Julio, 2019
—¿Segura que esta es la última caja? —exclamó Derek dejándola encima de la encimera y mirando con una ceja enarcada a Juliette, quién se encontraba muy entretenida escarbando en una de las cajas buscando quién sabe qué.
—Sí —contestó distraída y él puso los ojos en blanco.
—Si queda otra la subirás tú solita, yo he bajado diez veces ya porque se te ha olvidado algo.
Eso llama la atención de ella y se levanta con una sonrisa, se acerca a él y le rodea el cuello con ambos brazos antes de darle un pequeño beso en los labios.
—Si hubiese sabido lo gruñón que serías — Le pica la nariz con un dedo, soltando una risita—, nunca habría accedido a mudarme contigo.
Ambos sabían que bromeaba, llevaban ya dos años viviendo juntos si no contaban toda su vida anterior a la universidad pero nunca lo habían hecho solos. Juliette dejó la residencia en la que vivía cuando iba en segundo año de universidad y solo porque su mejor amiga Michelle también se iba a mudar con ellos así que el último tiempo estuvieron los cuatro compartiendo el piso y todos los gastos porque nunca se convertiría en una mantenida.
Pero había llegado el momento de volar y aunque lo pasaban de maravilla viviendo con sus mejores amigos, siempre planearon mudarse los dos solos una vez que Julie acabara la universidad y así lo hizo. Solo un mes antes, Juliette Clarke se gradúo con honores de la Universidad de Columbia, cumpliendo así el sueño que durante la mayor parte de su vida creyó imposible, convertirse en periodista.
—Bueno, eso se puede arreglar —rodeó la cintura de su novia para pegarlo más a él y sonrió de una manera sugerente—. Esa alfombra se ve bastante... cómoda y dado que todavía no hemos armado la cama...
Juliette soltó una risita, fingiendo haberse escandalizado y le propinó un leve golpecito en el brazo.
—Pervertido.
—¿Eso es un no? —enarcó una ceja, conociendo demasiado bien la respuesta que recibiría.
—Eso es un por supuesto que sí.
Desde que su relación había vuelto a comenzar, ese lejano día de septiembre todo pareció mejorar. Discutían a veces, todas las parejas lo hacen pero lo importante era que sabían cómo arreglarlo y no se iban a dormir sin hacerlo antes, se conocían de toda la vida, conocían sus defectos y sus virtudes casi como si fueran propios, habían pasado por tanto, conocido tantas cosas juntos por primera vez y eso no hacía más que fortalecer su relación día a día.
La ruptura abrupta que tuvieron cinco años antes fue exactamente lo que necesitaban, ambos se encontraban en una situación que si no se sanaban solos, habrían terminado arruinando esa historia tan bonita y eso no podían permitirlo. Aprendieron a vivir sin ellos, a quererse a ellos mismos y comprendieron la importancia de ponerse en primer lugar antes de comenzar una relación, que si algo termina no es el fin del mundo y con eso más que claro, supieron que estaban preparados para volver a intentarlo, esta vez en una relación completamente sana.
Juliette nunca volvió a tener una recaída porque tal como dijo su psiquiatra, fue algo aislado lo que desencadenó ese estado en ella y con constantes sesiones, le entregó las herramientas necesarias para en un futuro poder enfrentarse a las situación si volvían a parecerle imposible.
Por su lado, la terapia de Derek duró un poco más, luego de la muerte de su madre después de una larga lucha contra el cáncer, la tristeza estuvo a punto de consumirlo por completo pero con la ayuda apropiada de profesionales y de las personas a su alrededor, logró vencer el duelo patológico que estaba sufriendo y continuar con su vida tal como ella hubiese querido. Tres años después, seguía poniéndose triste como cualquier persona lo haría pero los buenos recuerdos se interponían y acababa con una sonrisa observando la foto en que salían todos juntos con ella cuando no debía tener más de diez años.
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Cuando llegue tu amor (LCA #1)
Teen FictionDerek y Juliette son mejores amigos desde los tres años, comparten todo y no se imaginan la vida separados del otro. A medida que pasan los años, juntos van descubriendo la vida, aprendiendo de sus errores y viviendo experiencias que jamás podrán ol...