Damián soltó una risa suave que era las veces de desdeñosa. A su lado, Colín, su mejor amigo, hizo una mueca al saber lo que el joven pensaba.
- ¿No sería más sensato decirle la verdad? –pregunto el pelirrojo, lleno de cautela –piénsalo bien, Damián, si Jason descubre que le has engañado te degollara –advirtió, dándole miradas de reproche.
Damián, que por lo demás no temía a nada, sonrió petulante.
-Pero no le he mentido.
- ¡él Cree que te casaras con él! –reclamo, asustado en parte por el futuro de aquel insensato jovencito.
-Y lo haré –declaro Damián, la astucia en cada rasgo de su rostro –si mi abuelo aun lo considera adecuado cuando llegue el momento.
Colín contuvo las ganas de estrangularlo él mismo, se dijo a sí mismo que no podía hacerlo, Damián había sido bastante amable con él una vez que había quedado huérfano y en desgracia, encontrando para él un asilo en la casa de su abuelo, dada su crianza le consideraban adecuado para hacer la compañía de Damián, sin embargo, en ocasiones como aquella, las ganas de abofetearlo eran insoportables.
Damián era dueño de un rostro que era de inmaculada belleza, inquietante dulzura que nacía de la actuación más que de la naturaleza real del joven, su sinceridad era medida y sus modales cuidados… pero también era ambicioso y cruel, demasiado entregado a los planes de su familia para siquiera pensar en otras posibilidades.
Por ello no le sorprendía realmente saber que Damián había apoyado el interés de Jason Todd en su persona, un hombre como aquel, con el apoyo de Talia AlGhul, un guerrero más que superior y capaz de controlar el bajo mundo de una ciudad completa podía atraer su atención.
Lo había mantenido suspendido en un hilo hasta que Richard Grayson había aparecido en su rango de visión, la debilidad que había sentido por este le había empujado a encender el querer del mercenario escondiendo bajo el interés de este su propio interés en otra persona.
Aquello ya había sido peligroso, Colín se lo había advertido, pero en aquel momento.
- ¿Tu abuelo ha empezado a considerar a alguien más? –preguntó, consciente de que esa era la razón de la alteración emocional de Damián.
Damián asintió, sus pestañas temblaban un poco a causa de su emoción, por lo demás controlada.
- ¿Quién?
-Aun no lo sé, por lo que dijo es alguien que ha estado en contacto con mi padre, pero no ha revelado el nombre.
- ¿Esperas que sea Richard Grayson? –preguntó, comprendiendo y sintiendo que la sangre se le helaba en las venas, tenía un mal presentimiento.
-Tal vez –La sonrisa de Damián insinuaba que estaba algo más que seguro.
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Timothy Drake observó sin temor, pero si con cuidado, los ojos de Ras AlGhul, lo había visto más de una vez y de lejos también había visto al joven del que le hablaba este.
Damian Al Ghul, heredero de la liga de asesinos, la mano blanca que necesitaría un día a alguien a su lado para gobernar el mundo.
Y no pudo negar la atracción.