"¿Quieres recordarme porque hacemos esto?" Pregunto Jasón en voz alta desde el interior de la tienda de acampar, removiéndose de un lado a otro y haciendo lo suyo, había amenazado a Clark con una ramita a que no se acercara a la tienda hasta que estuviera hecha.
Clark solo podía hacerle caso mientras juntaba la leña para el fuego.
-¿Porque queríamos una salida más o menos normal? –elevo la voz, tras haber sido aprobado por Bruce (que se ponía en modo madre sobreprotectora cuando se trataba de sus hijos) para salir como pareja del segundo hijo del murciélago, lo último que habían tenido era salidas normales,
Bruce había encontrado los modos más desquiciados de arruinar sus citas, pero claro también lo suficientemente leves desperfectos para que pasaran por accidentes.
Hasta que claro, habían hecho esa salida... y allí estaban, descubriendo que su material de acampada tenía alguna cosa rara que los iba a obligar a volver a la ciudad cuanto antes ¿Habría olvidado que él podía dar cinco vueltas al planeta en un segundo? No lo creía, eso debía ser una coincidencia, soltó un suspiro.
-¿Seguro que no necesitas ayuda?
-Puedo con una banda completa de maleantes Clark! Puedo con esto... -declaro Jason desde la tienda, y debía tener razón pues media hora después la tienda de campaña se elevaba sobre la hierba perfectamente armada.
-Bueno, supes... ¿Qué dices ahora? –declaro, en tono arrogante el chico, Clark solo pudo sonreír.
-Me gusta.
-Sí, sí... Ahora ven adentro –ordeno, haciendo lo propio y entrando al interior de la tienda con una sonrisita burlona, Clark le siguió por curiosidad, dejando caer la última ramita sobre el armado de ramas que había hecho para la hoguera.
El interior era como cualquier tienda de campaña, pero Jason lo jalo sobre su cuerpo sin asomo alguno de vergüenza, pudo sentir y adivinar cada parte del cuerpo del más joven bajo el suyo, ver su sonrisa divertida y aquellos ojos que brillaban burlones por dejado de los suyos.
-¡Jay? –preguntó, titubeante.
-Tranquilo... aquí él no puede escucharnos.
"él" claro que "él" era Bruce, en cuanto a no escucharlos... cerro los ojos y lo adivino, cada cachivache perfectamente colocado para bloquear las señales del murciélago.
A Bruce iba a darle un ataque al corazón por no poder vigilarlos.
