“te he amado”
.Las palabras pesaban en su corazón, la mirada traicionada de Bruce tuvo un efecto desgarrador y, sin embargo, a pesar de que sentía dolor por haberle hecho daño… no se arrepentía.
Lo había amado, lo había amado, lleno de ese afecto que nace de forma natural entre dos personas que podrían ser felices juntas si lo intentaban.
Habían encajado bien, no perfectos, pero bien y durante una temporada había funcionado, y habían funcionado bastante bien.
Tres años no era poco, no para los seres humanos y no para Clark y Bruce, aun así…
Había estado aquello en la mirada de Lex Luthor.
Algo en su sonrisa calmada, en sus inteligentes ojos, en sus palabras… en su actitud alrededor de Clark, como si viese más allá y fuera capaz de aceptarlo todo.
Por eso no podía explicárselo todo a Bruce, aunque este exigiera que lo hiciera.
No había forma de explicarle, y Bruce no encontraría paz si lo intentaba, lo sabía.
-Solo dímelo Clark –las palabras salieron masticadas de la boca de su aún esposo y sintió tanto dolor - ¡Dímelo!
Pensó de vuelta en Lex, en sus ojos, en la forma en la que lo miraba, en las batas elegantes de seda que se ponía o en el modo en que se había reído contra su pecho la primera vez que le había dicho que lo amaba… y en como esta había confundido la alegría y la histeria en la justa medida para saber que estaba aterrado por lo que sentía y por haberlo confesado.
La locura y luego la lógica… el miedo de tocarlo, no por hundirse en él sino por el terror que había sentido de hacerle daño.
La sensación de mirarse en sus ojos y saber…
Dios.
-Lo siento Bruce –susurro, sabiendo que no había forma de decirlo.
No había sido simplemente enamorarse, de haber sido solo eso, pensaba que podrían haberlo controlado.Había sido más
Mucho más…
Sabía que había sido hecho para él, si había en el universo alguien capaz de decidir algo así.