuviera dando órdenes y yo tuviera que cumplirlas si o sí.

Como si fuera de su posesión.

Cuando reaccioné levanté mis manos para apoyar las palmas en su hombro tratando de empujarlo, Reiji hundió con brusquedad aún más sus colmillos. Gemi de dolor.

Agarró mis manos y las puso a cada lado de mi cuerpo apretandolas con fuerza. Iban a quedar marcas, y mi cuello era el que más iba a sufrir.

Sakura: No creas que seré una total sumisa. -solté con odio- Si quieren jugar a quien es el depredador de quien, hagamoslo. Puedo convertirme en el lobo de ustedes.

Reiji paró de beber mi sangre para levantar su cabeza y mirarme con frialdad.

Reiji: Eres un zorro. Eres más débil.

Sakura: Te olvidas de algo. -sonreí cínica-.

No iba a perder ante ellos, ni lo crean. Vamos a jugar.

Reiji: ¿De que hablas, Zorrita? -escupió esto último sonriendo de lado-.

Sakura: Somos más juguetones y hábiles que los lobos. -esta vez fui yo la que sonreí de costado para luego morder su cuello y lamer algo de sangre que caía de este-.

Reiji se apartó de mí, yo relami mis labios mientras lo miraba juguetonamente.

Vamos a jugar, hermanos Sakamaki.

El juego empieza ahora.

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