CAPÍTULO 37

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Juliette

Los primeros dos meses de Verónica, ninguno de los habitantes de esta gran casa duermen bastante bien. Parece imposible, pero su llanto por las noches se escucha hasta mi habitación que está en el tercer piso aunque por lo general usaba mi antigua habitación para ayudar a mamá después de que la alimentara aproximadamente cada tres horas. Estoy agotada pero feliz, la energía de un bebé era exactamente lo que necesitábamos en esa casa.

Hoy estoy haciendo de babysitter mientras mamá va a hacer unos trámites al centro y Derek se queda a hacernos compañía en mi habitación. No puedo dejar de mirarlo con una sonrisa mientras se pasea por la habitación con Verónica entre sus brazos intentando que se duerma, parece tan cómodo, ni parecido el chico que hace un mes y medio ni se atrevía a tomarla porque pensaba que la iba a romper; ahora son inseparables y en los únicos brazos que se duerme mi hermana aparte de los de mamá es en los de Derek. Supongo que las hermanas Clarke tenemos una pequeña debilidad con respecto a Derek Archibald.

—No puedo creer que te quiera más que a mí —suspiro y cierro el computador para dejarlo a un lado. Estoy terminando uno de los últimos trabajos de historia ya que en menos de un mes, nos graduaremos y adiós proyectos finales—. ¿Qué es lo que tienes?

—Soy encantador, ya lo sabes.

—Se te dan los bebés, vas a ser un gran tío para el de Shelley también.

Un mes antes nos enteramos del que el bebé de Shelley sería un niño y eso también nos tiene bastante emocionados, su pancita es pequeña pero crece cada día y de alguna manera, ella está radiante. Ni se parece a la Michelle de hace unos meses, toda la tristeza que había en ella ya no está, como si esa pequeña criatura la hubiera salvado de la oscuridad en la que se encontraba. Además, también se la pasa con Ronnie en sus brazos, supongo que practicando para lo que se le viene en tan solo tres meses más.

—¿Tienes planes para mañana? —pregunta Derek, interrumpiendo mis ensoñaciones y devolviéndome al presente.

—Supongo que no, ¿por qué? ¿Qué tienes en mente?

—Que tal vez podríamos escaparnos por el día a la casa de la playa como para tu cumpleaños, hace quince días cumplimos seis meses de novios y no hicimos nada para celebrarlo. Mañana podría ser el día, estará bonito y tal vez hasta podamos darnos un chapuzón en el lago.

—Me parece perfecto.

—Hay una pool party en casa de Stacie mañana en la tarde así que si alguno de tus padres pregunta, ahí estaremos.

—Veo que lo tienes todo planeado.

—Claro, me gusta consentir a mi chica.

Me acerco para besarlo, esta escapada nos hará bien y aunque sé que no es la idea, no puedo evitar pensar en que debemos hablar de lo que se avecina. En veintiocho días es la graduación y en cuatro meses Derek se mudará a Nueva York, a catorce horas de mí y no hemos hablado de eso desde que fue a su entrevista con Ayden, ni siquiera lo hicimos cuando llegó su carta oficial de aceptación. Ambos lo estamos evitando porque es un tema doloroso, pero tarde o temprano debemos conversarlo, crear un plan para que nuestra relación no se vaya al carajo una vez que estemos distanciados porque por más que lo deseé, no puedo irme con él, no tengo dinero suficiente y además, en mis planes nunca ha estado ir a la universidad, por lo menos desde que descubrí lo caras que eran y mi deseo de ser periodista se esfumó.

No quiero angustiarme antes de tiempo, así que alejo esas ideas de mi cabeza, lo importante es que mañana pasaremos un día maravilloso lejos de casa, solo nosotros dos, sin ninguna interrupción y pensar en eso hace que se me erice la piel de los brazos. Pasaremos un día dentro de nuestra perfecta burbuja.

Cuando llegue tu amor (LCA #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora