El tiempo se detenía al borde de la intrincada estructura que era la entrada a aquel antiguo templo.
Perdido de la mano de los dioses y extendiendo una sombra sobre los secretos del universo.
Habían pasado siglos desde la última vez que un alma había cruzado las estructuras.
Milenios desde que lo conatruyeras.
Eras desde el instante en que colocaron en su centro el cuerpo perfecto que era el tesoro para el cual había sido contruido.
Templo y sepultura.
Sepultura de un dios.
Mil rumores se concentraban alrededor de la ciudad perdida y de su templo.
La habian llamado de mil formas.
El hombre la llamaba Ansalli porque ese era el nombre por el cual su guía le había susurrado el secreto de su camino.
Blancas canas se perdian en el bosque negro de sus cabellos y su porte era aun dueño de cierta elegancia forjada a base de prueba y error.
Buscaba la ciudad desde mas edades de las que podia contar...
Buscaba la ciudad desde el momento en que perdio la envenenada joya que era el talisman de Ras AlGhul.
El heredero de Wayne
Prometido de los demonios estelares.
Lo perdio en medio de una batalla.
Luchando hasta caer derrotado por la fuerza insufrible de Kal El... Cuando agonizante había susurrado, que debil habia sido, el lugar donde lo había dejado.
Habia llegado a oir el grito de Damian.
Un grito desesperado.... Casi destrozado.
Y luego una maldición.
¿Porque lo había traicionado?
¿Porque cuando faltaban días para que cumpliera la edad en que habia prometido entregarse a él?
Había oido su voz, elegante y orgullosa, maldecirle una y otra vez hasta que el golpe del demonio caido del cielo lo habia desmayado.
Habia logrado, en sus ultimos segundos de con ciencia vislumbrar su faz de orbes cerradas caida entre los brazos del ser al que había sido prometido.
Lo habia visto por ultima vez entonces ....
Y dias despues convaleciente había oído la noticia de au suicidio.
Momento en el cual, tontl de el, se habia dado a la tarea de buscar el lugar donde habia sido enterrado...
Y asi seguia.
Sin saber porque... Seguía sin morir.
.
El compas de su corazón era bajo muy bajo.
Tanto que su consorte, el hijo de Kal El, lo habia creído muerto.Y se había mantenido asi por milenios.... Esperando ... Esperando.
Esperando a quien no vendría nunca.
Le habia jurado, tras un año de cortejo en el desierto, que si esperaba hasta su catorceavo cumpleaños sería para él.
Slade le había preguntado porque entonces si podia tomarlo por la fuerza en ese instante.
Pero Damian se había reído de él consciente de que para entonces tenía al mercenario en la palma de su mano.
Y Slade había aceptado.
Habia aceptado la Unión de espiritus el muy bastardo.
Solo para entregarlo al lord dias antes de que se cumpliera el plazo.
Se habría entregado a Jon en ese instante por despecho...
Pero su juramento estaba hecho y el no era por nada la mas preciada joya de su casa.
Cuando llego el momento el tiempo paro para él.
Y simpmemente dejo de vivir ... Y se le escapo la posibilidad de morir.
.
Las primeras piedras de la entrada oculta del templo cayeron cuando el hombre de ojos ancianos la cruzo y sj guia se detuvo repentinamente acobardado.
Le fue tirada la bolsa con billetes extranjeros capaces de pagar por mil vidas de ser preciso.
El hombre ingreso sintiendo el peso de la magia completar el lazo que habia creado la noche en que robo un niño de la fortaleza de su padre.
Y en el interior del templo su unico habitante se abrio por primera vez en milenios los mismos ojos que eran llamados "talisman" en un antiguo imperio.