CAPÍTULO 6

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Derek

Vuelvo a mi habitación para darme una ducha corta y ponerme el bañador, no me demoro más de cinco minutos en estar listo y dirigirme a la piscina a esperar a la chica que me vuelve tan loco. La conozco y sé que deberé esperar un poco antes de que llegue, la mayoría de las chicas que conozco demoran en arreglarse o cambiarse de ropa y Julie no es la excepción.

Me siento en una de las reposeras mientras reviso mi teléfono, tengo un par de mensajes de Ayden, mi mejor amigo preguntando por qué no fui al primer entrenamiento de atletismo del año. Doy un largo suspiro antes de contestarlo, me encanta correr, me encanta ganar, pero últimamente estoy pasando por un momento de duda existencial. He ganado muchas medallas a lo largo de los años, práctico atletismo desde los siete y el último año saqué primer lugar en todas las competencias, papá dice que está orgulloso y que lo más probable es que gracias a eso me den una beca en la universidad ya que por notas es casi imposible que lo hagan, pero no le creo mucho, hace tiempo dejé de hacerlo ya que para mí son palabras vacías. Nunca se ha hecho nunca el tiempo de ir a ver una competencia, así que ni siquiera sabe de qué está orgulloso.

Además, hoy es el cumpleaños de Julie y hace demasiado calor, no voy a ir a entrenar en el día especial de mi mejor amiga y mucho menos ahora que hay treinta y dos grados. El día está perfecto para estar en la piscina y no hay nadie que me obligue a hacer nada más, supongo que a veces no es tan malo que tus padres ignoren tu existencia, ¿no?

—¿Y esa cara tan seria? —no me doy cuenta de que llega hasta que la tengo frente mío, hermosa como siempre—. ¿Pasó algo?

—No es nada, solo Ayd preguntando por qué no fui al entrenamiento.

—¿Ya empezaron a entrenar? —pregunta sorprendida, había olvidado mencionarlo. Asiento con la cabeza—. ¿Y qué haces aquí?

—Estoy contigo.

—No puedes perderte esas cosas por mí, sabes que son importantes.

—Tú eres más importante y además, no me encuentro en condiciones de correr ni nada.

Me queda mirando disgustada pero en estos momentos no quiero hablar de mi falta de motivación de este año, así que la tomo en brazos y me lanzo con ella a la piscina sin esperar ni un minuto más.

—¿Nunca te aburrirás de hacer eso? —se está riendo ya que desde que somos pequeños la sorprendo de la misma forma.

—Nop.

Rodea mi cuello con ambos brazos y mira hacia todos lados antes de besarme, le respondo con suavidad mientras acaricio la piel de su espalda que para mi suerte el bikini deja a la vista. Cuando nos dejamos de besar, ella se va hacia el otro lado de la piscina y con la mirada me reta a atraparla así que eso es lo que hago.

Le doy sus momentos de ventaja pero finalmente consigo llegar a ella y rodearla con mis brazos por la espalda como siempre he hecho. Nos ponemos a reír sin movernos hasta que escuchamos a alguien aclararse la garganta y nos separamos en tiempo record.

—¿Papá? —pregunto sorprendido, no deberían llegar hasta la próxima semana—. ¿Qué haces aquí?

—Salió una reunión de último minuto, ya sabes todo lo que significa ser político, supongo que algún día te tocará a ti hacer lo mismo —hago una mueca de disgusto, lo que menos quiero en la vida es terminar trabajando en política—. ¡Ah! Juliette, hola.

—Señor Archibald, hola —comienza a hablar más rápido de lo normal, sé que mi padre la intimida—. Yo ya me iba, lo siento. No debería estar aquí.

Cuando llegue tu amor (LCA #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora