jaydami

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#JayDami

Azar

Cuando Richard Grayson, modelo de gama alta, se le lanzo a golpearlo como si no hubiera mañana, Jasón pensó que  no había esperado terminar así la noche.
Damián nunca había dicho su nombre en voz alta, pero ambos sabían que él existía, y que había sido el “nosabemosque” del más joven.
Cuando sintió la sangre romper la tela de su boca, y la nariz del otro hombre quebrándose bajo sus manos juro que el nombre de Damián no saldría de su boca.
Luego lo golpeo con las mismas ganas con las que él otro le golpeaba.
No era una pelea desigual.
Pero era una guerra que él ya había ganado.
.
La primera vez que lo vio tenía todo el aspecto de una persona a la que acaban de romper el corazón.
Jasón lo había encontrado sentado en el portón del edificio de departamentos donde vivía, con la frente pegada a las rodillas, sin emitir el más mínimo ruido. 
Era de noche, y la luz del foco amarillo que debía iluminar la entrada titilaba como si fuera la bienvenida de un bar de mala muerte.
Debería haberlo ignorado. Subir a su apartamento sin detenerse ante el muchacho.
Lo habría hecho, de verdad, de no haber sido por aquel ramalazo de compasión que le había dado al verlo allí, doblando el cuerpo para darse calor y no llorar, aunque escucho un breve gimoteo, de animal herido.
Se inclinó hasta él, diciendo algo sobre que no se permitía que hubiese vagabundos en la puerta.
El chico se había estabilizado enseguida, su cuerpo tenso, hasta que levanto la cabeza de su posición, y elevo el rostro para ver a quién le hablaba.
Jaso nunca se había quedado estático.
Nunca en su vida, y menos por solo unos ojos.
No eran jóvenes, aunque el dueño era joven.
Este había soltado una risa seca, moviéndose un poco, y aunque no estaba ebrio no actuaba mejor.
Jasón trato de adivinar su edad, porque debía de haber dejado la adolescencia hará poco tiempo… quizá ni la dejaba aún y entendió… lo hizo, que no podía dejar que se fuera a quién sabe dónde… porque tenía ese aire que deben tener las personas cuando están dispuestas a perderse y arruinarse a sí mismos la vida.
Así que lo invito a su departamento.
Y el chico, formando en sus labios una sonrisa amarga, dijo que sí.
Le dio una manta y lo mando al sofá, el chico le había mirado extrañado pero luego se había encogido de hombros y se había ido al sofá.
Minutos después le pregunto si tenía alcohol allí, en realidad pregunto por whisky y más tarde por vodka… o un poco de ron… pero Jasón se enorgullecía de ser abstemio.
Así que tampoco pudo emborracharse.
Estuvieron en silencio hasta que Damian le pidió una historia.
Y él preguntó si lo creía un cuentacuentos.
Daian había contestado irónicamente: “me has traido a tu apartamento, pero no pretendes acostarte conmigo, no tienes licor y tampoco quieres hablar ¿Cuál es tu idea al traer u desconocido a tu casa entonces?”
Le contó que su madre era un drogadicta… y su padre un alcohólico.
Que él era el dueño de un café arte en el centro, que había servido en al policía pero que no era lo suyo… y que una vez había tenido un lobo de mascota.
Damián le contó que tenía un perro, un gato, una vaca y un murciélago como mascotas.
Que una vez había querido una orca pero que no se había podido.
“¿Qué haces? ¿Estudias aun?”
“soy pintor, y ahora es el momento en que pones cara de que lo que hago no sirve para nada”
“viendo tu ropa juro que te va bien”
“A veces ayudo como restaurador de arte… debe ser por eso”
Hablaron hasta que llegó la madrugada, pero Damián no le dijo su edad ni su apellido y él tampoco pidió aquello.
.
Unos días después lo vio entrar por la puerta de su café, con u aire de indiferencia calculada hasta que sus ojos se encontraron, después de eso se acercó a la barra y soltó sin miramientos su propuesta.
Había perdido a un modelo, dijo, y Jasón era un hombre atractivo… bastante parecido al anterior.
“… es el trabajo de mi vida” lo había dicho con un tono dramático que, meses más tarde, aprendería que era muy usual en él.
Al principio rehusó, pero dos semanas más tarde, tras ser acosado en el café, en la calle, en su departamento y haber cambiado de teléfono cuatro veces…. Llego el momento de la rendición.
Se negó en redondo a hacer un desnudo, y termino en medio de dos pelirrojos, una mujer de nombre Kory, escultural y un hombre, de casi su misma edad, que se llamaba Roy.
Los dos conocían la exigencia de Damián y sabían amoldarse.
Cuando lo vio siendo un auténtico tirano en el taller de arte se había preguntado como aquel muchacho había sido el mismo que había encontrado doblado en dos aguantando las lágrimas en aquel portón.
Fue Roy quién se lo dijo en una noche de copas, y es que cuando bebía al chico se le soltaba la lengua
Damián había empezado una relación con el anterior modelo de aquella pintura, él que Jasón reemplazaba, y este le había sido infiel con Kory, cuando los había descubierto Damián había salido del lugar completamente destrozado.
Al día siguiente Dick ya no había venido, y Kory había esperado una despedida rápida, en cambio Damián había soltado que buscaría un reemplazo.
-Y te encontró. Debo decir que te pareces a él, pero no mucho, es decir, eres más grande y más… no sé… ¿masculino? No que Dick no sea masculino, pero venga que a tu lado… -y se había reído.
.
Al final el cuadro se terminó cumpliendo las expectativas y a tiempo para la exposición que el chico había preparado.
Fue entonces que se enteró´ que el pintor era el heredero único de Bruce Wayne.
Y que el cuadro para el que había posado era la muestra principal de una exposición donde predominaba el rostro de un muchacho de apariencia angelical.
Angeles y demonios.
El anterior había sido pintado como un ángel.
Jasón como un demonio.
“De haberte encontrado antes lo habría pintado a él como un demonio y a ti como un angel”
“no creo que nadie me vea como un ángel”
“tonterías”
“mírame… ¿dirías que soy un ángel?”
“¿Dirías que soy un demonio?” había sido la respuestas… lo había mirado a la cara pensando en su respuesta y entonces había descubierto que le gustaba mucho.
“si”
“eso no es muy amable, soy un hombre muy guapo”
“si, y modesto también”
“la modestia es para quienes desean ser alabados pero no lo merecen”
“¿Y tú?”
“sé lo que valgo”
Sonrió y susurro en voz baja.
“de acuerdo”
“¿Vas a besarme ahora?”
“No”
“¿Por qué no? ¿No te gusto?”
“sabes que sí”
“¿entonces?”
“Quiero hacerlo cuando sea correcto”
“Dios, voy a envejecer esperando ¿Y si te beso yo y nos saltamos la espera?”
“creo que no”
“le quitas diversión a mi vida”
“te recuerdo que te conocí en…”
“calla o de verdad voy a besarte”
.
Esa misma noche Dick Grayson apareció en el departamento de Damian, despúes de que este invitara a Jason allí.
“Te doy mi palabra de honor que lo único que quiero es dibujarte”
“puedes hacerlo después”
“tengo la esperanza de conseguir un desnudo tuyo, me aburre imaginarme esto”
“no voy a dejar que me pintes otra vez”
“¿Por qué no? Has visto cuantas personas te comían esta noche con los ojos… cualquier oro estaría orgulloso”
“me recuerdas a mi breve etapa en el cuartel… nunca me sentí más exigido”
“exageras”
“Damián… nunca conocí a alguien más exigente que tú… y solo era un cuadro”
“¿Vas a venir a mi apartamento o no?”
“no”
“no debí preguntar”
Al final si había ido, y estaba desnudándose en la habitación de este cuando oyo los golpes en la puerta y minutos después las palabras dintercambiadas.
“Fue un error”
“Tienes que escucharme, por favor… fue un error, yo no pensé… ni creí… Damian… … te amo… de verdad”
“¿Acaso hay alguien más?”
“Escúchame... He pasado un infierno lejos de ti”
Y las respuestas de Damián primero mandándolo al demonio y minutos más tarde explicándole que no podía volver con él…
Pero la insistente voz del otro lo inquieto y termino saliendo de la habitación con solo los boxers cubriendo su cuerpo.
De más decir que Grayson sumo cosas que no eran.
Y demás decir que él quería que sumara cosas que no eran.
La verdad fuera dicha. Damian le gustaba. Y le gustaba mucho.
Un mes y medio conociendo a una persona era poco tiempo para hablar de amor, pero existía una corriente entre ambos, algo que los llevaba al camino del otro.
Damián soltó unos gritos que sonaban muy similares a “¡malditos animales! ¡Deténganse!” O “ese jarrón perteneció a mi abuelo!” o “no!  No! No! Acabo de robar ese cuadro del museo de Gotham!”
En fin.
Al final el chico logró separarlos, con el rostro encendido de indignación, mirándolos a ambos con justa indignación.
Botó a Grayson, tras decir en palabras bajas que hablaría con él al día siguiente y luego quedo a solas con Jason.
Este esperaba muchas cosas.
Un pote la ropa y fuera… que acabas de costarme una fortuna en arte roto.
En cambio recibió un apasionado beso en la boca, con el chico aferrándose a su cuerpo con pasión desmedida y los ojos brillando como dos estrellas enloquecidas.
“te advertí que te besaría” susurro cuando se separaron

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