Damian abrió los ojos confundido, el pecho le pesaba y cuando recordó que su secreto había sido descubierto por los "recogidos" de su padre, un gemido de auténtico horror se le escapó de la boca.
Se dobló en dos en la cama de sábanas blancas, reconociendo apenas el departamento de Richard, un dolor sordo le lleno el vientre, y sintió cada centímetro de su cuerpo arder en agonía.
Un sollozo escapo de su boca, pero estaba más destinado a cualquier oído apoyado en su puerta que a desfogar sus temores.
Si, había caído inconsciente al ver al resurrecto golpear a su progenitor, pero había sido con toda la intención del mundo. No se sentía capaz de enfrentarlos.
¿Que habría ocurrido? ¿Que estaban decidiendo hacer? ¿alguien más lo sabía?
Su mente se convirtió en un revoltijo de emociones, más el recuerdo de las caricias nocturnas era más fuerte que sus propios temores y se halló, contra sus propios sentimientos y voluntad, extrañando otro calor en el lecho.
Le sobrevino un mareo al tratar de levantarse, y cayo contra las sabanas como una muñeca de trapo, la puerta de la habitación se abrió y su cuerpo se tensó en respuesta al nuevo sonido.
Atrajo las sabanas contra sí mismo envolviéndose en ellas tratando de protegerse y se quedó en silencio esperando.
Sabía que debía averiguar lo que había pasado y saber en qué situación se hallaba... todos sus instintos se resistían a confesar lo ocurrido esos meses, más aún la vergüenza estaba acompañada por el desprecio y la culpa.
Probablemente su padre había pensado ya en lo que haría de darse el caso... ¿Pero y él? No se engañaba, solo era el cuerpo que satisfacía las bajas pasiones de su progenitor, las cosas que se habían dicho en el lecho podían no tener ningún valor y los deseos.... Aquello habían sido solo bajas pasiones, animales e instintivas quizá, era lo suficientemente inteligente para saber que las mentiras se dirían y el honor se destrozaría.
Damian era otro cuento, no podía decirse a sí mismo que había sentido en el lecho porque había sentido demasiadas cosas, más aún su preocupación principal era la idea de ser desechado toda vez que ya no serviría a su progenitor, aquello solo sumaba aún más a su humillación.
Se apoyo contra las almohadas sin emitir más sonido que un quedo quejido, si él fuera Bruce ¿Cómo actuaría? No podría negarlo todo, era cierto, no cuando lo habían atrapado con las manos en la masa, aun así quedarían otras opciones, prometer, jurar, recordarles lo que significaba para cada uno de ellos e incluso susurrar que era la primera vez... que no volvería a pasar. Si era inteligente lo habría intentado... Tim podría creerle, quizá Dick y Jason dudarían más, Dick por su afecto y Todd por su pasado.
Pensó en la dignidad personal de su padre y su orgullo, su negativa a verse juzgado por alguien que no fuera él mismo, ¿Qué había hecho?
Sintió una caricia en la cabeza y su cuerpo perdió el poco calor que tenía, se encogió aún más, esquivando la caricia y hundiéndose en la cama, apretó aun más las sabanas y apretó los dientes.
-Dami
Era Dick.. su voz tenia cariño y culpa a la vez... su voz estaba casí rota, enronquecida... ¿había gritado? ... seria propio... después de lo que había visto... ¿Habrían llamado a la policía? Se asustó y levanto la mirada hasta ver a su hermano... fue sencillo una vez que vio sus ojos.
Richard lo acuno como a un niño y él descargo el llanto que llevaba tragado en la garganta desde aquel primer y condenado encuentro en la cueva, donde sus propios gritos aun resonaban en ecos olvidados.
Se aferró como quién se aferraba a una tabla de salvación y simplemente descargo en su llanto su agonía y humillación.