CAPÍTULO 36

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Derek

Ver a papá cruzar las puertas de la sala de Urgencias con el rostro lleno de preocupación es una de las cosas más extrañas que he visto en la vida. De mamá me lo esperaba, ella y Maggie se podría decir que son amigas, pero él nunca ha vuelto antes de sus viajes por nada en el mundo, ni siquiera por sus hijos. Entonces, ¿qué mierda hace aquí?

Estoy sentado un par de asientos más allá esperando a que Shelley regrese del baño y Julie de estar con Maggie así que papá no me ve al entrar, solo se apresura a ir donde mamá, que se pone de pie y lo recibe con los brazos abiertos.

—¿Dónde está? ¿Cómo está? ¿Qué ha pasado? —bombardea de preguntas y mamá le toma la cara con cariño utilizando ambas manos, como si fuera un niño pequeño. Nunca lo había visto tan vulnerable.

—Ahora mismo está en la UCI... —mamá le explica a grandes rasgos todo lo que el médico nos explicó antes de volver a abrazarlo con fuerza. Y yo que creía que estaban peleados, supongo que estar juntos Zurich los reconcilió—. Estará bien, Fred. Es Maggie de quien estamos hablando, no se rendirá tan fácil.

Eso parece tranquilizarlo un poco, no por completo pero lo suficiente para apartarse un par de centímetros de ella y depositar un pequeño beso en su frente.

—¿Y tú cómo estás, Tess?

—¿Yo? Muy bien, ¿por qué no lo estaría? Estoy en perfectas condiciones —su respuesta sale demasiado rápido, como si se hubiese puesto nerviosa de la nada—. ¿Qué acaso me veo mal?

—No, estás tan guapa como siempre. Es solo que no te veo hace más de un mes y quise saber cómo estaba mi esposa.

—Ah, bueno. ¿Y tú cómo estás? ¿Qué tal Sidney?

¿Un mes? ¿Sidney? Entonces era mentira que mamá se encontraría con él en Zurich y que pasarían juntos ese tiempo intentando arreglar sus problemas. ¿Por qué mentir con algo así? No es como si nunca hubiesen viajado a lugares separados, lo hacen todo el tiempo.

—Ah, todo muy bien pero creo que me quedaré por aquí durante un tiempo. Extraño estar en casa.

—Eso es genial, yo... debo volver a Zurich por un par de días más cuando me aseguré de que Maggie esté bien.

Soy consciente de que parezco una vieja chismosa y que solo me faltan las palomitas de maíz para completar mi personaje pero es que esto es lo más interesante que he escuchado en las horas que llevo sentado aquí.

—¿Todo bien?

—Sí, solo es que dejé trabajo a medias y debo ir a terminarlo.

—Tess, sabes que puedes decirme la verdad —mamá lo mira confundido—. Nunca nos hemos ocultado cosas y si te estás viendo con alguien en Suiza, no tiene nada de malo.

¡Esperen un segundo! ¿Qué acabo de escuchar?

No digas estupideces, Frederic, si quisiera verme con alguien me buscaría uno por aquí en vez de pasarme cruzando el mundo para estar con él y además, no te preocupes, si algún día pasa, serás el primero en enterarte.

¿Qué está pasando aquí? ¿Mis padres tienen un matrimonio abierto o lo he entendido todo mal?

Shelley aparece con una botella de agua bajo el brazo e interrumpe la conversación de nuestros padres para saludar de mala gana a papá, todavía no lo perdona por cómo reaccionó cuando le contó lo del embarazo y no puedo imaginarme cuál pudo ser para haberla lastimado tanto. Luego vuelve hacia mí y se acomoda en el asiento del lado, suelta un largo suspiro y apoya su cabeza en mi hombro.

Cuando llegue tu amor (LCA #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora