Derek
Cuando subí la escalera preocupado por mi hermana no esperaba escuchar que mi mejor amigo le había quitado la virginidad. Sé que Michelle no es una blanca paloma pero de Ayden no me lo esperaba, digo, ambos ni siquiera parecían llamarse la atención, después Shelley lo odiaba y ya comprendo por qué. Ni siquiera pienso en nada antes de bajar nuevamente corriendo la escalera y comenzar a golpear a mi amigo sin ninguna piedad, escucho los gritos de mi hermana y de Julie pero no logro entender qué me dicen, tal vez que me detenga pero estoy demasiado cegado. Ayden también me da algunos golpes para defenderse así que no tardamos en tener las caras cubiertas de sangre.
—¡Tranquilízate! —grita Ayden y me afirma los brazos, yo sigo furioso pero no tengo intención de seguir golpeándolo.
—¡Tú, despacho de mi padre, ahora! —exclamo y comienzo a caminar hasta ahí, Julie y Shell nos siguen pero me doy vuelta y les doy una mirada firme, haciendo que ellas retrocedan un paso al mismo tiempo—. Solos.
—Pero lo vas a matar —susurra Shelley.
Sigo mi camino como si no hubiese escuchado y el idiota de mi amigo me sigue porque sabe que es lo mejor. No lo voy a seguir golpeando, vamos a hablar de hombre a hombre y me va a aclarar de una vez por todas qué se trae con mi hermana, la furia comienza a desvanecerse y ahora solo queda enojo y un poco de curiosidad. ¿Shelley y Ayden? Parece demasiado extraño.
—¡¿Qué le hiciste?! —pregunto apenas cierro la puerta con fuerza en un intento de demostrar mi enojo.
—¿Qué le hice de qué?
—¡No te hagas el idiota! Sabes muy bien de lo que estoy hablando. ¿Te gusta mi hermana?
—¿Qué? No entiendo nada, te poner furioso y comienzas a golpearme sin ningún motivo y luego me hacer una pregunta como esa —lo noto nervioso pero lo dejo continuar, si sigue hablando terminará confesando todo lo que quiero saber sin darse cuenta. Es algo que siempre ocurre—. ¿Qué te pasa? Por si no lo recuerdas, llevo más de un año de novio con Hannah así que no, no me gusta Michelle. ¿Michelle? ¿De verdad? ¿Sabes lo loco que suena eso? —sigo esperando con una ceja enarcada hasta que logro mi cometido y él confiesa—. Solo fue una vez.
—Su primera vez.
—Yo no tenía por qué saberlo y además, me porté como todo un caballero e incluso tierno cuando me di cuenta de que fui su primera vez. Fue ella la que me echó casi a patadas así que no entiendo por qué te la agarras conmigo.
—¿Te gusta si o no?
—No, siempre me ha parecido linda, no te lo voy a negar pero de ahí a gustar, ya te dije que estoy con Hannah.
—Sigues sin responder mi pregunta.
—¿No te parece suficiente que tenga novia?
—Sí, su mejor amiga.
—No estoy con ella para sacarle celos a Shelley si es eso lo que crees, no soy tan hijo de puta. Hannah me gusta, creo que estoy enamorado de ella y Shelley... —Se queda unos momentos en silencio— bueno, te lo dije, me parece una chica preciosa y no te voy a decir que después de lo que pasó no me quedé un poco atontado, la busqué mil veces y mil veces me rechazó. No soy de piedra y me cansé, comencé a conocer a Hannah y sentí cosas más fuertes. Fin de la historia, ni siquiera entiendo por qué me odia tanto.
—Y en todo esos momentos en que la buscaste, ¿recordaste que era la hermana de tu mejor amigo alguna vez?
—¡Claro que sí! No sabes lo mal que me sentí después, los conozco desde que éramos unos niños y planeaba contártelo si se creaba algo pero al ver que ella no tenía ningún otra intención conmigo, pensé que lo mejor sería callarme. Nunca me hubiese imaginado que te enterarías dos años después y me golpearías.
—Te tenías merecido el golpe.
—Lo sé, yo también quise golpearme.
—¿No volverás a tocar a mi hermana?
—Ni con un palo, no quiero perder mi mano... o algo peor. Debes saber que tiene un carácter bastante fuerte.
—Bien, ya podemos ser amigos de nuevo.
—¿Deberíamos abrazarnos?
—No abuses de tu suerte.
Nos reímos y asunto arreglado, como siempre que discutimos. Creo que nunca hemos estado más de diez minutos peleados y esta no es la excepción.
Cuando abro la puerta del escritorio para salir, Julie y Shelley casi se caen de bruces por estar con la oreja pegada a ella. Pongo los ojos en blanco mientras espero a que recuperen el equilibrio y nos queden mirando con expresión culpable aunque Julie se recupera más que rápido.
—¿Arreglaron sus diferencias los niños? Sí, niños, arreglando todo a golpes —pone sus brazos en la cintura para verse más autoritaria—. Ahora vamos a curarle esas heridas antes de que se infecten.
Me da la mano y me lleva hasta mi habitación, nos siguen mi hermana y mi amigo. No paso por alto la mirada que se dan, Ayden siempre ha sido bueno para las bromas y no me extrañaría que haya intentado darle la mano en un intento por imitarnos logrando que Shelley le dé una mirada de advertencia.
Luego, como Julie comienza a curar mis heridas, mi hermana lanza un largo suspiro y se acerca al botiquín.
—No te acostumbres —le dice a mi amigo mientras sin ninguna delicadeza toma su cabeza, la empuja para atrás y le acerca un algodón con alcohol, él hace una mueca de dolor pero no dice nada—. Será la primera y última vez así que siéntete afortunado. La próxima vez que se agarren a golpes se tendrán que curar entre ustedes. ¡No te muevas!
—Creo que puedo curarme solo.
—¡No seas llorón ni malagradecido! Ya me lavé las manos, ahora quédate quieto.
Él hace lo que le pide y las chicas terminan con su tarea, debo agradecer que Julie sea mucho más delicada que Shelley aunque estoy seguro de que esta última lo hace más brusco a propósito.
—Ahora que todo está aclarado, Shell, quisiera pedirte que no vuelvas a coquetearle, besar y sus derivados a ninguno de mis amigos, por favor —su cara de culpable me llega como otro golpe. Supongo que fue demasiado tarde—. Por favor, no me digas con quién. A Ayden se lo perdono porque es Ayden pero a cualquiera de los otros no.
—Menuda forma de perdonar a los golpes —comenta Julie aunque sé que está bromeando.
—¿Josh Hammond ya no es tu amigo verdad?
—¡Me estás jodiendo, Michelle! ¿Hammond? —para mi sorpresa no soy yo quién grita esas palabras, sino Ayden.
—¿Qué te importa a ti? Supongo que no es amigo, bien.
—No es una buena persona y lo sabes.
—No me voy a casar con él si eso es lo que te preocupa, no necesito que sea una buena persona para lo que lo quiero —se encoge de hombros y avanza hacia la cocina—. En fin, muero de hambre, deberíamos empezar ya. ¡Ginny!
—Esos parecen celos —le susurro a mi amigo en el oído cuando paso por su lado y me fulmina con la mirada.
Con Julie seguimos a Shell riendo mientras Ayden se queda atrás esperando que Ginny baje nuevamente y la sube a sus hombros como estaba cuando llegó. En la cocina, Julie es la que dirige todo porque es a la que mejor se le da, luego preparamos los ingredientes y dejamos a mis hermanas y a Ayden la tarea de hacer jugo y poner la mesa mientras nosotros dos nos encargamos del resto. Lo que podría haber acabado en un día desastroso, finalmente terminó bastante bien y nadie que nos viera de fuera pensaría que en algún momento hubo una pelea aquí, ignorando nuestras caras un poco amoratadas. De lo que no nos salvamos fue de la guerra de harina en la que dejamos la cocina hecha un asco pero la pasamos de maravilla que después, también entre risas nos ponemos a limpiarla hasta que queda tan reluciente como Maggie nos la dejó esta mañana y lo mejor de todo es que Julie se logró olvidar un poco de lo de sus padres y vuelve a tener esa hermosa sonrisa que tanto me encanta. ¿Ya mencioné que haría lo que sea por verla feliz?
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Cuando llegue tu amor (LCA #1)
Teen FictionDerek y Juliette son mejores amigos desde los tres años, comparten todo y no se imaginan la vida separados del otro. A medida que pasan los años, juntos van descubriendo la vida, aprendiendo de sus errores y viviendo experiencias que jamás podrán ol...