Podría haberse dado a la saga de amarlo un poco.
Habria sido una actitud menos complaciente que simplemente inclinar la cabeza y aceptar resignadamente las leyes del imperio de su abuelo.
Timothy AlGhul, antes Drake, al menos pensaba así viendo a Damian AlGhul moverse frio e indiferente en la fortaleza, ignorante del esposo con él que no había dormido ni aun la primera noche.
Se sentia indignado, rechazado... Despreciado...
Y nisiquiera podía culparlo abiertamente, la primera vez que se habian visto a la cara el joven le había dejado claro que no le amaba, que amaba a alguien más y... Que si aceptaba esa posición como su consorte no debía jamas aspirar a su amor.
Se había indignado primero, después de todo él era Robin, el futuro batman, si los comentarios de Bruce eran correctos... Pero algún rastro de locura, una enmarañada obsesión que mas de una vez se pregunto si era magia, le llevo a aceptar convertirse en su esposo asi fuera unicamente para verle la expresión de amarga desdicha el dia de sus esponsales.
Y entonces la noche, el delicado y trabajado negligee que le habian dejado para esperar a su consorte...
Mismo que había llegado a la habitación y luego, indiferente e insultante, se había acostado en la cama sin darle una mirada ni apreciar ni uno solo de sus encantos.
Porque diablos se había casado con él si no quería hacerlo?!?
Porque no decir no, simplemente?
Porque?
Porque?
Se sentía como si hubiese sido elegido, tomado y luego rechazado.
Por un segundo, mirando al resto de hombres de la fortalez, pensó en conseguirse un amante, pero fue solo un segundo antes de que un risa fria le obligará a pensar en otra cosa.
Estaba seguro que, si consiguiera un amante, a Damian no le importaría mas qie para presentar uma excusa para desconocerle y divorciarse de él...
Apreto las manos y, con ira, rasgo la tela de sus ropas.
Ansioso busco un lugar donde esconder su angustia antes de que llamara demasiado la atención, no soportaria aceptar en publico lo que sin duda ya todo el mundo sabía.
Que aun siendo la eleccion de Ras AlGhul Damkan no le habia aceptado mas que de palabra.
.
Lo vio desaparecer entre los pasillos y una mueca se formó en sus labios, sin entender muy bien que defecto encontraba Damian en su consorte para no tocarlo.
No era, ni por asomo, que hubiera alguien más, estaba seguro de ello pues había visto de cerca las acciones de su nieto.
Si este tuviera un amante, lo sabría.
Entonces... Porque no hacerlo? Porque no tomarlo?
Drake era joven, hermoso como una espada toledana, y seguramente bastante capaz de satisfacer en el lecho.
-Que defecto le encuentra Damian a su consorte? -pregunto a Talia, en un momento dado y esta hizo una mueca sin decidirse del todo a decirle la verdad.
La observo esperando y al fin le llego la respuesta.
-Creé que guardas interes en su esposo, y prefiere no tocarlo si existe esa posibilidad.
Intrigado elevo una ceja...
No era que fuera mentira.
Solo no comprendía.
